Sin duda se veía venir. Desde que Brian May, luego de comenzadas las grabaciones o ad portas de comenzar, decidió no seguir contando con Sacha Baron Cohen para el papel principal, se olía que no estaba bien. Si en ese entonces algo era raro, ahora todo está en penumbras.
La película de Freddie Mercury, esa que retrata los pasos del mejor cantante y frontman de la historia de la música, parece que no está ni cerca de estrenarse.
La producción ha sido caótica, un desastre, y los dardos apuntan al productor Graham King. Los problemas comenzaron cuando el director de la película, Dester Fletcher confesó no estar para nada de acuerdo en cómo se estaba llevando la producción de King; y ni siquiera estaba muy de acuerdo con el guion de Peter Morgan; y si no está de acuerdo con el guion, prácticamente no tienen nada. Así de simple.
En un momento contar con Morgan en la elaboración del guion se vio como un tremendo punto a favor, tenía el precedente de haber hecho un gran trabajo con “The Queen”, pero de música o de quién es en realidad Freddie Mercury no sabe nada.
Ahora, por supuesto que ya no se puede hacer nada, Sacha Baron Cohen era el indicado; tenía un físico perfecto para el personaje, cantaba bien y además dominaba todos los caracteres como buen cómico que es. Pero, según la prensa rosa, Brian May no quiso tocar el tema de la homosexualidad de Mercury en la película y Sacha dijo que estaba loco, que nadie se creería la película.
Claro que tiene razón, ósea ¿de qué estamos hablando?, ¿May piensa que no sabemos que Mercury era homosexual?, es más, eso ni siquiera es tema de discusión. La fuerza natural de Freddy es tan enorme que eso termina siendo un mero detalle. Estamos hablando de un icono de tomo y lomo. Finalmente Brian decidió elegir a Ben Wishaw para personificar al cantante.
En resumen, todo mal en esta película. La pregunta del millón, o una de ellas es: ¿Podrá Ben Wishaw representar a Mercury de la mejor manera? Solo debemos esperar, ya que no sabemos nada de eso, tampoco sabemos si es que está preparándose en cantar relativamente bien, requisito mínimo para el personaje.
Lo mejor que podrían hacer es botar todo el proyecto y comenzar desde cero, es lo más sano. Entregar una película mediocre no es la idea en ningún caso y menos una producción tan esperada como esta.
Lo único claro es que Brian May y Roger Taylor quieren exprimir hasta la última gota de lo que queda de Queen, o más bien la última sombra del talento que desbordó Mercury por aquellos años.