¿Terminaremos de hablar alguna vez de la muerte de Kurt Cobain? La respuesta se esconde en la profundidad del océano pero si nos preguntan a nosotros, creemos que no; no pasará. La prensa –en la cual nos incluimos- no dejaremos soltar un hueso tan apetitoso como ese.
Por muy mínima e insignificante que sea la noticia, todo lo que rodea la imagen del ex líder de Nirvana vale la pena aquí y en todo el mundo. Como lo que pasa ahora; la viuda e hija del fallecido guitarrista están acechando a una juez de Seattle para que no haga públicas las fotos de Cobain muerto, y grabaciones que según alega una demanda demostrarían que el líder de Nirvana fue asesinado hace más de 20 años.
Según The Seattle Times, la juez Theresa Doyle escuchó el día de ayer las alegaciones que pueden llevar a un posible juicio a todos los imputados luego que Richard Lee, director de un programa de televisión pública en Seattle, demandase a la ciudad y al departamento de policía de la ciudad por ocultar el material que demuestra que Cobain no se suicidó disparándose en la cara en 1994.
La ciudad sostiene que el material gráfico debe permanecer sellado y en privado para la familia. Courtney y Francis Bean están de acuerdo y han escrito al juzgado haciendo hincapié en el impacto que tendría en sus vidas la publicación de esas fotos que según la gente que tuvo acceso a ellas son grotescas, realmente desgarradoras: la cara de kurt destrozada por el disparo que le quitó la vida.
Según Francis Bean en el The Seattle Times: “He tenido que hacer frente a muchos problemas personales, debido a la muerte de mi padre. Hacer frente a la posibilidad de que esas fotografías podrían hacerse públicas es muy difícil. Además de sensacionalista, la publicación de esas imágenes nos causaría un dolor indescriptible”. Un problema más para la hija de Cobain que ya tiene que aguantar un sinfín de acosos por parte de los obsesionados con su padre.
En 1995, Courtney Love obtuvo el permiso para mantener fuera del domino público la nota de suicidio de Cobain, y otra nota utilizada para un análisis de escritura a mano del mismo difunto que es lo que se busca en la actualidad mostrar a la luz pública.
¿Terminaremos de hablar alguna vez de la muerte de Kurt Cobain? Claro que no.