Surgió entre la juerga. Colores Santos abrió caminos. Hoy, es un disco de culto. 350 horas de estudio, algo así como catorce días seguidos. Variadas situaciones en común vivieron Daniel Melero y Gustavo Cerati al momento de grabar este disco: muertes, quiebres amorosos. En el proceso de la muerte se aferraron a la música. Y fue esa luz la que podía solventar todo el dolor.
En 1982 se reúnen en el primer disco de Soda y Melero tenía una singular particularidad: siempre tocó el sintetizador con un dedo. Federico Moura, líder de Virus y productor de ese disco, recomendó a Gustavo Cerati que escuchara la composición que había hecho Daniel Melero con el tema“Trátame suavemente”. Disco hecho por deseo. Así mismo, Cerati siempre se inspiró y admiró el trabajo de Daniel Melero.
Al teléfono desde Buenos Aires, me contesta Daniel. Le comento que antes de comenzar la entrevista, le conté que hablaríamos sobre su relación con Gustavo Cerati. “ Hay harto de qué hablar con respecto a Colores Santos. Es un buen disco (sic)”.
Un adelanto.
El disco “Colores Santos” se gestó por sus salidas nocturas. Cuéntame un poco acerca de eso
“Es una manera de verlos. Hay una cantidad de experiencias que vivimos juntos: la muerte de nuesotros padres. Lo que si escuchábamos mucha música juntos, aún estandoen gira con Soda Stereo. Es un porcentaje seguro del disco, pero creo que también hay situaciones drámaticas que vimos y que le dieron forma al álbum. Separaciones de nuestras mujeres y más cosas. Representa un cambio personal. Cuando te separas, cambia tus horarios, tu vida. Todo.
En el libro “Cerati. Conversaciones íntimas” del periodista Gustavo Bove, él destaca que el proceso como se formó Colores Santos ha sido el que más le gustó.
“Porque fue muy lúdico todo. Gustavo es una pesona muy seria a la hora de componer. Tiene muy en claro a donde quiere llegar con una canción y tal vez ahí experimentó más la idea del porque no hay que saberlo.”
Ya por esos años, Cerati tenía buen manejo de máquinas sintetizadoras, una particularidad que no es muy conocida. “Este disco es la concreción de lo que nosotros consideramos una obra”, señala el ex vocalista a una entrevista a comienzos de la década pasada. Un barrido de sonidos, de conceptos y con un MPC-60 de Akai que daba forma a la sonorización donde una Fun Machine se desuelve de manera simple dentro de la placa.
“Vuelta por el universo” tiene un sonido y un estribillo lunar, poético. “Nuestras almas al flotar son las nubes más brillantes”, refleja el espíritu del disco resumido en un track donde la declaración al universo y al amor más profundo, se mezclan con sonidos unidos al loop y a la ambientación sonora. El E-bow se pronuncia en el solo de la canción. El cosmos, el imaginario espacial son parte el desborde lírico donde la obsesión fue esa.
“Fue elegida single de promoción, debido a que posee los elementos que conducen el resto del disco a pesar de ser un hit por donde lo mires”, dice Gustavo Cerati en entrevista compilada en el libro de Maitena Aboitiz. Este disco abrió espacios antes no descubiertos por Gustavo: de tocar batería, cantar, tocar el bajo, guitarras, jugar con las máquinas sampler. Colores Santos formó cimientos de los proyectos posteriores que realizó como solista y como frontman y líder de Soda Stereo.
“Cozumel”
Esa luz te lleva
y todo lo que viste
se desintegra/
/jamás fuiste tan lejos
encontrando/
/el aire ríe/
Se funde como balada beat, sin grandilocuencias. La voz de Melero comanda con tono selecto uno de los grandes temas del disco. La combinación de dos músicos que replican admiración mútua, no deja en vano el resultado que tuvo “Cozumel”.
“Pudo ser”
“creí oír sus pasos
o bien/
pudo ser sugestión”
La pasión, el “ahora” y las excusas dramatizan un tema con sintetizadores y la intro con el sonido de la moneda dentro de un vaso. “El territorio de la duda. Es uno de los temas más David Lynch del disco”, citaba Cerati. Una balada lenta, tintes jazzeros con la voz de una principiante Carola Bony de 19 años en coros.
“Cuerda Planetaria”
El camino es muy extenso/
el camino no se ve/
nada espera en ninguna parte
no hay alivio en el placer/
es la cuerda planetaria
que te liga a lo que ves /
es la cuerda planetaria
otra vez../
De los temas de alto calibre del disco. Movedizo, pegagoso. Bailable para las 3 am. El cosmos en las letras y la creación del universo son parte de este techno. Coro repetitivo, con alzas rítmicas que construyen morfológicamente el estado de la canción y el concepto del álbum. La unión de estos músicos confluyen que era el momento adecuado para realizar este disco. Los sintetizadores suenan a dos melodías pero retumban como si fuesen miles.
“Colores Santos”
Te extraño en las tardes/
Quizás no es amor lo que me hace buscarte/
Las dediciones siempre llegan tarde/
Las piezas que quedan jamás encajan/
Tema que cierra el álbum y representa las mismas sensaciones en las letras donde la confusión y el deseo se apoderan de decisiones. “Promesas erradas/cambiar las palabras” auto corrección en el deseo de que no se obnibule el transfondo de todo. “Quizás no es amor” la respuesta donde la guitarra se apodera con un solo, donde fluir, mejorar van de la mano.
Pedro Aznar habla de la unión Cerati-Melero como “indestructible”. Alaba el talento de la voz de Nuestra Fe: “Gustavo es, de los pocos que hay, de los pocos que son mejores…es, tal vez, el mejor. Es para mí el mejor cantante de rock del país. Es excelente letrista. Toca bien la viola”, señalaba en 1992 al programa Rocanrol de Antonio Birabent.
Un disco mágico, vanguardista. Con mucha claridad en lo que se quería hacer. Por algún algo que jamás se tocó en vivo. “Y fue porque sí, no estaba hecho para tirarlo en vivo.”, señala Daniel Melero desde el teléfono. Ahora en el 2015, ese disco, que marcó un precedente hace 20 años atrás, pega e influye a los nuevosartistas que se rigen bajo el sol del beat y los sintetizadores. Ellos pusieron la piedra para la construcción del sonido que décadas más tarde se posicionó derivando en nuevos mercados y sonidos.