Tunacola o en su versión extendida “Tunacola and Whale”, son una banda formada el 2009 en Santiago de Chile, con dos discos bajo el brazo tuvieron la misión de abrir el Perry’s Stage by VTR en la versión 2016 del Lollapalooza.
A las 14:00 horas puntualmente, entre una humareda que invadía el escenario salieron a escena con Richi Tunacola y Fernanda Moroni a la cabeza. Acompañados de un guitarrista, un baterista, un dueto de vientos con trompeta y saxofón, y uno de los co-fundadores de la banda, Dj Caso.
La jornada fue algo desafortunada; si bien el Movistar Arena es recinto de grandes conciertos y por ende grandes artistas, el sonido no es de lo mejor en él, por eso, según técnicos en ingenieros en sonido, no es el lugar ideal para tocar. La cosa no se les hizo fácil. La canción inicial, pareció ser la carne de cañón del show, sin duda no fue buena táctica, en la mesa de sonido se hacía ver la cara de los técnicos que negaban con la cabeza, tratando de decir que tal problema no debía pasar, o que la cosa andaba mal. El sonido sobre decibel, no era el adecuado para los oídos de los espectadores. Para rematar, las voces eran lo que menos se escuchaba en este primer tema, era una guerra de sonidos, toda la banda –pareciera- peleaba por sus sonidos, la trompeta fue la ganadora sin duda, demostró ser predominante.
Algo se pudo arreglar en el transcurso de los minutos, un remix de “Rhythm of the Night” – canción bien manoseada por el populismo de la música comercial – hicieron recordar viejos tiempo a más de alguno. Para las siguientes canciones, el acople era trascendental, se unió a la batalla. Hay que admitir que en primera instancia pareciera como si era parte del show, tomando en cuenta que el sonido de canción tras canción era menos peor que el primero, pero luego el público pudo evidenciar que el acople estaba y no se iba a ir. La fanaticada empática, apoyó con aplausos y gritos al grupo de Santiago que entre sonidos disyuntivos conversaban, quizá sobre los problemas. Mientras en la mesa de sonido, se escuchan frases señalando a un posible culpable… el computador que se utilizó en escena.
En cuanto al contenido la letra dan a evidenciar las letras y melodías repetitivas dignos de música pop americana, pero esto no es percance para la gente que está en el Movistar, al contrario son ritmos dignos de armar una buena fiesta tunacola.
Un hit del grupo,”Guachita” como también “Todos los veranos del mundo”, fueron completamente opacados por los problemas técnicos antes mencionados. Hasta la voz al momento de presentar a la banda o interactuar con el público tenía esa distorsión tediosa en conjunto con un eco irremediable.
Sin más y para no profundizar en lo mismo, el transcurso de la batalla de sólidos fue de inicio a fin, pero hay que destacar que la banda tiene potencial, no por nada están en uno de los escenarios del Lollapalooza, puede ser que hayan tenido una mala pasada. Esperemos que para la próxima ocasión se tenga otro pronóstico, algo más alentador y con un final menos devastador.