Dos conciertos en Chile son los que registra en su agenda histórica Kraftwerk. Uno que hasta el día de hoy es materia de culto en el Estadio Víctor Jara en 2004, y otro un tanto más deslucido junto a Radiohead en la Pista Atlética del Estadio Nacional en 2009. De ahí en más las giras mundiales de los alemanes han coqueteado con Sudamérica pero nunca a un nivel concreto; si bien han existido ofertas en distintas plazas del hemisferio, ninguna ha tenido la posibilidad cierta de traerlos de vuelta. Pero el concepto “Kraftwerk 3D” abre una nueva puerta, la que finalmente selló su retorno.
Los padres de la electrónica —pero no así del krautrock— confirmaron su largamente anticipado tercer concierto en nuestro país. Él se materializará el próximo 26 de noviembre en el Teatro Caupolicán en lo que promete ser uno de los espectáculos más impresionantes que el recinto de calle San Diego ha visto. Recordemos que este formato de presentación ha sido catalogado como uno de los mejores del mundo.
Los espectáculos en tres dimensiones del grupo son hace ya bastante tiempo materia de elogios; en 2013 revolucionaron Sónar Barcelona a punta de lentes diseñados para la ocasión y un nunca antes visto, desplante audiovisual. “Los asistentes han empezado con la boca abierta y muchos han acabado riendo de satisfacción, como celebrando que ha valido la pena venir a España sólo para disfrutar de este rato”, narró Antena 3.
“El concierto recupera de alguna manera la humanidad subyacente en todos nosotros utilizando el lenguaje de las máquinas, en formas que otros músicos no parecen haber capturado”, escribió el sitio Consequence of Sound en la reseña de uno de los primeros shows con esta estructura en 2014.
Este mismo concepto es el que pretende llevar el conjunto a su próximo álbum, y así romper una vez más la barrera sonora: “hemos trasladado nuestros shows a 3D y con sonido surround, una especie de sonido tridimensional. Hemos puesto un montón de trabajo en todas esas imágenes, transformándolas de nuestros archivos Kling Klang a formato 3D, arreglándolas sincronizadas con la música. Así que es una producción muy trabajosa”, explicó Ralf Hütter a Rolling Stone.
Entradas a la venta en las próximas horas. Ampliaremos.