No hay ningún centímetro de Tool que no haya sido analizado y enaltecido, cada uno de esos centímetros son tan solo aproximamientos a un enigmático conjunto que sólo se hace más enigmático mientras más nos adentramos en su complejidad. Uno de los elementos más pregnantes de Tool, y que hoy parece no podemos separar es el arte que los rodea. La geometría sagrada y el ocultismo se unen a la fuerza artística psicodélica que empuja a la banda hacia su más profunda experiencia creativa, por supuesto hablamos del artista estadounidense Alex Grey.
Los cuatro legendarios miembros de Tool están unidos no sólo por la creación musical, su espectro se abre hacia las artes en general. Es reconocido que la banda siempre da un paso más allá de lo esperado, presentando producciones que se enmarcan en distintas plataformas, extendiendo sus creaciones y cuestionando un sinfín de elementos. No es azaroso que un personaje como lo es Alex Grey se integre en al imaginario de lo enigmático.
Grey en sí es un artista de Ohio el cual es partícipe del arte visionario contemporáneo, siendo los antecedentes de aquel movimiento el simbolismo, el arte psicodélico y el surrealismo. El arte visionario se posiciona como un tipo de arte que pretende trascender el mundo físico y retratar una visión más amplia de consciencia espiritual, incluyendo temas considerados místicos o basados en experiencias de tal calibre. Alex Grey se introduce como un artista visual que se atiene a lo que Tool precisamente pretende entregar como mensaje, si lo reducimos de esa manera.
Dentro de lo que podemos plantear como trascendente, nos encontramos con los dos álbumes esenciales que unen a ambos misterios en creaciones infinitas. En primera instancia nos encontramos con “Lateralus” del 2001, que como ya sabemos incluye densidades conceptuales desde la secuencia fibonacci en las letras hasta el icónico booklet. La idea general detrás de lo visual en dicho álbum se la describe Adam Jones- quien por cierto también es artista visual- al mismo Grey en una de sus exhibiciones, en dónde la separación del cuerpo diseccionado era lo esencial. Cada página se presenta como una capa del mismo cuerpo que al mantenerse cerrado el libro se conectan agregando a su material translúcido. Escondido detrás del cerebro en la última capa del librillo podemos encontrar la palabra “God”.
“10.000 Days” un emocional álbum del lejano 2006 cae como la unión definitiva de las fuerzas. Empujando la producción artística del pasado álbum, se extreman en un viaje tridimensional. El álbum físico contiene un par de lentes estetoscópicos que transportan a la tridimensionalidad las imágenes y montajes de Alex Grey, sumado al espiral logarítmico de la cara del cd en sí, adaptado de una obra previa de Grey. “Net of Being” siendo otra obra de gran escala del visionario se encuentra al final de la composición tridimensional, la cual dejamos para el análisis personal. También se dice que todas las creaciones visuales de Grey en éste álbum son acercamientos de “viajes” realizados en ayahuasca por el propio Grey.
La conclusión nunca será concreta cuando se habla de Tool, y sobre todo si nos acercamos a su arte físico desde Alex Grey. Tanto Maynard como Adam comparten visiones pregnantes no sólo del arte sino cómo éste se conecta en distintos niveles con nuestra consciencia y vida en el sentido más amplio de la palabra. Los mensajes de Grey se comparten en una plataforma adecuada en extremo: Tool. La densidad conceptual que hay tanto en lo musical como en lo visual es de un alto calibre, y la unión no nos resulta azarosa. La experiencia musical de Tool en su formato estudio es un viaje en sí mismo, y uno no separado de nuestro espíritu, de hecho la misma idea de la banda es poder conectarse más allá de lo físico a través de su práctica. La estrecha relación que podemos ver tanto en Maynard como en Jones con Grey es un vínculo que no podemos dejar pasar. Lo visionario, lo abstracto y la potencia son elementos no usuales en música de una manera tan profunda como se arma en Tool, y la lista de lo rescatable de uniones como ésta es interminable. Los enigmas del viaje más allá de lo físico permanece en nuestras consciencias como uno del cual jamás podremos ni queramos escapar.