Italia, cuna del horror en términos artísticos. Prueba de ello es Suspiria, film que data de 1977 categorizado entre las ‘obras de culto’ del mundo occidental, principalmente por su estilo visual, cercano al expresionismo y caracterizado por un extremado uso del color y cuidadísima escenografía de inspiración modernista. Cuarenta años cumple este 2017, y ya se alista su ‘re-interpretación’, una que tendrá en su celosa ambientación sonora a Thom Yorke.
Y es que el vocalista de Radiohead será pieza clave en esta producción que tiene a Dakota Johnson, Chloe Grace Moretz y Tilda Swinton como protagonistas y a David Kajganich como guionista. Básicamente, tomará por vez primera las riendas principales en el ámbito de un soundtrack, encargándose íntegramente del mismo.
“Nuestro objetivo es hacer una cinta que sea una experiencia perturbadora y transformadora, y para lograrlo no podíamos contar con alguien mejor que Thom”, expresa como bien recoge Variety, Luca Guadagnino, director de este proyecto. Una experiencia nueva para el británico, pero no ajena: durante la última década ha colaborado en varias exposiciones de arte, incluso, realizando una residencia de música de 18 días para The Panic Office, en Sydney, Australia.
El film abarca la vida de Suzy Bannion, estudiante de ballet estadounidense, llega a la ciudad de Friburgo a fin de perfeccionar sus estudios en la prestigiosa academia Tanz. Coincidiendo con su llegada, una alumna recientemente expulsada, Pat Hingle, es salvajemente asesinada en el apartamento de una amiga a la que, huyendo de algún grave peligro, había recurrido en busca de ayuda.
La ingenua Suzy, pronto se percatará del extraño comportamiento del personal de la academia lo que, unido a las terribles muertes que han empezado a sucederse, le hará sospechar que algo siniestro está ocurriendo. Más adelante, su compañera Sarah confirmará sus sospechas al confesarle que la difunta Pat le comentó que conocía un oscuro secreto relacionado con la academia que no llegó a revelarle.
A la hora de definir el aspecto formal del film, Argento se inspiró en Blancanieves y los siete enanitos que, según ha confesado, encontraba en su niñez especialmente terrorífica. De hecho, en su empeño por conseguir una textura de color similar a la de este film, Argento no dudó en recurrir al por entonces ya obsoleto Technicolor.
Suspiria es deudora también del expresionismo alemán, que siempre ha reconocido admirar Argento, algo apreciable en elementos como el antinatural uso del color, en el tratamiento de las sombras y el contraluz o en el lo barroco y artificioso de los elementos escenográficos, destinados a provocar el asombro e incomodidad del espectador y potenciar la atmósfera del film.