“Ninguno quería tener una vida corriente: estudiar, trabajar, tener una casa y morir” es lo que asegura Marcelo Parra (28), fundador, letrista y líder de Delatores. Una inquietud inicial, que se plasmó en el proyecto que hoy lleva cerca de siete años de aventura y creación, ligado a la necesidad de reflejar a través de ambientes y tejidos melódicos, lo que han logrado concretar en tres producciones musicales que demuestran una constante evolución sonora y personal. Una misión que en su desarrollo a sido un escalofriante “salto al vacío, cuyo vértigo inicial” fue lo que los motivó a darle vida a esta iniciativa y en donde la satisfacción se encuentra en el simple hecho “de no quedar con la frustración de no haberlo intentado”.
Una lucha, un objetivo y a ratos… una obsesión que ha sido compartida por distintos miembros y agentes, pero que en la actualidad se conforma de un conjunto solidificado gracias a la confianza que sus actuales integrantes: Javier Carrasco (guitarra y piano), Fako Damien D’Large (guitarra), Mauricio Tapia (batería) y Antonio Soto (bajo), han depositado en Marcelo, como un acto guiado por la química literaria y melódica de sus composiciones y “una visión común, que simplemente yo no me puedo adjudicar”, explica el cantante de “Lógica Para Dos” (Víctimas del Pánico, 2012; track 2)
La banda en sí, ha logrado nutrirse de las sonoridades modernas de su coterráneos, condensando la contingencia sonora de sus pares, en la constante búsqueda de líricas que apelan a las texturas que logran formar en sus canciones, vale decir, hacer que la poesía se subyugue a los colores de sus instrumentos.
“Tomo mucho eso de las agrupaciones antiguas, con las que te detenías a escuchar las letras, entenderlas y finalmente lograr recibir la cohesión de todo eso. Yo siento que debo hacerle honor a la música, sí lo que están haciendo los chiquillos cuenta con hartas capas, matices o cosas más complejas, la letra no podía quedarse atrás”, es lo que explica Parra, respecto al trabajo junto a sus compañeros. Precisamente, es fácil encontrar dicha complicidad casi espiritual en canciones como “En Una Tarde” (Víctimas Del Pánico, 2012; Track 3) o “Blanca” (Reverberaciones De La Memoria, 2014; Track 8), en las que todo se conjuga con cierto respeto gestacional, a la vez que de una independencia creativa unísona.
“Admiro a quienes pueden hacer música desde la cotidianeidad, a mi no me sale eso. Yo necesito esa reflexión interior, escucharme, y poder concentrar todo lo que pasa adentro”, asegura Marcelo sobre su manera de tejer viscerales mensajes, en clave indie pop, que apela al diseño musical: escucharse para decir, escucharse para escuchar.
“Cuando terminamos cada canción, miro a mis compañeros y entiendo que les gusta el sonido que creamos” explica Mauricio, la más reciente incorporación de Delatores, el menor del equipo, y el primero en llegar desde un salto de fe. “Yo llegué como fan a audicionar, me sabía todas las canciones, y quedé”. En su rol rítmico, el “Mauri” asegura que “el aporte que yo hago va más ligado a lo que es el rock, que la batería suene, pero que al mismo tiempo logra sostener la emotividad de los temas del Marcelo, cuya línea melódica necesita un equilibrio de mi parte para que eso no se pierda”.
Acompañados también de una preocupación por una coherencia estética y gráfica, los santiaguinos aseveran que “buscamos entregar algo que te cale a flor de piel. La música baja para encontrarnos en un plano mucho más introspectivo”.
“Lo que me hace perseguir este sueño es saber que estoy con ellos, es ese abrazo al final del show que te hace sentir una calidez que me garantiza que logramos entregar lo que finalmente estamos haciendo, es una sensación bacán”. Sentencia el líder espiritual y compositivo de Delatores, a la hora de intentar entender ese vértigo que lo impulsó a montar este proyecto, que este sábado 9 de junio, formará parte de los Sideshows que Ciclo Emerge: Reminiscencia, está organizando junto a Audiomúsica, como entrada al festival independiente que se realizará en el multiespacio La Cúpula, el próximo 14 de julio.