Por Catalina Rojas Caro.
La cantante de origen albanés Bebe Rexha, lleva aproximadamente 10 años dedicada a la música profesionalmente. Ha sido parte de colaboraciones con artistas como David Guetta, Nicki Minaj y Martin Garrix. Así como también ha sido de parte de notables composiciones, como en la canción “The Monster” para Eminen y Rihanna.
Pero hoy no vamos a hablar de su talento, ni de sus metas o logros, y esto es porque aún en pleno 2019, la apariencia física trasciende por sobre todo lo demás.
A pesar de que los Grammys sean una premiación muy cuestionada de un tiempo a esta parte, ya sea porque sus criterios de evaluación para premiar están más basados en quien tuvo una mejor campaña de marketing, en vez de focalizar sus apreciaciones en la música como tal o por la falta de visibilización de ciertos géneros, los Grammys siguen dando que hablar, por buenas o malas situaciones, siguen estando en el foco del espectador.
Y en esta ocasión, los Grammys dan pie para hablar un tema que ya no debería estar a discusión, pero lamentablemente, lo está. Bebe Rexha está nominada a dos categorías en los Grammys, y ningún diseñador la quería vestir por ser talla “grande”, por ser talla 8 en la escala de Estados Unidos, lo que en Chile vendría siendo un 38-40 de pantalón.
¿Y por qué?
Porque la sociedad sigue mirando a través de los ojos estereotipados que le entregó la televisión, el cine, las revistas y todo lugar que pudiera provocar imagen.
El 21 de enero Bebe Rexha publicó un vídeo en su cuenta de instagram comentando la situación que la ha tenido pensando este último tiempo. El video comienza con Bebe Rexha contando que fue nominada a los grammys (Mejor artista nuevo) y que es lo mejor, pero que su equipo se ha intentado contactar con varios diseñadores y le han dicho que no pueden vestirla porque “es muy grande”. Con tonos de desconcierto y dejos de rabia e indignación, la compositora de I’m a mess dijo “Si un tamaño 38-40 es demasiado grande, bueno, no quiero usar sus putos vestidos”.
Esta es una muestra de que aún queda mucha gente que no ha entendido nada, de lo dura y exigente que es la imagen que se pide en la industria textil para destacar, y que a pesar de que esto en la música ha ido cambiando de a poco y actualmente se puede ver que la industria musical es muy diversa, todavía quedan vestigios de los estereotipos de antaño. No obstante, que la industria de la música esté más liberada de los estereotipos, no influye a grandes rasgos en otras, y eso lo pudimos comprobar con lo que está viviendo la cantante estadounidense.
¿Cuántos discursos más sobre la liberación del cuerpo nos quedan? ¿Cuánto camino nos queda por recorrer para que estas cosas dejen de suceder?
A veces hay situaciones como esta, que te hacen perder la fe y sentir que mucha de la lucha feminista, sus peticiones y consignas, terminan en el inevitable olvido colectivo de la mayoría. Y esto te agota, te hace sentir que todo fue en vano, pero no.
Por lo que más quieran, nunca crean que lo que llevan recorrido ha sido en vano, todos sus pequeños logros feministas cuentan. Todas esas veces que han decidido salir vestidas como quieren, ignorando las malas caras o comentarios de su familia, esas discusiones familiares por la liberación del cuerpo o la equidad de derechos.
Todos los logros cuentan, pequeños o grandes, propios o ajenos, todos suman para la liberación de la mujer, la de todas las mujeres.
Sí, queda un camino largo por recorrer, pero cuando se sientan desgastadas, recuerden lo que han conseguido, miren hacia atrás para poder reunir fuerzas y seguir.