La discografía de Doja Cat es una extraña amalgama: desbordante de hits, pero que carece de una dirección clara al albergar un popurrí de estilos, tanto musicales como de producción. Este tipo de análisis puede resultar válido cuando se mira a los álbumes como piezas independientes, pero una vez que se vive una de sus presentaciones en vivo, todo su material gana una cohesión magnífica. ¿Cómo no estremecerse ante uno de los mejores actos que ofreció esta edición de Lollapalooza?
Un show de pocas pausas, lleno de arreglos musicales que daban una nueva consistencia a los tracks y permitían un raudo fluir entre una pieza y otra: colaboraciones como las de Rico Nasty o SZA fueron omitidas para dar cabida a versiones más breves y ágiles, cuya transición se hace más sutil con la instrumentación en vivo.
Desde la partida hace gala de su versátil registro, con canciones extraídas de cada uno de sus tres LP: “Rules”, “Juicy” y “Get Into It (Yuh)”, donde en tan solo unos minutos experimentamos cortes de hip-hop, trap, pop, R&B y soul. Esa enorme mezcla de géneros no se siente abrumadora ni por un instante, pues por el modo en que se constituye su banda en vivo, todas las piezas se sienten como parte de una sola estructura. Bajo, guitarra, sintetizadores y batería, que en conjunto a los samples y backing vocals construyeron un terreno fértil en que la artista pudo expresarse con absoluta libertad.
![](https://canchageneral.com/wp-content/uploads/2022/03/Doja-Kat-Lolla-2022-1.jpg)
La presentación tuvo mucho de épica clásica, de artistas que llenan estadios a la Queen o Michael Jackson, aunque no exactamente con el mismo aura. Doja tiene una historia y espíritu mucho más oscura, OG, barrio, con la que es mucho más sencillo empatizar y verse reflejado. La interacción con el público es distinta a la que tendría un artista estéril y sanitizado por la buena conducta, pues es mucho más honesta y sin escrúpulos. Palabras menos medidas, en un show que se plantea con la voz y el cuerpo donde habita sin pudor. “I got a hair in my mouth”, decía antes de comenzar a cantar, mientras buscaba con su mano ese pelo atrapado en la boca; “Fuck it”.
Con “Tía Tamera” se acerca al final de su show, en un track que ejemplifica a la perfección el balance performático de Doja Cat. Toma sus baquetas y en un controlador MIDI toca la base de la canción, dando la señal para que los músicos le sigan. De baile y rap en un track que termina con un impecable solo de batería, construyendo un espacio necesario para que la banda brille. Luego de “Say So” se acaba el show, y solo queda la estela de esa presencia enorme que movió a todo el público de lollapalooza, en un domingo que parecía tener la mayor cantidad de asistencia de la edición 2022.
Sassy, (casi) sin pelos en la lengua. Un espectáculo perfecto con una intensidad arrolladora, con una calidad inmensa tanto en lo músical como en lo performático. El nuevo concepto estrella pop, donde sacude y estremece a voluntad a cada uno de los presentes. Y es que no importa si te gusta o no su música, si estuviste esa noche en Cerrillos fuiste inevitablemente capturado por la fuerza que conlleva su presencia.
Setlist:
Rules
Juicy
Get Into It (Yuh)
Talk Dirty
Addiction
Bottom Bitch
Woman
Kiss Me More
You Right
Streets
Been Like This
Shine
Tia Tamera
Ain’t Shit
Need to Know
Options
Say So
![Cancha General](https://canchageneral.com/wp-content/themes/jawn/images/logos/logo-nav.png)