Uno de los conciertos más esperados del año se llevo a cabo en el lugar menos adecuado. No se trata de que la banda no pueda engrosar un gran festival, de hecho, encabezan la versión 2015 de Latitude Festival junto a Noel Gallager y Postihead, sino que su show funciona y tiene mejor recepción desde recintos muchos más pequeños, donde la calidad vocal de Gus Unger-Hamilton y la precisión de Thom Green en batería saquen a relucir toda su experticia.
Alt-J llegaba por primera vez a Chile en el marco de la gira promocional de su último y bien recibido trabajo de estudio, This Is All Yours de 2014. Temas de su segundo disco de estudio llenan su setlist, pero marcan una transición tan a piel como su disco debut, An Awesome Wave, que el show termina siendo como un todo perfectamente estructurado y reflejado de menor manera en “Bloodflood” y “Bloodflood pt. II”, Un tema delicado, sensible, y enérgico al mismo tiempo.
Pero aquí el gran punto en contra. Siempre es complicado un segundo álbum para un grupo. Sobre todo, si el primero es auténticamente revolucionario, al borde de la genialidad. Ya no estamos hablando de Arcade Fire o Black Keys, grupos absolutamente revolucionarios. Alt-j incluso está en un escalón muy superior ¿Por qué? Para empezar hacen música que no está al alcance de cualquiera. No es obtusamente orgánica, ni electrónica. No, no es eso. Combina muchos elementos desde los poliritmos más increíbles, hasta las voces obscenas y pasando por los acordes más difíciles, pero siempre con una maravillosa armonía entre la gloria de la melodías, la gran música.
Sus trabajos consisten en el nivel de edición, precisión y composición que logran en el estudio y traspasan a sus discos. El patio de un festival, al igual que el de una gran Arena, terminan por estropear el despliegue de talento que se puede escuchar en la versión de estudio de “Hunger Of The Pine ”, pero que en Lollapalooza Chile, estuvo bastante lejos de un momento sobresaliente. Lo que pudo hacer sido un despliegue de sintetizadores y una voz claramente endulzada por eso que llaman talento natural, fue más bien una buena presentación pero con poco gusto a grandeza.
La banda venia de pasar por Estereo Picnic Festival en Colmobia y quince días antes había dado por terminada su primera gira por Asia. Estos son Alt-J actualmente; una banda que a punta de hits llenos de calidad han sabido conquistar a una crítica que se desase en elogios día a día.
Sin duda que no fue el mejor lugar y probablemente no la mejor hora donde el calor realmente fue un factor en la recepción de la gente pero no en la entrega de la banda. La próxima vez será mejor, algo más intimo, más personal, donde una temas como “Choice Kindmon” y “Pusher” te hagan pensar que estas en otro mundo. Donde descubres otra selva del universo musical.