Camila Moreno dio sus primeros pasos en el circuito nacional con el EP “El Otro Hábitat” (2008) del extinto dúo Caramelitus. Un año después lanzó “Almismotiempo”, álbum debut de su faceta solitaria que la llevó a una catapulta de reconocimiento, partiendo por la nominación de “Millones” a los Latin Grammy, una nominación inusual pero que hacía entrever que algo estaba pasando en Chile: la música se estaba agitando y Moreno era una de sus impulsoras.
Luego vino un vuelco que la alejó de las casillas de la prensa simplista. “Panal” (2012) la veía emerger como un proyecto musical que aspiraba al trabajo interdisciplinario en su ejecución. Alineado de mundos imaginarios y mensajes políticos que se embalsamaban en códigos audiovisuales conceptuales y que mostraban la necesidad de expresarse por sobre el mundo sonoro.
Ahí comenzaron gloriosas y merecidas comparaciones a Radiohead, Björk o PJ Harvey. Pero Moreno nunca estuvo interesada en las cajas, ni en las comparaciones ni en el mundo “de lo concreto”. Siempre buscó el mundo paralelo, ficticio e irreal. De ahí vino la magia y la brujería de “Mala Madre” (2015).
Cuestionamiento a la identidad de género
“Los conceptos de Mala Madre, Panal e incluso Almismotiempo, son conceptos más abstractos. Mala Madre tiene una cosa más investigativa, puntual, en donde yo investigué mucho de la inquisición, el paganismo, la quema de las brujas. Con todo ese rollo, logré entender el feminismo desde distintas profundidades,” recuerda Camila sobre su trayectoria discográfica.
El encuentro con el feminismo contrajo una acercamiento a vertientes disidentes de la realidad. “El feminismo me llevó a leer otras cosas como Judith Butler, en donde leí ‘El género en disputa’. También leí “El Manifiesto Cyborg”, y así entré en este mundo del cuestionamiento a la identidad de género. Me pude reconciliar conmigo misma y con la culpa de no sentirme lo suficientemente femenina, por ejemplo. Es algo que me había pesado toda la vida, en mi infancia, adolescencia, lo pasé súper mal con eso. Cuando entendí esto desde otro lugar, sentí mucho cariño hacia a mí y me sentí orgullosa de lo que soy.”
“En cada disco que hago, hay una mayor búsqueda interdisciplinaria. En cada disco se ha ido acentuando esa búsqueda conceptual”.
Entender estas causantes, es esencial para digerir y comprender el trabajo conceptual que Moreno está desarrollando para su siguiente álbum de estudio. Este LP llega seis años después del lanzamiento de Mala Madre y conlleva la unión de distintas vertientes artísticas en un caudal multifacético que, además del álbum, culminará con la historieta postapocalíptica situada en el Siglo XXIII y que desarrolla la vida de la cyborg “X” y la mutante “M” bajo una narrativa punk-feminista.
La historia comienza oficialmente con el capítulo uno de la historieta, “La historia de X”, en donde se muestra a X salvada al nacer por un grupo de científicas retiradas de la sociedad machista. En el segundo capítulo, “El fuego secreto”, se muestra el contexto en donde vive X, ahí se plantean dos conceptos claves: las perras cyborg y el fuego secreto. Luego, el relato corre junto a los videoclips que se han lanzado hasta la fecha, desde “Quememos el Reino” en diciembre del 2019 hasta “Hice a mi amor llorar”, estrenado solo hace unos días.
La tetralogía del despecho
Dirigido bajo la alianza creativa de Moreno&Gowosa, el vídeo de “Hice a mi amor llorar” está lleno de simbologías y mensajes ocultos. En primer instancia, la letra hace referencia al fuego secreto antes mencionado. “Estamos jugando mucho con la atemporalidad. Lo que tú decías del “fuego secreto”, es un concepto que atraviesa todo el disco y en la historia es un elemento medio mágico que te permite viajar por dimensiones. Estas dimensiones pueden ser paralelas, temporales o incluso hacia otras realidades. Por ejemplo, el vídeo clip de Cerca es una de esas otras realidades, en donde X y M están en una relación de pareja común. En algún momento hay un sueño en donde sí aparecen los cables y la prótesis que ella tiene en la espalda. En ese vídeo pareciera que están en los 80 o 90.”
“Dentro de la historia están estos cruces dimensionales en donde X descubre que puede viajar y ella se obsesiona con el fuego secreto.”
El segundo mensaje del último estreno también es clave y tiene relación con la ubicación de grabación del vídeo: Los Molles, Provincia de Petorca. Parte del apocalipsis que viviremos en el futuro está ligado al caos que privados empresariales están generando en distintas partes de Chile. Saqueo disfrazado de escasez en los medios. Un mensaje político que Camila lleva implícitamente en su propuesta artística – y que ha desarrollado en canciones como Yo enterré mis muertos en Tierra o en el proyecto audiovisual de Las Ruinas del Oro.
“Hay una línea simbólica-política en las decisiones que vamos tomando. No necesariamente es literal. La historia, aunque queramos o no, se relaciona con el mundo en el que vivimos y el Universo en el que transitan estos personajes es uno postapocalíptico, distópico, de distopía criolla pero distopía al fin” explica Camila.
“Hice a mi amor llorar” juega dentro del caos de sus predecesoras como la carta romántica del próximo disco. A pesar de la destrucción, las amenazas e incluso el peligro de extinción de la raza humana, siempre hay espacio para el amor. Siempre. Tanto así que seguidores de la Trilogía del Despecho posicionan a esta canción parte de ese mundo que supuestamente estaba cerrado.
“Uno siempre se come sus propias palabras” comenta Camila entre risas a esta conspiración y agrega su veredicto: “Es verdad. Esas cosas son un análisis que yo puedo hacer posterior, pero no era la intención. Cuando terminé “Sin Mí”, yo dije ‘Acá hay tres canciones que son balada romántica y que en sí mismas son hermanas, canciones hermanas’. Ahí le puse el nombre de la Trilogía del Despecho. Y esta canción, también es hermana de esas. ‘La cuatrilogía del despecho’, pero no es algo que yo pensé como ‘voy hacer otra más de las baladas’. Cuando estoy en ese estado emocional me salen muy fácil y necesario entran en el trance de esos colores”.
“Escuché ruidos de insectos, como un recuerdo, una premonición.
Sentía el fuego secreto, como un incendio, el milagro del amor”.
Conversar con la realidad
Si bien el Universo de X y M tuvo su inicio oficial con la historieta, la verdad es que su creación tiene guiños a trabajos pasados de Moreno. Véase el caso de las perras cyborg: “Hay una relación con el vídeo clip de Tu Mamá Te Mató. El personaje del vídeo es una mujer ermitaña que vive con perros-lobos, ahí hay una relación que se puede ver en “Hice mi amor llorar”, en donde puedo mirar hacia atrás y jugar con elementos que ya presenté en mis trabajos” aclara Camila.
Aún quedan muchas aristas por revelar en la historia. En base a eso Camila adelanta futuras líneas del álbum. “Este disco igual tiene una pata que no hemos mostrado. Tiene maternidad de una manera muy mágica. Por ejemplo, X nace muerta, su madre muere y son sus abuelas las que la crían pero sin tener un parentesco sanguíneo”.
Por ahora, las incertidumbres respecto a uno de los trabajos más originales y artísticos en el circuito nacional se siguen acrecentando. Lo que se observa en el último vídeo de “Hice mi amor llorar”, está un paso adelante de la línea narrativa que se ha presentado hasta ahora. La historia de X y M sigue y las expectativas van al alza. “No puedo revelar mucho pero sí es un momento de perdida y de muerte. Estamos conociendo este vídeo sin conocer lo que pasó antes. La canción que viene es lo que pasó antes, justo antes de entrar al bote. Cuando veas el siguiente vídeo, vas a poder entender el porqué de todo.”