33 días exactos son los que restan para que el año 2016 se despida. Meses de alto voltaje en cuanto a lo musical y que vio cómo íconos que redefinieron sus bases, dejaron la vida terrenal. Ocasión perfecta entonces para iniciar una tradición de estas fechas: los recuentos de lo mejores álbumes editados dentro de nuestra actual franja de tiempo. Ya lo realizó NME, Rough Trade, y ahora corresponde el turno a Consequence of Sound.
El portal, a diferencia de sus símiles, elaboró una selección mucho más sofisticada, rindiendo culto a sonidos fantasmales y emocionales, en desmedro de apuestas comerciales, que coquetean constantemente con lo comercial y no tienen más fin que figurar en una revista de papel cuché de alcance universal: la música se impone en esta pasada.
Así las cosas, el primer lugar se lo lleva Beyoncé por Lemonade, un registro que si bien podría pensarse se enfoca al pop bajo letras simples, desarrolla la faceta personal de la artista e incluso realiza un minucioso análisis social. “Habla un lenguaje universal de la gigantesca lucha humana. En particular, la de las mujeres negras, “la persona más poco respetadas en América”, como Malcolm X (quien fue sampleado en Lemonade) dijo. La traición, la curación y el renacimiento son parte de el registro; una historia tan antigua como el tiempo”, razonan.
Chance The Rapper sucede a la cantante con Coloring Book, registro que acumuló colaboraciones con Kanye West, Young Thug, Francis and the Lights, Justin Bieber, Ty Dolla Sign y Kirk Franklin, bajo una atmósfera espiritual con toques gospel. “Además de presentar un espectáculo fantástico el músico ahonda en un poder mágico en constante diálogo con la cultura afroamericana. […] nada ha sido más confortable, inspirador que el registro”, expresan.
El podio cierra con David Bowie y Blackstar, su última producción en vida que conjugó géneros tan lejanos para el mundo pop como el krautrock, con su eterno sello. “En general, estas canciones sobresalen desde su núcleo, con un feroz sentido de adhesión. […] Y, al igual que el propio Bowie, los riffs y ritmos complejos llevan muchos giros idiosincrásicos a la espera de ser descubiertos. Mutando en un réquiem lúgubre y himno de aceptación, colocando la muerte como un recordatorio lamentable de que todos todavía tenemos la oportunidad de vivir”.
Reconocimiento obligado para Nick Cave y su obra —para muchos maestra— Skeleton Tree, registro que fue compuesto con la noticias del fallecimiento del hijo del australiano. Un duelo codificado en 8 temas. Radiohead y A Moon Shaped Pool ocuparon un discreto treceavo lugar.
Punto a favor: Nicolas Jaar, productor chileno radicado en Nueva York, alcanzó el 29 escalafón cortesía de Sirens. “Alterna entre el español e inglés, alusiones a la agitación social americana actual y el hostil clima del golpe militar en Chile”, proyectan. Madurez al ritmo de beats.
Otros nombres de interes en el listado son los de Wilco (Schmilco), Leonard Cohen (You Want It Darker), Angel Olsen (My Woman), Bon Iver (22, A Million), James Blake (The Colour in Anything), Baby Metal (Metal Resistance), Explosions in the Sky (The Wilderness), Savages (Adore Life), Deftones (Gore) y Iggy Pop (Post Pop Depression). Puedes ver el listado completo en este enlace.