Curcumbia es una banda que nació de la confluencia de culturas y sueños compartidos, con una raíz común: la pasión por la cumbia y su capacidad de unir personas. Esta agrupación multicultural, formada por músicos provenientes de Argentina, Chile, Brasil, Portugal e Italia, encontró su hogar creativo en Portugal, donde dieron sus primeros pasos en un contexto de incertidumbre global. En esta entrevista, exploraremos los orígenes de la banda, su conexión con la música y su visión del arte como puente entre continentes. Además, nos hablarán de su álbum debut y sus planes futuros, marcados por el deseo de llevar su propuesta única a nuevas audiencias.
Primero, nos gustaría que nos contaran sobre la interesante génesis de la banda, cómo confluyen tantas nacionalidades en esta agrupación.
La banda surge como idea de nuestro baterista, el impulso iniciático o “Fuerza Semilla” viene de ahí. Este músico, Tito, había conocido en algún momento a Facundo, cantante argentino que andaba por aquí tocando algunas de sus cumbiecitas gestadas durante sus viajes por Sudamérica, y luego de un breve cruce en el cual ambos expresaron sus ganas de tocar en banda, Facundo recibió un mensaje del Tito proponiéndole formar un “colectivo de cumbia”. “Si el colectivo es de cumbia, yo pongo la gasolina” le respondió el Fa. Por esos mismos días Isidro, acordeonista chileno, agotaba sus meses de visado en Portugal esperando poder hacer dinero y moverse a estudiar a Alemania, y Giovanni, multinstrumentista brasileño recién llegado de varios viajes, ambos conviviendo en una casa que Tito solía frecuentar, recibieron también el convite. Estas 4 personas se juntaron un buen día de finales de primavera a ver qué resultaba, sembrando así la semilla, el primer ensayo. “Apronta el Mate” fue la primera canción que se ensayó.
Ya al segundo o tercero se habían sumado Daniel, percusionista portugués de larga amistad con Tito, y Chiara, tecladista italiana que Facundo había conocido en algunas de las juntas que tenían lugar en la casa donde vivía, y que recientemente había llegado a Portugal luego de una larga travesía seminómade de varios años. Hubieron algunas pruebas, ensayo y error, gente que vino y se fue, pero este núcleo de 6 personas fue el que se mantuvo estable durante un verano complejo, de mucha incertidumbre y especulación respecto al virus Covid. Con ensayos esporádicos y luego fugaces presentaciones en la calle, la banda rápidamente consiguió armar un repertorio suficiente para montar un show, y estuvieron a ese ritmo hasta que volvieron a caer las restricciones.
A seguir del verano, se unió Manu, clarinetista y saxofonista chileno que había llegado a Europa de gira con otra banda, y decidiendo extender un poco su estadía al final del tour, había sido tomado por sorpresa por el cierre de fronteras y las subsiguientes cancelaciones de vuelos. Entusiasmado por encontrar una banda de cumbia en un escenario tan aleatorio, completó el septeto que inició esta historia. La distribución final de los instrumentos vino con el enroque de Isidro y Chiara: a falta de bajistas disponibles, Chiara pasó a comandar el acordeón y el teclado, para dejar a Isidro a cargo del bajo. Todos los planes que teníamos se vieron irremediablemente postergados por el gran impulso que todos sentimos en este grupo. Hasta el día de hoy, con la excepción de Giovanni, que decidió dar un paso al costado para dedicar su energía a su proyecto solista, la banda se mantiene igual.
Con este álbum debutan a lo grande, ¿nos pueden contar un poco sobre la intención que tienen de generar alegría con la cumbia y cómo eso influye en su proceso creativo?
La alegría es inherente a la cumbia. Se escucha el “chi ki chí – chi ki chí” del güiro y ya se te mueve una patita, se relaja el ceño y pinta una sonrisa. En este estado se nos hace más fácil contar lo que se quiera contar, bailar las penas y las alegrías. Así, nuestro proceso creativo surge de la necesidad de liberar diversas emociones internas. Siguiendo estas emociones, se crea una suerte de estructura prima, una idea base, que luego se trabaja en conjunto. La enorme mayoría de las veces, nuestras canciones han nacido así, y ahora nos llena de alegría poder finalmente entregar el resultado de lo que han sido estos 4 años de ires y venires juntos, que han estado llenos de lindas historias y aprendizajes.
Como una banda que viene desde muchos lugares, pero se asientan en Portugal, quienes son lationoamericanos ¿cómo ven la relación con Europa?
Es siempre un poco confuso: a algunos nos pasa que aún luego de 5 o 6 años viviendo por estos lados, no conseguimos reconocer en Europa ese espacio que sí reconocemos de donde venimos. Es diferente el aire, diferente la gente, diferentes los pájaros, las temperaturas, los dichos populares… Llega un momento en el cual uno siente la necesidad de mirar atrás y extender una mano de vuelta a nuestra querida Sudamérica, sentir ese abrazo. A otros nos pasa que somos más desarraigados quizás, y si bien nos encanta la idea de volver esporádicamente a visitar a aquellos que dejamos atrás, no sentimos esa extrañeza en otra tierra. Pero todos coincidimos, en mayor o menor medida, en que es aquí en Portugal donde tenemos andando esta familia musical, y eso tiene un ascendente súper importante a la hora de tomar decisiones. Quien quiere volver a visitar a la familia y amigos, sabe que eso tendrá que hacerse entre enero y marzo, el invierno europeo donde casi todo está paralizado. Quien siente la necesidad de escaparse por cualquier razón, sabe que tiene que informarnos bien. Nuestras prioridades están bien ordenadas en ese sentido, hay un equilibrio bastante sano y orgánico en eso.
En sus propias palabras, ¿cómo describirían la propuesta sonora del álbum debut de Curcumbia?
Como un experimento ecléctico, un caldo de ritmos y sonoridades que se cocina al fuego de Su Majestad la Cumbia. Nos gusta jugar con las infinitas posibilidades que ofrece en términos de hacia donde llevarla, cómo hacerla crecer, como hacerla desaparecer para luego volver a arremeter, como darle dinámicas diferentes a un ritmo tan encantadoramente sencillo. Siempre está ahí, como columna vertebral, y la banda se encarga de ir explorando a su alrededor, volviendo siempre a ella.
Vemos que en las letras, mucho del contenido son experiencias de viaje por Portugal y muchos otros lados. ¿Cómo ven la relación entre las letras y la música en su álbum?
Los viajes, principalmente los de Facundo por Sudamérica, son uno de los motores fundamentales de inspiración y creación. Hay un dicho que se refiere a la cumbia como “la realización del sueño de Bolívar”, una Latinoamérica unida, y lo vimos fuertemente reflejado en muchos viajes por estas regiones, donde siempre aparecía ella, la cumbia, que hermanó a las personas como una Kundalini latina. La mayoría de las canciones de “Fuerza Semilla” son la orquestación de composiciones e ideas previas gestadas en estos viajes, que fueron grabadas de forma casera (o bañera en realidad, porque solían ser grabadas en los baños de las casas de quienes daban alojamiento) junto a Luchín y Gonza, amigos de ruta, y posteriormente liberadas a los miembros de Curcumbia para que cada cual interprete según su sensibilidad musical.
Sabemos que van avanzados en su segundo álbum ¿tienen pronosticado otro lanzamiento?
Tenemos ideas y composiciones suficientes como para dejar todavía algunas fuera del segundo álbum, la verdad, pero no queremos apresurarnos. Tras la experiencia de grabación de este primer disco, que nos costó bastante tiempo y paciencia por cuestiones que no supimos prever en su momento, queremos buscar una forma más práctica y menos tensa de grabar un segundo trabajo discográfico. Para eso estamos viendo la manera más conveniente de obtener financiamiento, sea con Crowdfunding, fondos concursables u otras posibilidades. Pero sabemos que queremos invertir en un trabajo de calidad, y que no queremos esperar demasiado tiempo antes de concretarlo. Esperamos de cualquier manera que este lanzamiento nos abra nuevas puertas, tras las cuales quizás, por qué no, pueden estar las respuestas al segundo álbum.
Queríamos saber por sus próximos shows y si piensan venir a Latinoamérica a girar con su nuevo álbum.
Nuestro show de lanzamiento el viernes 13 de diciembre es el último agendado para 2024. Hay todavía una posibilidad de tener conciertos de último momento con motivo de Navidad y Año Nuevo, pero ya estamos dando la temporada por cerrada hasta marzo o abril. Tuvimos una linda propuesta para irnos de gira a México durante el primer semestre de 2025, pero lamentablemente los productores no obtuvieron el financiamiento que esperaban, y parece poco probable que se realice. De cualquier manera, todos esperamos ansiosos el momento de poder girar por Latinoamérica, y de a poco vamos tendiendo los puentes para cruzar el Océano. Tenemos muchas ganas, como mencionábamos, de descubrir qué puertas nos abrirá este lanzamiento.