En 1975 Bowie ya se había establecido como una presencia mundial. Ziggy Stardust ya había muerto y se había adentrado en la actuación con el sustancial film “The Man Who Fell To Earth” lanzado en 1976. Habiendo renacido con “The Thin White Duke”, Bowie se integra en su era post Ziggy con una prolongada adicción a la cocaína atravesando al mismo tiempo experimentaciones con el soul y el R&B con “Young Americans” y la fría representación adictiva “Station to Station”. La fase narcótica culmina con la escapada a Berlín, viaje que se propone como el punto inflexivo en su carrera desplegando la llamada “Trilogía de Berlín” en tres momentos de electricidad hasta espiritual: “Low” (1977), ” ‘Heroes‘ ” (1977) y “Lodger” (1979).
Un 14 de Octubre de 1977, exactamente hace 40 años ” ‘Heroes’ ” aparece como segunda parte de este asentamiento desintoxicante en la ciudad de Berlín y el duodécimo LP de David Bowie. Desde LA a Alemania Bowie e Iggy Pop se retiran de sus adicciones en una ciudad que los lleva al anonimato absoluto, al mismo tiempo que aquel país atravesaba su división geográfica y el krautrock se tejía como resistencia.
El ex Roxy Music Brian Eno como multi-instrumentalista junto a Tony Visconti como percusionista y productor, se unen para realizar un trío de exploración sónica en una valiente declaración de principios, en dónde logran fortalecer el vínculo de Bowie con las crecientes escenas que se desarrollaban en Alemania formando el llamado subgénero alemán por excelencia: el krautrock. Aquel movimiento algo disperso en el que ven inmersos les sirve de modelo para la experimentación artística capturando la calidez y fuerza que caracteriza a las bandas caracterizadas en el subgénero. Destacan referencias directas de Neu!, Kraftwerk, Can, y el solitario de Brian Eno “Discreet Music”.
La trilogía rescata distintos elementos atribuidos al conjunto de músicos alemanes a los cuales podemos englobar de minimalistas. La repetición, la atmósfera atrapante arman aquel sonido progresivo basado en sintetizadores y elementos de música oriental y africana, juntado también al avant garde y el jazz para crear aquel krautrock, término que se ocupa simplemente para el space rock alemán.
“Low” como primer acercamiento se componía de dos partes, la primera englobaba una más familiar y pop, y la segunda una de exploración sónica instrumental que devenía de un “Station to Station”. Esta segunda parte que hoy nos convoca llamada ” ‘Heroes’ ” lanzada a través de RCA Records, fue el único de estos tres acontecimientos grabado en su totalidad en Alemania en el Hansa Studios by the Wall, el cual se ubicaba a 460 metros del Muro de Berlín. El título de este álbum se inserta como una referencia directa al krautrock alemán, aludiendo al track “Hero” del “Neu! 75” de los maestros Neu!.
” ‘Heroes’ ” se compone de 10 temas en los cuales la colaboración es clave. Los créditos de esta trilogía se atribuyen a: Bowie en voces, teclados, guitarra, saxo, koto y pandero; Brian Eno con sintetizadores, teclado y guitarra; Tony Visconti en percusiones y voces secundarias aparte de la producción en conjunto con Bowie; Robert Fripp en guitarra principal; Carlos Alomar en guitarra; Dennis Davis en percusión; George Murray en bajo y Antonia Mass en voces secundarias. La combinación Eno/Bowie tanto en composición como en personalidades era una creación unida por las producciones alemanas tanto como el sentido de libertad que podían adquirir con todo aquel contexto controversial y exquisito cultural y musicalmente.
Este acontecimiento de liberación abre los 40 minutos con “Beauty and the Beast” comienza como enérgico y accesible con traviesos sintetizadores a lo lejos, creando un cierto vínculo con el “Young Americans”. Contagioso en esencia un track que sumerge al receptor en la efervescencia de sus líneas, relevando a un Bowie rehabilitado desde su núcleo. Aquella efervescencia da paso a “Joe the Lion”, una canción igualmente upbeat con letras particularmente ambiguas.
Esta primera parte de 5 temas –en edición vinilo- continua con quizás el mayor himno de David Bowie: ” ‘Heroes’ “. Con seis minutos de duración, tal tema podría prolongarse una eternidad con su dulzura y comodidad, aunque las referencias al contexto son inevitables y directas. ” ‘Heroes‘ ” alcanza la esperanza y alcanza la eternidad en sus gritos de resistencia, Bowie nos sumerge con una voz terrenal y penetrante, que nos hace sentir vivos y nos otorga un propósito.
“I, I can remember
Standing, by the wall
And the guns, shot above our heads
And we kissed, as though nothing could fall
And the shame, was on the other side
Oh, we can beat them, forever and ever
Then we could be heroes, just for one day”
Ya hacia el quinto tema nos encontramos con un gran destello “Blackout“, con un coro sobre dramático y que evoca un pánico certero de tal bello caos del que nos vemos bañados. Ya en la segunda parte de ” ‘Heroes’ ” el cambio es hacia la intensidad instrumental exploratoria. “V-2 Schneider” como referencia al “Florian Schneider” de Kraftwerk, se acerca al jazz upbeat con sus sutilezas y pasajes unidos desde el saxo y las voces esporádicas. Aquel veloz cambio se ve drásticamente contrastado con su sucesor “Sense of Doubt“, sound escape inadvertido y atmosférico, capaz de detener aquel electrizante recorrido y volcándolo hacia un cierto reflejo doomy.
“Moss Garden” entonces devuelve la calidez con una aparición dulce, Bowie dirige el pasaje con su despliegue en el koto complementando Eno por parte con la sintetización casi zen del track, interludio que podría inducirnos una parálisis sentimental. Continuado por “Neukoln” lo alien se inserta como jugada clave, un saxo perturbante con teclas comprimidas en una atmósfera feroz, este segmento instrumental entra para contrarrestar la esperanza con una acidez genuina y certera.
” ‘Heroes‘ ” se arma como un reflejo del zeitgeist de la Guerra Fría y la división de la ciudad de Berlín. Así como el muro separa en dos, este álbum nos entrega dos salidas, dos partes, dos bloques de Bowie. La primera parte agita en su calidad esperanzadora con gritos cálidos y estremecedores, la segunda parte entonces se adentra en el escape instrumental, la contraparte densa en sus capas de oscuridad.
La electricidad en la que nos vemos inmersos revienta a esta segunda aparición de la trilogía para destellar aquellas mezclas culturales, un álbum enérgico y accesible y que logra precisamente equilibrar las otras dos partes de esta triada, la accesibilidad del “Lodger” del 79 y la escapada sónica del “Low“. La trilogía es el ADN de David Bowie, un art-rock trifecta, tres manifiestos extremadamente audaces, una aparición terrenal desde un artista que logra cuestionar la identidad, su propia identidad, su propio ADN, sumergiéndonos en una seguridad y un himno central eterno y visceral en sus 10 temas: ” ‘Heroes‘ “