Con unos ilustres 26 años en el juego, los Mogwai han sellado una de las mitologías más únicas en la historia de la música. Entre títulos sin sentido, un irreverente sentido del humor y un claro rechazo a los tradicionalismos de la industria del entretenimiento, la banda de Glasgow creó su propio universo artístico a punta de exploración e inmensa audacia. Existe una precisión casi matemática en cada una de sus composiciones, una capacidad pictórica de crear ambientes y de capturar sensaciones intensas y abrumadoras.
El conjunto fue formado por Stuart Braithwaite, Dominic Aitchinson y Martin Bulloch en 1995. A partir de ese punto, los músicos vieron la integración del tecladista Barry Burns en 1998, así como la entrada y salida de sus ex compañeros, Brendan O’Hare y John Cummings. Cada uno contribuye una pieza esencial a este rompecabezas sonoro, que a la fecha suma diez álbumes y ha amasado una extensa e impredecible fanaticada.
Una de las grandes fortalezas de Mogwai radica en su propuesta. Con la llegada de su debut en 1997, el entonces quinteto fue puesto al mando de la aún dispersa escena post rock, aquella que aleja las estructuras más características del rock. El grupo ha hecho evidente su desdén por la etiqueta, motivándolos a entrar en una imaginativa búsqueda por derrotar cualquier convencionalismo posible. Hasta hoy, la intención de aquello que buscan comunicarnos es un acertijo sin resolver, pero uno que aún sigue sumando nuevos discípulos.
En Cancha General nos tomamos el tiempo de repasar su fascinante catálogo. Y considerando sólo sus álbumes de estudio principales, presentamos esta pieza que los ordena desde la oferta menos potente hasta el mayor de los clásicos. Aquí, cada postura es debatible, pero lo cierto con Mogwai es que la calidad nunca ha estado por debajo de los estándares. Cada uno de sus trabajos ofrece un trozo de ese universo intangible y místico que sólo ellos pueden conjurar.
10 Rave Tapes
Lamentablemente alguno de los discos tenía que salir al final. Pero desde los momentos iniciales de la nocturna marcha de “Heard About You Last Night”, queda claro que estamos frente a algo especial. Mogwai adapta matices de krautrock y ambient a una colorida y melodiosa bandeja de canciones. Aunque la segunda mitad del álbum queda algo corta de combustible, aún ofrece momentos de luminosa calma en cortes como “Simon Ferocious”, y siniestra tensión en otros como “Repelish” y “Deesh”. Pese al nombre que sugiere un dinamismo electrizante, Rave Tapes es una colección delicada y majestuosa, que quema a fuego lento.
9 Every Country’s Sun
La novena apuesta de los escoceses marca una reunión con Dave Fridmann, productor del aclamado Rock Action (2001). Al mismo tiempo, es el primer material sin contar con John Cummings, quien dejó la banda en 2015. Every Country’s Sun sufre de estar en un lugar donde los álbumes anteriores ya han estado, y con resultados más impresionantes, pero aun así es uniformemente excelente. La gema minimalista de “AKA 47” los acerca a los enigmáticos Boards of Canada, mientras que “Coolverine”, “Party In The Dark” y el tema titular llevan en su ADN la esencia clásica de los himnos de Mogwai.
8 Mr Beast
El quinto larga duración de Mogwai fue lanzado en marzo de 2006 y causó un crossover generacional gracias a su notable referencia a My Bloody Valentine, ya que según el cabeza del sello Creation Records, Alan McGee (el encargado de elevar a Oasis, My Bloody Valentine, Primal Scream, entre otros grandes), este disco “probablemente sea el mejor trabajo de art rock en el que haya estado involucrado. Siendo mejor aún que Loveless”. Y eso no fue solo un elogio, la misma banda considera que este larga duración era el mejor desde “Young Team” – que encontrarás más adelante.
7 As the Love Continues
Estrenado solo hace unos meses, el 19 de febrero de 2021, el décimo de los escoceses es un trabajo creado y presentado en un contexto de pandemia mundial. Las once canciones instrumentales trabajan en contrapunto a sonoridades que a veces se asimilan a la ejecución orquestal. El resultado introspectivo es preciso y necesario para un encierro inusual y crea otro hito artístico en la carrera de Mogwai. As the Love Continues muestra una evolución de instintos y ambiciones representados en texturas que corren directo a tu cerebro.
6 Happy Songs for Happy People
La sorpresiva aclamación del tercer trabajo de Mogwai no les garantizó un éxito estable, y para el 2003 la prensa mainstream parecía estar abandonándolos en favor del resurgimiento del postpunk y el garage rock. El entonces quinteto respondió rediseñando su sonido en favor de una propuesta más accesible y electrónica. Pero Happy Songs for Happy People no es ninguna tarea simplona. La naturaleza laberíntica de números como la inocente “Kids Will Be Skeletons”, la desafiante “Ratts Of The Capital” y la lúgubre “Hunted By A Freak” mantiene los niveles de dificultad nivel Mogwai. Happy Songs tiene una función más transitoria en su carrera, pero su legado tiene un efecto persistente.
5 The Hawk Is Howling
Descarada, fuerte y redentora, atmosférica, reservada y fresca. Así describimos lo que nos produce Mogwai en “The Hawk is Howling”, su sexto álbum de estudio. Y no es azaroso que a pesar de ser uno de los álbumes con menos éxito comercial y que menos se nombra en el canon de la banda, sea a pesar de aquello uno de sus más eficaces esfuerzos de apelar a nuestras sensibilidades. Porque es justamente aquello lo que nos producen, escarbar nuestras emociones y llevarnos a planos sensibles fuera de nuestra rutina. Nos confortan pero al mismo tiempo nos desconciertan. “The Hawk is Howling” es la expresión más salvaje de Mogwai.
4 Hardcore Will Never Die, but You Will
No hay nada más intenso que este LP del 2011, y decir intenso cuando calificamos a Mogwai es sin duda controversial. Porque no hay álbum de la banda que no ataque a las sensibilidades más hondas de nuestro ser. “Rano Pano” es un excelente ejemplo de aquel mortal confort nostálgico; cuando en un crescendo de riffs navegamos por la ciudad nocturna iluminada sólo por leves focos artificiales. Y sin duda esa es la mejor arma de Mogwai: iluminarnos con pasajes que manifiestan imágenes melancólicas, familiares y al mismo tiempo instrumentalmente brutales.
3 Young Team
Su célebre debut se mantiene hasta hoy como uno de los estandartes del conjunto, en el que rápidamente lograron definir su identidad sonora. Al ser el primer LP de su discografía, “Young Team” está cargado de una energía cruda en la que se desbordan sus influencias, con reminiscencias de sonidos de finales de siglo: desde Slint hasta My Bloody Valentine, en una explosiva mezcla de géneros que parecen configurar esa esquiva e innecesaria etiqueta de post-rock. Es también la génesis de íconos como “Mogwai Fear Satan” o “Like Herod”, las que siguen siendo piezas fundamentales de su repertorio e inevitablemente conducen el futuro de su discografía. Una sesión introspectiva y siniestra, donde se infunde temor y se fomenta la belleza.
2 Come On Die Young
Mogwai es eficaz con muy pocas palabras que abren manifiestos sonoros impecables. Desde EPs que forman títulos de protesta y poleras que apelan a la crítica del estado de la música al mismo tiempo, ”Come on Die Young” se acerca como un ensayo de las más potentes e inusuales golpes de post-rock. Los escoceses nos brindan una irónica jugada con “Punk Rock”, apuntando al constante esfuerzo de los medios por encasillar a bandas en un solo género; “Punk Rock” no podría estar más lejos de ser una canción clásicamente punk o no? Lo interesante e importante de este LP es como las distintas referencias y fusiones que nos imponen Mogwai se sienten aún relevantes, aún con capas por descifrar, aún nos afectan emocionalmente. “Come on Die Young” es la muestra de que esta melancolía sonora de Mogwai no sólo expande sus propios límites a nivel instrumental sino que también su propio vocabulario emocional.
1 Rock Action
El primer lugar se lo toma un momento clave en la historia de Mogwai; “Rock Action” no solo representa un antes y un después en el sonido de la banda, sino que se erige como una enérgica y profunda sátira contra el “post-rock”; el mismo título es una burla al contenido del álbum, pues el producto final es una extraña criatura que está lejos de reducirse únicamente a la limitante etiqueta del rock. La inclusión de nuevos estilos e instrumentos –sumados a la brillante producción de Dave Fridmann– sirven al fin de engendrar una segunda génesis para la banda, pues si con “Young Team” definieron (lo quieran o no) al Post-Rock, en “Rock Action” logran definir a Mogwai. Ya a 20 años de su lanzamiento, emblemas como “You Don’t Know Jesus” o “2 Rights Make 1 Wrong” parecen seguir innovando y mantienen aún su fresca capacidad para sorprender. Notas espesas que se inyectan lentamente en nuestros oídos: esto es Mogwai, entre lo bello y la penumbra.