La noche era fría. El público estaba cansado, con el agobio típico de un domingo. La banda derrochaba energía. El último encuentro con Franz Ferdinand se tiñe de gris, uno oscuro opacado por la poca entrega del aforo de Parque O’Higgins pero con ciertas tonalidades clara por lo íntimo que se tornó su cita. Tras ello, maletas arriba del avión, comenzaban a configurar su siguiente paso, uno fuera de Franz Ferdinand pero dentro a la vez: un proyecto colaborativo con Sparks bautizado ‘FFS’.
Años dentro de este círculo, con todos sus componentes puliendo ritmos junto al dúo norteamericano, pero llegó el momento de volver a sus raíces, al sonido frenético que marcó sin fronteras a toda una generación. Tras su último show en Bogotá, Colombia, el 5 de octubre de 2014, Alex Kapranos y compañía anunció su retorno a los escenarios: será en su natal Escocia— en el festival Belladrum Tartan Heart—, en agosto próximo.
Una información que llega de la mano con su venidera quinta placa; ella ya encuentra sus primeros bosquejos con una fecha de edición indeterminada según consigna NME. No olvidemos que esta suerte de ‘retorno’ del conjunto, tendrá como principal novedad la salida del guitarrista Nick McCarthy.
«Cuando registramos o giramos, se necesita un compromiso de tiempo completo, un mínimo de un año y medio, el cual se pasa lejos de casa. Nick tiene una familia joven y no quiere estar lejos de ellos por un período tan largo. Nos encantaría decir que esto es el resultado de diferencias personales o musicales, pero no lo es. Guarda relación con las prioridades que se le da a la banda», razonaron.
Pero, ¿qué orientación sonora tendrán en esta oportunidad? De momento se desconoce, pero el conjunto afirma, será algo de lo cual estarán ‘orgullosos’ de presentar al mundo: «Pensamos en separarnos antes de volver a grabar. Sacar un disco más o menos digno para nosotros estaba fuera de discusión. No soporto esas bandas que graban solo porque no saben hacer otra cosa y tienen facturas que pagar. Empezamos haciéndonos esa pregunta: ¿nosotros todavía podemos hacer canciones de las que nos sintamos orgullosos para presentarle al mundo? Si no, se terminó», narraron a Losinrock.
«Los músicos quedan paralizados en el tiempo cuando se vuelven exitosos: no evolucionan más intelectualmente. Yo ya estaba en la edad adulta cuando finalmente conocí el éxito, así que no me quedé en los 17. ¡Pero sí en los 30! Ya había solucionado los problemas del ego», sentencian.
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