La furia de Kings Of Leon se hizo sentir a totalidad ayer en el VTR Stage. A eso de las 22.00 hrs, el cuarteto norteamericano salió a escena para presentar parte de su último y sexto larga duración, “Mechanical Bull” (2013), más los éxitos que ya han cosechado con sus anteriores registros.
Como era de esperarse, “Supersoaker” fue la elegida para abrir los fuegos de una noche que se caracterizó por la potencia constante de la banda. Destacable fue también el recibimiento del público, el cual no paró de disfrutar con cada tema que era interpretado por los Followill; sin duda, los diez años de espera se hicieron notar.
El concierto continuó con “Fans”, canción que dejó en claro esa efectiva simplicidad por la que apuesta el conjunto. Guitarras, baterías y la intensa voz de Caleb Followill, como ingredientes de esa fórmula que Kings Of Leon ya domina a la perfección. Por su parte, “The Bucket”, “Radioactive” y “Molly’s Chambers”, perteneciente a su álbum debut “Youth and Young Manhood” (2004), mantuvieron en alto la energía que de comienzo a fin reinó sobre el escenario.
“Cold Desert” y “Pyro” constituyeron los momentos más emotivos del show, mientras que la brutal “Crawl”, en la que deslumbró el extraordinario Matthew Followill con la guitarra, volvió a traer el desenfreno que dominó gran parte del espectáculo.
El broche de oro fue puesto con las coreadas y aplaudidas “Use Somebody” y “Sex on Fire”, ambas del popular disco “Only by The Night” (2008). Canciones que evidenciaron la madurez y grandeza musical que la banda prematuramente alcanzó en su carrera, y que ratificaron el porque ya se les considera como uno de los grupos consagrados de nuestra época.
Kings Of Leon demostró lo que sabe hacer aprovechando al máximo la hora y media que duró su presentación. Su concierto indiscutiblemente logró cumplir con la gran expectativa que había sobre ellos; ahora es de esperar que la próxima visita no demore otra década en realizarse.