La emoción generada por el show de This Will Destroy You dejó al público en un estado de catarsis mientras el escenario quedaba vacío a la espera de la próxima banda. La técnica de la calma y el crescendo funcionó por donde sea que se mire. Sin embargo, la programación del festival daba a entender que los estados de ánimo variarían con cada nuevo espectáculo y por lo tanto, la propuesta de The Radio Dept. se hará cargo de sacarlos de ese estado para llevarlos a un nuevo trance.
Los suecos vienen en un periodo bisagra en su carrera.El lo-fi fue dejado un momento de lado para acercarse al pop más electrónico, pero siempre con el rasgo esencial de unas voces difusas y delicadas. RunningOut of Love, editado el 2016, también trae una nueva identidad lírica a partir del análisis de la situación política y social de su tierra madre. Su visión del momento que vive Suecia se les hizo imposible de ignorar hasta el punto en que las canciones de amor ya no florecían en su proceso creativo, cambiándolas por un mensaje político acompañado de melodías un poco más fáciles de digerir.
SlobodaNarodu, que del idioma serbio-croata se traduce en “libertad al pueblo”, fue la canción escogida para iniciar el show, y la primera aproximación a la nueva ideología que enmarca RunningOut of Love. “Commitedtothe Cause” continuaría en esa línea y con Martin Carlberg en el bajo como protagonista de una canción tan bailable como cantable. La tripleta inicial de Running… se cerraría con “WeGotGame” que usando un motor electrónico muestra la primera aproximación efectiva al dance, al que pocos escaparon.
Arriba del escenario se puede ver una batería desocupada mientras que los tres integrantes de la banda se limitan a la guitarra, el teclado y los sintetizadores y un Carlberg capaz de interactuar principalmente con el bajo, una guitarra secundaria y otros synths durante el show. A medida que avanza el espectáculo, la impresión de que la batería responde a la banda anterior o a Slowdivey no a un lugar por el que Carlberg transitará, agarra más fuerza, por la simple razón de que es evidente que los patrones rítmicos y las percusiones son abordados por Daniel Tjader resultan suficientes y que llevar las baquetas a ese instrumento resulta innecesario y anticlimático.
“David” y “Heaven’sonFire” cosechan lo cultivado en su Clingingto a Scheme, del 2010 y que se ha transformado en un disco de culto en la escena del dream-pop y lo-fi. La inclusión temprana de estas canciones refleja la confianza de la banda en su repertorio, abogando más por un show completo y estructurado de una forma en que los “caballitos de batalla” sean casi una canción más.
Fue el propio Johan Duncanson quien reveló la noticia de la jornada. The Radio Dept. tendría un sideshow cerca del barrio bohemio de Santiago, dentro del íntimo local de Purísima 251. En una tendencia recurrente de Fauna, que ya ha trasladado algunos de sus números importantes a locales reducidos y mucho más accesibles al momento de obtener tickets. Ya pasó con Real Estate en el Primavera Fauna 2014, y con DIIV en un show gratuito y de culto en la Ex-OZ un año después.
“Swedish Guns” vuelve a colocar a la música como un medio de crítica, esta vez para abordar la gigantesca industria armamentista de Suecia. Una canción que suena como un tránsito entre una electrónica industrializada en sus extremos y un pop onírico como centro. “Teach Me to Forget”, interpretada en una escala distinta al disco, al igual que varias canciones del show, inicia con un latido constante que resuena en los cuerpos y los pies de los asistentes. Canción fundamental de su disco estrenado el año pasado y que el público canta al mismo tiempo que baila.
Es evidente que Running Out of Love ha ayudado a enriquecer tanto su discografía como sus presentaciones en vivo. La inclusión de varias de sus canciones en el setlist les permitió navegar por una gama de climas bastante extensa, siempre con una base electrónica que en vivo obtiene una fuerza sorpresiva para incitar al baile. Característica cuyo clímax se traduce en “Occupied”, la última del show, que hace del dance su motor principal y en donde Daniel Tjäder parece disfrutar mucho más que en el resto de show, posiblemente explicado por sus orígenes en el dúo sueco Korallreven, donde transitaban por varios estilos de la música bailable y del synth-pop.