La premisa era ambiciosa, elegante: romper esquemas impuestos por la industria y prensa, para simplemente tomar su guitarra y componer en la soledad; cesando de la incesante ayuda de productores, que terminaban por orientar los procesos creativos a su merced. On my One, tercer álbum de estudio de Jake Bugg, fue el simbolismo de aquello, pero tan pronto alcanzó connotación pública, cayó. Un sonido bastante alejado de lo habitual del británico, que transitaba muchas veces sin previa advertencia por una infinidad de géneros. Paladares melómanos perspicaces lo agradecieron, no así su fanaticada más acérrima. Hecho que lo remeció y sirvió de inspiración para su cuarto LP.
La mente tras Shangri La es enfática en afirmar que se está poniendo presión a sí mismo; que su anterior álbum no obtuvo la respuesta que esperaba, motivándolo a diseñar su ‘mejor registro’ a la fecha. «Es un momento muy importante para mí como artista. Es el momento de detener la diversión y trabajar un poco más. Quería simplemente trabajar en el estudio un poco más», afirma.
De cualquier forma, se niega a entregarse a sus raíces: ellas que lo establecieron como un fenómeno mundial. No por un declive en la opinión de sus creaciones, modificará sus influencias para ‘volver a ser el mismo de siempre’, razona. «También es divertido cambiar las cosas y tocar en lugares más pequeños. A veces, hacerlo en los más grandes es bastante frío.Estoy entusiasmado con los festivales de verano . Será bueno tocar algo de música nueva en estos momentos. Creo que tal vez en el último disco no he estado afortunado. Pienso que mis seguidores no han disfrutado tanto como de los dos anteriores, en honor a la verdad. Pero sólo porque a la gente no le guste, voy a desaparecer y tratar de hacer algo que suena igual, como al principio de mi carrera. Eso sería aburrido para mí y para los fans», agrega.
¿Posible inspiración? El country. Es más: Bugg revela que ya trabaja con un productor en Nashville. «Obviamente estoy un gran fan de la música country, así que era increíble estar alrededor de todos esos grandes músicos. Algunos de ellos tocaban con Elvis .He estado trabajando con un productor en Nashville, así que estoy ansioso por tocar con algunos músicos de Nashville, pero en directo», expresa como bien consigna PyD.
Recordemos que el oriundo de Clifton, pactó su retorno a Sudamérica a fin de promocionar su ya citada tercera placa. La fecha agendada para Chile es el 14 de marzo en la Cúpula Multiespacio (ex Teatro La Cúpula). Entradas disponibles por sistema Ticketek con un valor general de $33.000.
El título del registro que vendrá a presentar, proviene de un dicho de su pueblo natal, en los midlands (sectores centrales de Inglaterra): «En muchas maneras , resume este disco, ya que todo ha sido por mi cuenta». «El blues es mi género favorito. Ya se trate de soul o el hip hop, todo se debe a los temas de blues. Para mí el blues significa que cantas con tus emociones y expresas tu dolor para que otros puedan sentirlo. Esa es la belleza de la música. Por lo menos, me gustaría pensar que lo he logrado con este disco», explicó sobre el toque del género que le dará al sucesor de «Shangri La». «Vi esto como el siguiente paso lógico en mi desarrollo como compositor. Era un reto, pero algo me decía que tenía que hacerlo», continúa.
«Hay canciones que la gente realmente puede bailar. He estado escuchando Smooth, la emisora de radio británica. Esas canciones de los años 70, había una calidez en ellas que no tiene el pop de hoy en día. Mis compañeros de Clifton [Nottingham] escuchaban hip-hop, si puedo tomar algunos elementos frescos del hip-hop y mezclarlos con la guitarra, sentiré que soy yo. Este álbum es muy diverso, todas las pistas son diferentes, pero espero que todavía haya suficiente para complacer a los viejos fans también», concluyó.
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