Ella Yelich-O’Connor, la heroína neozelandesa del pop que adopta uno de los seudónimos más vibrantes de hoy: Lorde. Time Magazine la nombró una de las adolescentes más influenciales del siglo XXI luego de su brillante álbum debut “Pure Heroine”, el cual la separó de la común agenda de sus contemporáneos, algo que Dave Grohl en su momento llamó “stripper pop“. Esta escena saturada y acelerada encontró en la lentitud y oscuridad de Lorde un espejismo de frescura, el futuro de una escena que ella crearía para ensamblar un pop honesto y radicalmente diferente. La interrogante que nos hacemos hoy es, ¿cómo y por qué es que Royals cambió el pop?
Esta pregunta nace desde Youtube. Un vídeo titulado “How Royals Changed Pop Music” nos explica los detalles detrás de este single y exactamente el por qué de este giro tangencial en la escena del pop estadounidense (que deriva de la neozelandesa) hacia una reinvención del género, al menos desde lo alternativo.
Ella fue “descubierta” por el sello Universal a la temprana edad de 12 años mientras ella cantaba junto a compañeros del colegio en un “show de talentos” escolar. Fue ahí cuando este sello internacional le ofrece un contrato para poder lanzar su primer EP “The Love Club” que incluía a Royals como parte de sus cinco canciones. Universal para asegurar el éxito de tal joven artista le proporcionó profesores de canto, productores y cantautores afines para comenzar su proceso de escritura. Este inocente single “Royals” al parecer fue escrito en tan solo 30 minutos y destella una ávida crítica hacia la cultura pop contemporánea y su afán materialista, también realzando el origen de Lorde, un pequeño país de Oceanía en donde los lujos no parecieran haber sido parte de su vida.
Fue en el 2013 que Royals alcanza a ser parte del Hot 100 siendo Ella la artista más joven en alcanzar el mejor puesto del ranking -con tan solo 17- en un período de 26 años y la artista mujer más joven en ser número quitándole el puesto a un artista hombre en 17 años. Este gran acontecimiento titulado Royals se llevó dos Gammys, uno por mejor nueva artista y el otro por el mejor single del año, el cual hoy se encuentra con certificado de diamante en Estados Unidos, es decir ha superado las 10 millones de ventas. Pero en concreto, ¿qué es lo que lo hace tan grandioso y diferente?
Partiendo por estilo, Royals está a 85 BPM (Beats por minuto), siendo que el pop que lideraba los charts estaba por sobre los 100 BPM. Tenemos a “Wrecking Ball” de Miley Cyrus con 120 BPM, “Work Bitch” de Britney Spears con 128 y “Applause” de Lady Gaga con 140 BPM. Hasta el 2013 la norma del tempo en pop era al menos por sobre los 100, y desde que Royals utilizó un tempo más cercano al R&B el pop tomó conciencia del éxito de esta divergencia., siendo que desde el 2015 el tempo de aquel género se tornó más lento considerablemente, reflejándose de gran manera en los charts de los últimos 3 años.
En cuanto a la producción del single, ésta estuvo a cargo de Joel Little, quien produjo tanto “The Love Club” EP como el debut “Pure Heroine”. La dirección de esta producción fue una “minimalista” y cruda, Joel se preocupó de dejar la voz de Lorde como el eje principal, casi como un formato de acapella que se rellena con sintetizados pasajes que derivan del hip hop y el R&B. Una producción completamente opuesta a la claustrofobia, una abierta y poco densa que posee aires en los cuales se encuentran los detalles finos e increíbles de este tema.
Otra interesante tangente es la estructura melódica que destella de Royals, aquí se utilizó algo llamado Mixolydian Mode Scale (Modo Mixolidio) el cual es más comúnmente utilizado en el rock o en el blues clásico. Lo interesante del uso de este modo es el estado anímico asociado, ya que aquel “estado” se remite a uno que no es en esencia ni feliz ni triste, sino que no posee una sola emoción que le pertenezca, viéndose afectado en Royals por las densas melodías de Ella. The Beatles y The Grateful Dead utlizaban esta escala regularmente, siendo “All Apologies” de Nirvana también compuesta con esta estructura melódica.
Respecto a la escala utilizada Lorde rompe con la norma utilizando una escala menor, poco o casi nada utilizada en el género en cuestión hasta aquel punto. En el 2015 ya el 87% de las canciones derivadas del pop estaban compuestas con escala menos. ¿Coincidencia?
El último punto a tratar respecto de Royal -y el último en el que ahonda el vídeo- es la voz de Lorde. Su voz es el instrumento más importante en sus composiciones, es una voz que ha sido descrita como humeante, rasposa, apasionada y poderosamente enigmática. Su peculiar y profunda voz resuena no por su volumen ni intensidad, sino que por su forma de susurrar en el canto, algo que destella como seco, sensual y poco común; algo que se decribió como voz con un propósito más allá de lo especulado. Si bien cantantes como Ariana Grande y Taylor Swift resaltan por cantar con una “full body voice“, Lorde se rehúsa a apelar a lo mainstream, sino que busca nuevas formas de aproximarse a una audiencia que ya para ella es masiva. Así, nacen los símiles vocales de Ella, ya que su voz penetraba como interesante se potenciaron artistas que apelaban a esta innovación en el pop, Lana del Rey, Melanie Martínez, Halsey son ejemplos de como este “Whisper pop” se transforma en “trend“.
No es coincidencia que Royals aparezca como una refrescante innovación en el pop, desde una adolescente neozelandesa que se impone con su nacionalidad y peculiaridad efervescente. Lorde ha logrado transformar la escena pop mundial de forma inconsciente logrando que algunas tangentes del pop cambien su dirección. Producción, composición, voz, tempo, propósito. Todo apunta a un plan mayor de no sucumbir ante las tendencias, si no destellar desde las peculiaridades personales, componer desde la experiencia y destellar un pop honesto y con propósito. Esto es el por qué la presencia de Lorde en Fauna Primavera es esencial, efervescente y necesaria. Asistir a este acontecimiento no es opcional.