Por: Nicolás Gómez, Isidora González Kukulis, Salvador Leiva y Cristóbal Sepúlveda.
Este 2017 trajo consigo un sin fin de sorpresas al mundo. Un 2017 que destelló singularidades musicales en abundancia sin pretensiones de género, nos atacaron desde los más variados rincones del globo; pop, rock, trap, rap, psych. La exploración no se contuvo. Si bien en estos días hiper-conectados no podemos mantenernos al tanto de los millones de los lanzamientos y nuevas melodías, este año nos propuso una nueva e interesante paleta de colores. Hemos rescatado lo que nos han parecido los mejores y más interesantes álbumes que este curioso 2017 nos ha traído. Los dejamos con los 52 mejores álbumes de este año.
52.- Phoenix – “Ti Amo”
Phoenix encontró inspiración en la Italia de mitad del siglo XX para crear un trabajo que demuestran que una de las bandas emblemas del indie contemporáneo sigue en plena forma. Sus letras a veces son una mera enumeración de referencias a la cultura e identidad mediterránea, con un toque romántico y mucho estilo.
51.- Four Tet – “New Energy”
El nuevo disco del prolífico productor, que la década pasada marcó el camino del IDM, ahora enfocado en la pista de baile, parece desaprovechar todo su potencial haciendo canciones folktrónicas que luchan, pero fracasan en trascender.
50.- Pond – “The Weather”
“The Weather” se posiciona como el más calmado y suave de las producciones de Pond, términos que jamás conectaríamos con la banda australiana, pero que se encargan de abrir nuestra propia percepción y experiencia intergaláctica del conjunto. Aquellos términos con los cuales nos atreven a enfrentar quedan como una buena forma de aproximarse, muy versátil por lo demás continuando con el calificativo que creemos expresa de mejor manera a Pond: inesperado.
49.- Mount Eerie – “A Crow Looked at Me”
La muerte es real. La letra desgarradora de cada una de las canciones de este álbum son un vívido retrato de cómo es la vida cuando la muerte toca la puerta. “Ser tragado por un silencio que no tiene fondo y es real”. Mount Eerie entrega su mensaje a través de temas grabados, con una voz catatónica y desolada, en el mismo cuarto donde su esposa pasó sus últimos días.
48.- Daniel Caesar – “Freudian”
Daniel Caesar ya nos había convencido el año pasado con “Get You”, el tema donde junto a Kali Uchis hacían un R&B exquisito y refrescante a lo que se venía haciendo. Freudian no fue más que la confirmación del talento para crear canciones sensuales en su forma, y profundas en su contenido.
47.- Bonobo – “Migration”
En un gran salto en calidad para un artista con una carrera de más de quince años. Simon Green, aka Bonobo, entrega varias dosis de downtempo y canciones hechas derechamente para la pista de baile. Los ft. con Nick Murphy y Rhye demuestran su capacidad para transitar por polos opuestos y crear atmósferas melancólicas y otras donde tu cabeza no para de moverse de para ambos costados.
46.- Algiers – “The Underside of Power”
Hay una energía de confrontación en “The Underside of Power” que fomenta la conversación, y no el abandono entusiasta. Es un enfoque poco ortodoxo que los distingue de inmediato. “The Underside Of Power” es justo, vicioso y vital. De hecho, es interesante ver cómo un álbum tan pesado puede ser tan cinético, tan compulsivo, así que la palabra parece incorrecta, pero funky. Un acercamiento potente y visceral de Algiers.
45.- Roger Waters – “Is This the Life we Really Want?”
¿Qué tiene para ofrecer un músico de 73 años, que lleva dos décadas y media sin lanzar nada nuevo, y que ha basado un tercio de su carrera en hacer obras y conciertos solamente para tributar lo que hizo con su banda madre? Un muy buen disco. Roger Waters logra un trabajo plasmado de realidades que están sucediendo ahora mismo en nuestro planeta. El viejo crack renueva también sus credenciales musicales, con un trabajo que logrará satisfacer tanto los oídos de viejos como de nuevos auditores de Pink Floyd.
44.- Feist – “Pleasure”
11 canciones que retratan la calidad de una cantautora Canadiense de 41 años que aún no llega a su techo creativo. Leslie Feist aún tiene mucho que demostrar, y “Pleasure” pareciera ser sólo la punta del iceberg. Si en su próximo lanzamiento entrega cortes más concisos y precisos que éste, aquel hecho podría significar el reconocimiento internacional para la norteamericana.
43.- LCD Soundsystem – “American Dream”
LCD presenta entonces 70 minutos de regreso, 70 minutos de ritmos retorcidos con reclamos hablados, en donde la producción quizás no llegó a la altura de sus pasadas glorias. Aún así LCD se muestra sólido, destella esperanzas que habíamos consideradas perdidas, se inserta desde una “midlife crisis” indietronic con pasajes burbujeantes y eclécticos. Con altos y bajos emocionales este nuevo LP inserta nuevos territorios y nuevas intrincadas capas, efervescentes nuevamente renacen de unos aproximados 5 años de calma, vuelven sudorosos, vuelven cambiantes y vuelven infecciosos.
42.- Fleet Foxes – “Crack Up”
Con ‘Crack-Up’ Fleet Foxes publican su trabajo más complejo a la fecha, dejando con una marca en la música folk difícil de borrar e igualar. Si hablamos de etiquetas, es folk progresivo lo que más cercano que podría caracterizar la música de los oriundos de Seattle.
41.- Beck – “Colors”
Posterior al aclamado y melancólico “Morning Phase”, Beck se encuentra con su lado colorido y psicodélico. Creando himnos bailables de notoria influencia pop y alternativa, el norteamericano vuelve a mostrar su cara divertida y a moverse al ritmo de los pulsos hipnóticos que han caracterizado a sus trabajados menos serios.
40.- Big Thieft – “Capacity”
Big Thief es una de esas bandas que ya no se ve muy a menudo: lanzamientos año tras año, letras personales y atrapantes más una voz llena de personalidad, melancolía y destreza que posee Adrianne Lenker. Las etiquetas pasan a segundo plano con ‘Capacity’, donde la música habla por sí sola.
39.- Alex Cameron – “Forced Witness”
El segundo LP del australiano Alex Cameron se inserta como una audaz jugada hacia la caracterización ochentera. “Forced Witness” se presenta como un choque entre contenido y forma que resulta sabroso para tales pasajes melódicos. Un acontecimiento dinámico que logra poner su dinamismo y colores como mayores fuerzas, contrastando con las líricas que apuntan hacia una crítica mirada de la sociedad hiper-globalizada. Fusiones new-wave que destellan un millón de referentes del siglo pasado celebran un recorrido que ahonda en su calidad melódica con una explosión de colores imparable.
38.- Trivium – “The Sin and the Sentence”
El octavo trabajo de los estadounidenses es un conjunto de composiciones de pesadas sólidas y alucinantes. Un movimiento poético acompañado de iracundos cortes de metal. Voces desgarradoras que fluyen entre guitarras potentes y arreglos hipnóticos. Trivium da razones para no creer que la música pesada está lejos de morir en una época de ritmos eléctricos.
37.- The Black Angels – “Death Song”
“Death Song”, su quinta larga duración, es diferente a todo lo que han hecho antes y también el álbum más puramente Black Angels que han lanzado. The Black Angels han salido de la oscuridad con otro disco de rock atrapante y alucinante, abundan las puñaladas contra la corrupción y la avaricia. Despiertan visuales atrapantes en su mínimo y abundan en riquezas lisérgicas que se desenvuelven como narcotizados pasajes de una dulzura bastante ácida.
36.- Perfume Genius – “No Shape”
Es evidente la gran cantidad de puntos altos que “No Shape” entrega, como así también incuestionable la calidad compositiva y talento vocal de Mike Hadreas. El disco transmite emociones desbordantes, momentos pop disfrutables, y frágiles baladas de piano capaces de enternecer a cualquiera. Todos estos aspectos hacen que Perfume Genius se matricule con un disco de gran calidad, en todo ámbito posible.
35.- The Drums – “Abysmal Thoughts”
En el primer intento de Jonny Pierce como único miembro original y productor del nuevo disco de The Drums resulta grato, al lograr consistencia en los 12 tracks que posee ‘Abysmal Thoughts’, retratando una banda sólida y a un trabajólico Pierce que siempre quiere dar lo mejor de sí.
34.- The War On Drugs – “A Deeper Understanding”
Siguiendo el formidable “Lost in the Dream”, The War on Drugs aparece con un larga duración onírico e hipnótico. Un conjunto de melancolía psicodélica en baladas pop. El álbum es meticuloso y sincero, un viaje al núcleo del alma de Adam Granduciel. Las melodías se encuentran en arreglos magnéticos de música indie. Una perfecta adición al maravilloso trabajo que la agrupación ha hecho durante la última década.
33.- King Gizzard and the Lizard Wizard – “Murder of the Universe”
“Murder of The Universe” finalmente nos propone 3 narrativas separadas que apuntan hacia el denso apocalipsis, posicionándose como su trabajo más oscuro e intenso hasta la fecha. La trilogía narrativa se enmarca en lo adictivo y cohesivo, una apuesta narrada que juega en los límites conceptuales de la banda. Un álbum que hace de la muerte su tema principal, de una manera literal y visceral, extremadamente visceral, creando entonces un álbum conceptual capaz de terminar con todos los álbumes conceptuales creados por la banda.
32.- Sampha – “Process”
El compositor y productor británico por fin deja las sombras en las que se acostumbró creando para Drake, Solange y Kanye West, para entregar un disco personal y con el piano como co-protagonista. Un disco cruzado por la tensión de extremo a extremo, donde los momentos más intensos son en los que prescinde de ayuda externa y solo actúa con su voz.
31.- Paramore – “After Laughter”
Después de un receso de cuatro años, la salida de su bajista y el regreso de Zac Farro, Paramore salió transformado en una banda nueva. La reinvención en los pilares de su sonido sirve como una colorida fachada a la lírica íntima, despechada y pesimista de Hayley Williams, que una vez más entrega una performance honesta y con personalidad.
30.- King Gizzard and the Lizard Wizard – “Sketches of Brunswick East”
La tercera aparición anual de King Gizzard se propone como un “jazzed out psych”, nos vuelcan el ritmo obtenido con otros sabores, otros bocetos, otras perspectivas, otros colores y texturas. Burbujeante en su complejidad, atraviesa con suavidad para levantar aquellas efervescencias. Un álbum que posee una calidez transversal y una nostalgia borrosa, que con cada pasaje logra encontrar una transición, una continuación lógica que fluye y se densifica. Todos estos bocetos se encuentran empalmados con suavidad, sin ánimos forzosos, y crean esta aparición jazzy de calidez transversal que evoluciona con tensión y una fusión completa que logra evocar aquellos recorridos suburbanos.
29.- Mac Demarco – “This Old Dog”
El disco más maduro en la carrera de Demarco es también el menos Demarco de todos. Es el golpe de timón que la carrera del canadiense necesitaba. No repite la fórmula que lo hizo famoso y lo hace tomando influencias del city pop japonés y los 70 occidentales. Incluso toca piano.
28.- Turnover – “Good Nature”
Es inusual cuando una banda cambia drásticamente de estilo y le sale bien, pasando de hacer pop punk a mutar a una estética dream pop. Con canciones suaves, agradables y que se asemejan a una grata tarde soleada de primavera, Turnover logran su mejor trabajo a la fecha con ‘Good Nature’, una completa dosis de positividad para los oídos.
27.- Cloud Nothing – “Life Without Sound”
Se ve mucha proyección en Cloud Nothings, ya que sus integrantes recién están en la mitad de sus veintes y este ya es su cuarto álbum. ‘Life Without Sound’ es una muestra de energía contundente, atrapante y concluyente. Se les espera que su siguiente paso signifique el reconocimiento internacional.
26.- Wolf Alice – “Visions of a Lifetime”
El segundo álbum de Wolf Alice es un potente viaje de rock alternativo. Entre firmes baladas y sólidos arreglos musicales, los británicos aparecen durante la segunda mitad de la década para alistar sus posiciones, y así enmarcarse como uno de los proyectos más atrayentes del último tiempo. Una marca tan resistente que no puede evitar dejar hambriento de más.
25.- Moses Sumney – “Aromanticism”
Moses Sumney no tiene intención en comprar el amor como el cliché de la media naranja. Concluye que nadie está hecho para complementar a nadie, y lo revela con una voz soul falsetteada de una forma muy segura. Hay también un bossa nova que parece otra cosa, guitarras austeras y armonías entre voces y cuerdas que responden a su fatídico mensaje.
24.- IBIBIO Sound Machine – “Uyai”
IBIBIO Sound Machine se adentran este 2017 con una jugada que reafirma su potencia. Desde miradas claras hacia el funk africano, el synth-pop y hasta el disco, golpean con grooves que no se detienen en ningún momento. Con una química insaciable se escurren con sabores impensables y una sección rítmica deliciosa, que logran que las pistas de baile se dominen con “Uyai”. Un álbum increíblemente memorable, texturado. Un recorrido que ahonda en su rica paleta musical, toques afrobeat, toques de una potencia insaciable.
23.- Spoon – “Hot Toughts”
“Hot Thoughts” es una declaración de principios. Un álbum tan desinteresado como brillante. Baladas pop manufacturadas para alojarse en tu cabeza y efervescer tus sentidos. No hay una verdadera intención en crear un larga duración que trascienda en la historia, pero en los estribillos psicodélicos Spoon encuentra una fórmula que es difícil olvidar.
22.- The XX – “I See You”
Con ‘I See You’, The xx da un gran salto cualitativo, demostrando ambición y desplante. Finalmente con este elepé se desprenden de su categoría de ‘promesa’: los londinenses ya son toda una realidad para la música actual. ¿Serán ellos los que definan la música de nuestra generación?
21.- ARCA – “ARCA”
Es tercer disco de ARCA es más Alejandro Ghersi que su alter ego. El productor venezolano decidió mostrarse tal cual es, y hacer uso de su virtuosa y atormentada voz para hacer su disco más personal a la fecha. La experimentación electrónica fluye de una forma interesante y cautivadora, única en el mundo.
20.- Remo Drive – “Greatest Hits”
Desde comienzo a fin, el debut de Remo Drive merece una total atención auditoria. Atacando desde diferentes bandos musicales, como el indie, emo, punk, math-rock e incluso grunge, ‘Greatest Hits’ resultado ser un álbum rico y diverso en sonido. ¿Quien dijo que las guitarras y el ruido pasaron de moda? Estos muchachos son prueba legítima de que la música de guitarra, bajo y batería sigue y seguirá vigente.
19.- Beach Fossils – “Somersault”
El disco con la producción más compleja de los de Brooklyn. Un sonido renovado y que escapa de lo que el dream rock podría limitarlos, para avanzar en un terreno mucho más diverso. El mejor disco de Beach Fossils cuenta con la colaboración de Rachel Goswell y Tel Aviv.
18.- Code Orange – “Forever”
‘Forever’ es un disco que no sólo deja una marca en el 2017, sino que en el metal, el hardcore y en la música extrema en general. Desde el antecesor ‘I Am King’ se notaban las verdaderas intenciones de este grupo de muchachos que tienen un talento enorme para conceder obras llenas de suspenso y violencia, pero que con este trabajo demuestran que están progresando considerablemente en todo aspecto. La nueva realidad está aquí.
17.- Temples – “Volcano”
El segundo disco de una banda que dio que hablar en sus inicios, pero a los que ahora les dedican poca tinta, injustificadamente. Volcano es capaz de satisfacer sorprendentemente a los oídos que busquen algo de lisergia y psicodelia de la buena. Y como Adam Smith nos contó en la entrevista que le hicimos a principios de año: “no es Sun Structures”.
16.- Steven Wilson – “To The Bone”
El trabajo de Steven Wilson ha estado en la palestra de los melómanos más cínicos desde antes que el británico empezara a trabajar en solitario. No es de sorprender que el británico buscara más y nuevas formas de formar los estereotipos sobre lo que se ha formado. “To the Bone” aprovecha los mejores instantes de la música popular clásica y los transforma en himnos magnéticos con melodías demoledoras. Al aterrizar en el pop, el británico parece más cómodo que desconcertado, y da muestras una vez más, poder amoldarse a todo aquello que su personalidad necesite.
15.- Queen of the Stone Age – “Villains”
“Villians” es un sucio truco, un sucio truco que tiene que ver exactamente con el ahora –una obsesión del Gigner Elvis- y al no dejar temas sin resolver. Tiene que ver con todo aquello que Queens Of The Stone Age está dispuesto a hacer, si bien impulsan el “rock desértico” como “estilo” no se remiten a ser puristas en nada –no así muchos de sus seguidores- siendo Mark Ronson el claro ejemplo. “Villians” se inserta como quizás la contra parte de su antecesor, una contra parte de movimientos lujuriosos con anzuelos enigmáticos, audaz y feroz, insaciable de una sed increíblemente tenebrosa y carnal. Siniestro, sensual y ahora.
14.- The World is a Beautiful Place & I’m no Longer Afraid to Die – “Always Foreing”
El nuevo trabajo de la banda con uno de los nombres más largos del mundo contiene la lucidez necesaria para ser considerado el mejor trabajo del colectivo emo-postrocker a la fecha. ‘Always Foreign’ tiene todas las credenciales sónicas para cautivar y entretener a todo tipo de público.
13.- Thundercat – “Drunk”
Cada uno de sus álbumes en solitario refleja un increíble rango musical, y Drunk crea 23 canciones y fragmentos en 51 minutos que evocan el suntuoso R & B, jazz de los años 70, filtrado a través de melodías pegadizas, respaldado por virtuosismo musical y salado con emociones conflictivas. Una mezcla magistral de jazz, funk y psych que se fusiona con un humor agresivo insertándose como una dinámica travesía por una infinita paleta de referencias.
12.- King Gizzard and the Lizard Wizard – “Flying Microtonal Banana”
“Flying Microtonal Banana” reafirma a KG & TLW como una de las bandas más emocionantes, imparables y activas del presente musical en el cual vivimos, combatiendo aquel regreso a l idéntico usual de hoy. La furiosa ola de intensidad sonora que parece se imparable se acerca a veces en trances hipnóticos y en notas ocultas para agarrarse de lugares inimaginables atravesando la experimentación y resaltando a un conjunto que no sabe cómo calmar sus pulsaciones musicales. Finalmente “FMB” se desenvuelve en lo más exótico y caótico bordeando el apocalipsis reptiliano traduciendo ésta nueva dimensión sonora que entrega la microtonalidad en una insaciable hipnosis.
11.- Slowdive – “Slowdive”
Tuvieron que pasar 22 años para que una parte de la santa tríada del shoegaze noventero volviera a lanzar un larga duración. Un disco que se esperaba ansiosamente desde la sorpresiva reunión de Slowdive en 2014 y que superó toda expectativa. Entendieron a la perfección que de nada les servía reciclar lo ya hecho y fueron capaces de entregar un sonido renovado, más complejo, y con el protagonismo en perfecta forma de Rachel Goswell y Neil Hasltead. El género que ayudaron a fundar no es una prisión a la creatividad de Slowdive, ni menos como un único canal para generar imágenes melancólicas, pero acogedoras.
10.- Chelsea Wolfe – “Hiss Spun”
Fusiona el goth con elementos del grunge a veces, la electrónica, lo industrial y el doom metal de manera pregnante, de una forma cohesiva y que sangra emoción con dinámicas de altos y bajos, suave y ruidoso. Roza el metal para finalmente nuca ser metal en su totalidad, haciendo eternas todas esas tendencias en una compleja fusión armoniosa. “Hiss Spun” Un á se integra a su seguidilla de producciones emocionalmente exhaustivas, que desprende una agresividad melancólica vehemente, y nos empapan de texturas, nos empapa de autoridad y nos empapa de sus múltiples capas de sensibilidad dinámica.
9.- Brand New – “Science Fiction”
Cuando todas las esperanzas de volver a ver un trabajo de los norteamericanos estaban perdidas, la quinta placa de Brand New fue publicada. El larga duración es quizá una de las piezas más honestas y personales alguna vez hechas en la escena alternativa. Enriqueciéndose del melancolismo detrás de su compositor, “Science Fiction” es una muestra de humanidad y uno de los mejores álbumes que han llegado al submundo emo-alternativo en los últimos años. Probablemente la última producción compuesta por el cuarteto, y en muchos sentidos una despedida fantasmal, sombría y extrañamente satisfactoria.
8.- Cigarettes After Sex – “Cigarettes After Sex”
Tras tener un catálogo bastante escaso pero contundente, en el año 2017 llegó el primer elepé de Greg Gonzalez y compañía, con un sonido ya conocido e icónico en el ADN de la banda, entregando un Slowcore bastante atmosférico, que recuerdan a bandas como Mazzy Star o Red House Painters, con letras que abordan principal o totalmente a situaciones relacionadas con romances y la pasión o lujuria que éstos traen. El disco debut de Cigarettes After Sex queda con la sensación de haber pasado la prueba con creces.
7.- The National – “Sleep Well Beast”
El disco número siete en la carrera de los newyorkinos demuestra que no hay ni una intención de tirar la toalla. El barítono característico de Matt Berninger es más juguetón que nunca, moldeandose a las distintas atmósferas que envuelven cada una de las canciones de este disco. En las letras hay de todo: desde la desoladora ruptura ficticia del matrimonio de Berninger en “Guilty Party”, hasta la esquizoide respuesta a la elección de Trump en “Turtleneck”. La capacidad compositiva y lírica parece no hacer más que mejorar y pulirse con cada trabajo. Un disco que es disfrutable de principio a fin y que fácilmente se cola en el podio de su catálogo.
6.- King Gizzard and the Lizard Wizard – “Polygonwanaland”
La cuarta producción de los australianos este año, ciertamente ahonda en su calidad dinámica, ataca desde diferentes lugares con un propósito marcado. Entremezcla pasajes suaves con pasajes ácidos con transiciones fortuitas y deliciosas. Sintetizadores meticulosamente ocupados logrando atravesar nuestras percepciones con coloridas formas extravagantes. Absorbe influencias previamente exteriorizadas, pero con giros de otros sabores, que hasta a veces rondan en lo progresivo. Una producción ingeniosa que no solo ataca desde lo musical, sino que también propone otra manera de ver la música en su formato físico con una jugada digital, gratis y que apela a compartir y hacerlo todo de una manera casera. En efecto, lo más absorbente que ha desplegado King Gizzard and the Lizard Wizard.
5
St. Vincent
“MASSEDUCTION”
Un trabajo que se inserta desde una producción nítida, logra proponer a St. Vincent como una fuerza con una presencia desbordante. “MASSEDUCTION” no podríamos tacharlo de su mejor trabajo hasta la fecha, pero sí vibra en su dimensión política. Con la importancia de un carácter femenino transgresor, aquella dominatrix en el psiquiátrico, Annie Clark logra despejar las variables, logra fusionar sus referencias en una potente visión distorsionada. Annie es un camaleón que en vez de camuflarse logra transformar el mundo a su alrededor, uno saturado en color.
4
Tyler, The Creator
“Scum Fuck Flower Boy”
Mucho se habló del caótico, desordenado y disminuido anterior disco de Tyler The Creator de hace dos años atrás. El infame ‘Cherry Bomb’ tenía unas pocas piezas notables, pero varias bastante rechazables. Debido a la falta de dirección que el álbum poseía, muchos lo consideraron un traspié en la carrera del rapper. Sin embargo, este año, Tyler vuelve a la forma que nos tenía acostumbrados con el notable ‘Wolf’ del año 2013. Con su cuarto largaduración, teniendo excelentes bases y canciones rebosantes de creatividad e inspiración, el llamado ‘Flower Boy’ viene siendo el disco definitivo donde el rapero gringo madura en todo aspecto posible.
3
Lorde
“Melodrama”
Con su segundo LP este 2017, la potencia neozelandesa Lorde ha desplegado un acontecimiento que destella elementos que se desprenden del pop, pero que al mismo tiempo recorren con curiosidad otras temporalidades. 11 tracks que recorren una sentimentalidad atemporal, explotan en colores cálidos en momentos como “Perfect Places” o capturan la densidad de una generación aún no madura como en “Green Light”. Un álbum que se apunta como un despliegue de colores y texturas que destellan efervescencia.
2
Father John Misty
“Pure Comedy”
¿Es el progreso y la evolución la mejor broma jamás contada? Nacemos indefensos y frágiles, hasta que el mundo nos moldea con cierta crueldad para convertirnos en seres con sentido de la ironía. Josh Tillman da un retrato tan sarcástico de la humanidad que llega a ser una obra de arte por sí mismo. La perfecta progresión de himnos folk y poesía sarcástica es aquello que hace a “Pure Comedy” una de las piezas mejor logradas de la música contemporánea. Todo lo que la humanidad necesita en una época de políticas mediocres y consumismo capitalista.
1
Kendrick Lamar
“DAMN.”
Quien más que el rey Kendrick. Sin duda alguna, el rapero más influyente e icónico de esta década se queda con el disco del año. Lamar viene haciendo una seguidilla de excelentes discos como el gran ‘To Pimp a Butterfly’ de hace dos años atrás, donde además del rap, retrataba varios aspectos de la música negra como el funk, jazz, góspel y soul. Ahora, más inserto en el manoseado y tendencioso trap, Kung Fu Kenny relata sus miedos, ambiciones, vivencias y emociones que un hombre afroamericano con tanto éxito como él podría sentir. Siendo el disco más humano y personal de Kendrick, ‘DAMN.’ se queda con el primer lugar en el podio de discos del año 2017 por una razón: hacer arte de calidad con algo tan sobreexplotado como lo es el trap en tiempos como éstos.