Su apolínea figura cubierta por las más selectas casas de moda no pasa desapercibida. Tampoco su estampa como artista: durante sus presentaciones en vivo parece suscitar una suerte de hipnosis; una conexión única con su letra y música donde ella es narradora, protagonista, y testigo. Russian Red —de origen español— descansa en Los Angeles, o más bien desarrolla se nueva vida. Una alejada de escenarios y cuerdas, con la organización de eventos y vida marital como protagonista. Pero, ¿está Lourdes Hernández retirada de la siempre exigente industria?
Antes de continuar es necesario contextualizar. Justo después de la edición de su tercer trabajo de estudio, Agent Cooper, la cantante se trasladó a California luego de sentirse “desconectada de la música”. Contrajo matrimonio con el empresario inmobiliario Zack Leigh, y juntos organizan eventos en una antigua iglesia del barrio Highland Park. Un estilo que le acomoda en demasía: “Cuando tienes un perfil público es inevitable que se hable de ti. Yo actúo con total libertad y vivo mi vida. Si dicen que me voy o por qué me voy… Me hace gracia y lo entiendo; aunque me da un poco igual, y más ahora, que me siento bastante desconectada. A mí también me encanta elucubrar sobre las vidas de otras personas, pero luego todo es mucho más de andar por casa. Todos pasamos por crisis, y cada uno las vive como puede”, explica al diario El País.
Un punto de quiebre: en plena gira norteamericana decidió por cancelarla y dar un giro en su vida. “Sencillamente no me sentía conectada con la música. Se me da mal estar sobre un escenario cuando no quiero estar ahí. De repente me sentí súper coartada cantando un repertorio. Sabía que quería ir más lejos. Pero tampoco tenía claro cómo. Y tuve que parar. Recuerdo, cuando empecé a cantar, que la gente se enganchaba a algo que yo ya no le estaba dando. Cuando lo noté, pensé que era un engaño. A eso se unió que había encontrado a una persona con la que quería estar, a Zack; tenía una vida aquí, en Los Ángeles, que quería alimentar. Y pensaba: ‘¿Por qué tengo que acabar un tour cuando lo que quiero es hacer otra cosa?”, cuenta al citado medio.
¿Y cuál es el futuro de la voz que le profesó su amor a Alex Turner? En unos meses más editará un largaduración bajo el alero de Sony que incluirá adaptaciones de temas que definieron la cultura pop; Don’t You Want Me de The Human League (una versión espectral, según se afirma), It’s a Heartache de Bonnie Tyler, I Wanna Know What Love Is de Foreigner, Shout de The Isley Brothers, y Take My Breath Away de Berlin. Para ello está trabajando con tres productores: Brian Hunt, productor de su primer álbum, Aaron Leigh, y David Greenbaum, ingeniero de sonido de Beck. Un triunfo más para los gigantes de la música y su beneficiosos contratos: tras su lanzamiento Lourdes se retiraría en definitivo.
Al menos así lo da a entender: “He tomado perspectiva y, bueno, yo hago mis canciones, pero otros las hacen muchísimo mejores y siento que no tengo que perder el tiempo volcando más información al mundo. El amor siempre fue mi máxima motivación. Por eso me desconecté de la música. Cuando me enamoré de Zack desapareció toda esa cosa como de corazón roto. Y me puse a cantar canciones de otros. Por eso este disco de versiones para mí cierra un ciclo”, añade.
Una carrera —o capricho si gustas— que de momento deja tres álbumes de estudio, seis videos musicales, cuatro participaciones en bandas sonoras y un centenar de shows alrededor del mundo; una voz correcta pero no emocionante y débil habilidad en las cuerdas. Finalmente, se prepara para incursionar como actriz con el estreno de su primera película, el cortometraje El Beso de David Priego.