The Art of Protest es el documental del colectivo activista, artístico y político Indecline, esta pieza se comenzó a trabajar a finales de 2018. Indecline querían contar la historia del arte en resistencia.
Durante los dos años anteriores — desde que irrumpieron en la conciencia nacional con su instilación de arte guerrillero con un desnudo Trump, el colectivo ha sido escenario de numerosas obras de arte público en protesta por la presidencia de Trump. Para contar la historia que se presenta en el documental, se puso en contacto con Colin Day (director de Saving Banksy) y comenzaron a venderle idea de los servicios de streaming. Pero a medida que se desarrolló la pandemia, y el movimiento Black Lives Matter se reavivó a través de las calles de USA, su misión cambió. Como lo dijo un representante de Indecline: “Lo que una vez fue creado para ser una inmersión profunda en la historia del arte de la resistencia, pronto se convirtió en un ‘llamado a la acción‘”.
Ahora, el documental de no más de una hora (bien nutrida), traza la historia del arte en protesta, desde el movimiento de los derechos civiles hasta las protestas de Black Lives Matter del 2020. Lo hace de una manera que es partes iguales desgarradoras y estimulantes, ilustrando cómo a pesar del paso del tiempo, poco ha cambiado. Con este fin, fueron cuidadosos en su curación de con quién hablar: no sólo trajeron a los bateadores más fuertes asociados con el movimiento moderno de arte de protesta, como Shephard Fairey, Nadya Tolokonnikova, Tom Morello y Dave Navarro (quien también ayudó a financiar la película) — fueron cuidadosos de incorporar una gama más amplia de voces.
En el corazón de la película está el trabajo de Indecline en los últimos cuatro años. Desde que los desnudos de Trump fueron vistos en distintas ciudades de todo su país, la producción del colectivo ha aumentado a un ritmo increíble: han pintado vallas publicitarias; pasearon a falsos partidarios de MAGA como perros por Hollywood Boulevard; convirtió una suite del Hotel Trump en una celda de la cárcel; y les dio a los niños cabezas realistas de líderes tiránicos a nivel mundial.
En la película, varios miembros —todos con sus rostros y voces oscurecidas, todos identificados sólo como “Indecline”— hablan de la importancia del arte en resistencia, y no dejando que los que están en el poder te coman vivo. Pero la fuerza de la película proviene de los actos contemporáneos de su valor artístico. Y en el antes de las elecciones de Estados Unidos, esperan recordar a la gente que votar es sólo el comienzo. Puedes ver el documental aquí.