Por Pablo Muñoz Rivera
En la ciudad de Dublín, desde hace cuatro años, se celebra anualmente el Dublín Bowie Festival, que es un evento de una semana, que tiende a coincidir con la celebración del cumpleaños y el recuerdo de su muerte, en él se pueden ver distintos conciertos, tributos, muestras fotográficas, charlas y conversatorios sobre una de las figuras más camaleonicas de la historia de la música.
En ese contexto aparece la figura de Miriam Aïda, que es una cantante y Jazzista sueca, que ha dedicado gran parte de su trayectoria en experimentar con música tradicional de diferentes partes, pero concentrada en Brasil. Así, ella mezcla Bossa-nova con zamba, Jazz e incluso Reggae. En su constante búsqueda llegó a la influencia del cantante Seu Jorge, quien para la película The Life aquatic de Wes Anderson, interpretó diversas canciones de David Bowie en portugués, con esa idea ella grabó Loving The alíen , en 2018, que mezcla temas de Bowie con Bossa-nova, Jazz, ritmos afroamericanos y Samba.
El concierto comienza unos minutos más tarde de lo estipulado, en un local llamado The Sugar Club, que se ubica en el centro de la ciudad de Dublín, el local tiene una capacidad de 200 personas, es un cine antiguo , con butacas y mesas para compartir , tiene un bar y la reina es la misma que todos los bares de la ciudad: la cerveza.
El show comienza con una versión bailable y festiva de “The Man Who Save The World”, si la misma canción que Nirvana la transformó en algo emotivo, acá tenía una visión más alegre con sonidos de Capoeira, instrumentos bailables, acompañado de una voz potente de la cantante sueca, luego pasa por canciones como “Space Odity” con una versión de mucha percusión suave, propia del bossa-nova, además acompañado de una guitarra tranquila pero constante, dando esa sensación de tranquilidad y relajo que la música tradicional brasileña generalmente consigue.
A medida que avanza el,show, Miriam Aida va tomando confianza y canta canciones como “Ziggy Stardust”, la que canta en portugués, antes de cantarla vuelve a comentar acerca de Seu Jorge, y comenta que la canción es en portugués, lo llamativo del idioma, es que la ciudad de Dublín está viviendo un gran proceso migratorio, en cual la gran mayoría de sus migrantes provienen del Brasil, convirtiendose en la comunidad migrante más grande de la ciudad.
Luego, entre varias canciones, aparecen dos canciones muy intensas, la primera “Loving the Alien”, canción muy emotiva y que titula este disco de reversiones, luego cantó unos temas de discos anteriores donde aparece la figura de Bob Marley y una versión mixeada de Reggae y bossa-nova de su canción “Stiff necked foals”, cantada en una bella versión en portugués. El show continúa, la gente toma confianza, “tomar” en el amplio sentido de la palabra, y baila cada canción interpretada por la sueca enamorada del Brasil. Es así como llegamos a “Rebel, Rebel”, una de las canciones más aclamadas del disco, también cantada en portugués, en ese momento la cantante se confesó y dijo que amaba cantar en portugués, pero que personalmente ella no hablaba el idioma, pero interpretarlo le salía natural.
Finalmente, luego de las palabras de la organización en cuales agradecían las fronteras que fue capaz de romper Bowie y que por eso levantaba más su figura de artista completo, que demostró en su diversa carrera, Miriam Aïda, finalizó el show con “Lets dance”, canción que transformó el instinto danzarín de los espectadores, en una fiesta de pasos más bien nacidos de buenas intenciones, más que una coordinación con los ritmos tropicales.