Nick Cave no ha dejado nada al azar; en este digitalizado siglo el vampiro en traje nos ha deleitado en dos ocasiones con acontecimientos cinematográficos de alta envergadura. Esta ocasión no cesó en lo trascendente y especial, una presentación en vivo programada mundialmente a la misma hora nos sumergió a los espectadores en un show compartido, un show con miles de asistentes simultáneos que recibieron a una banda en primera persona. “Distant Sky” se enalteció como un encuentro fortuito que desbordaba intimidad.
El primer antecedente cinematográfico que nos entregó Nick Cave & the Bad Seeds fue “20.000 Days on Earth“, un largometraje que fusionaba ficción y documentación de la vida y proceso creativo de Nick Cave. Co-dirigido y escrito por Iain Forsyth y Jane Pollard en 2014, este film nos adentraba en el día número veinte mil del cantautor australiano, recorriendo su hogar y el de sus amigos, paseos en auto, visitas a su terapeuta y el proceso de grabación de “Push the Sky Away” en un denso recorrido visual.
Por su parte “One More Time With Feeling” del 2016 nos bañaba en el duelo personal que aferraba las vidas de Cave y sus más cercanos luego de la muerte de su hijo Arthur. Dirigida por Andrew Dominik y filmada casi en su totalidad en blanco y negro, este acercamiento visual se componía de entrevistas y documentación de sesiones en vivo del “Skeleton Tree” atravesando una visceral narración fotográfica.
“Distant Sky” llega justo cuando lo necesitamos. Con más de dos horas de duración, este acontecimiento es un registro de la presentación en vivo de NC & the Bad Seeds en Copenhagen, Dinamarca como parte del tour europeo 2017. Fue el exactamente el 20 de Octubre del año pasado en que la presentación fue realizada, mientras un arsenal de cámaras registraba cada centímetro del recinto y cada centímetro del mismo Nick Cave. En esta ocasión el cineasta David Barnard fue el encargado de la dirección, quien ya había trabajado en proyectos similares con Björk y con Spice Girls realizando un registro en vivo.
Live in Copenhagen comienza de manera sutil y sugestiva, sus primeros pasajes son el cielo y el mar distantes en monocromo, recordando aquellas solitarias escenas que poseía Susie Cave en “One More Time With Feeling”. Entre aquellos paisajes destellan las letras que escriben Distant Sky y rápidamente se da paso al Royal Arena de Dinamarca en donde el escenario se comienza a configurar con los seis músicos que acompañan a Cave: Warren Ellis, Martyn Casey, Thomas Wydler, Jim Sclavunos, George Vjestica y Larry Mullins.
El show comenzó con lentitud, tres temas del “Skeleton Tree” que Cave dirigía con micrófono en mano e interactuando físicamente con la mayor cantidad de personas posibles. Sus largas piernas recorrían el ancho escenario que además poseía una extensión frente al público para poder alcanzarlos, y las angustias de aquellos temas se transformaban en dulces y confortantes pasajes a medida que Nick recitaba cada vez más cerca.
El recorrido musical que continúa se remecía entre clásicos sangrientos a baladas callejeras como lo es “Jubilee Street”, en donde la voracidad sonora carcomía los huesos de la primera fila. Acontecimientos como “Red Right Hand” se presenciaban como viscerales y sudorosos tal como el el 94 se sumergían. Nick con 60 años explota con la vehemencia que lo ha sobrepasado, con la adrenalina que sus composiciones le entregan y se convierte en un profeta de su propia sangrienta, sensible y atrevida religión.
Sería ilógico intentar revisar tema por tema describiendo tal show, más bien es un encuentro visual en primer plano con algo que los chilenos en este caso hemos soñado desde el 96, cuando the Bad Seeds fue escupido ante los fans de Cypress Hill en el Teatro Monumental. “Distant Sky” no solo ataca desde el encuentro en vivo, se encarga de mostrar el vínculo entre audiencia y cantautor, lo más cercano que puede llegar a ser.
Este film en vivo logró superar las expectativas cinematográficas de registro de concierto, en primera instancia la calidad del registro mismo, segundo la experiencia del teatro-cine, y tercero la posibilidad de un show de the Bad Seeds que sobrepasa nuestra propia escala humana. Impecable, brillante, increíble; todos son sinónimos que se quedan cortos. Una experiencia en vivo, un cine en vivo, que logra conectar al globo con esta experiencia sensible y cercana, que además nos perturbaba con la esperanza de poder encontrarnos ahí, mientras estábamos condensados en un cine expectantes a un primer plano que nos mantenía encima del escenario.
“Distant Sky” fue una experiencia que sobrepasó la materialidad de nuestros cuerpos, nos impuso una show en vivo asertivo y melancólico, así como la fusión de esta sangrienta y visceral propuesta intrínseca de Cave. Complejo y extremadamente intrépido los siete músicos nos entregan cada centímetro de sus cuerpos, cada momento y cada lágrima derramada. “Distant Sky” es todo aquello que queramos que sea, es una experiencia que nos golpea con la realidad ficticia de una presentación en vivo en la pantalla. Sudor, lágrimas y melodías que sobresalen de la pantalla gigante del cine Hoyts nos bañaban con su inmensidad musical.
Cave navegaba entre los miles de espectadores, los hacía parte de su vida, les recitaba poemas de violencia, dolor y pérdida, mientras ponía las manos de uno de sus fans en su propio corazón mientras susurraba “Can you feel my heart beat?” en Higgs Boson Blues. Y luego de aquella vasta seguidilla de encuentros fortuitos y la inmensidad musical vivida en más de dos horas, Chile se veía superado por sus propias circunstancias mientras al día siguiente a las 9 am Nick Cave and the Bad Seeds nos anunciaban su regreso, Distant Sky es la premisa de aquello que se acerca.
¿Coinicdencia? No lo creo.
Setlist:
-
Anthrocene
-
Jesus Alone
-
Magneto
-
Higgs Boson Blues
-
From Her to Eternity
-
Tupelo
-
Jubilee Street
-
The Ship Song
-
Into My Arms
-
Girl in Amber
-
I Need You
-
Red Right Hand
-
The Mercy Seat
-
Distant Sky (feat. Else Torp on vocals)
-
Skeleton Tree
Encore:
-
The Weeping Song
-
Stagger Lee
-
Push the Sky Away