Por Lily Molina
A pesar de no debutar en Chile durante los 90’s o cuando estaban viviendo el éxito desbordante de su primer disco “Ten”, Pearl Jam ha mantenido un fuerte nexo con nuestro país desde que se presentaron el 22 de noviembre del 2005 en el Estadio San Carlos de Apoquindo. Y fue tanto el entusiasmo que se generó en ese entonces que se agendó otro concierto para el día siguiente, hecho que Eddie encontró emocionante, catalogándonos como un “público bacán”.Le siguió el concierto del 16 de noviembre del 2011 en el Estadio Monumental y el indeleble show en el Lollapalooza el 2013, instancia que Eddie aprovechó nuevamente para tomar vino chileno y expresar su cariño por esta bebida con la célebre frase : “el vino aquí es más rico que la chucha”.
Casi 10 años entonces han transcurrido desde ese memorable debut, pero la historia de Pearl Jam comienza mucho antes, incluso antes de los 90s. A mediados de los 80s, Jeff Ament y Stone Gossard eran miembros de la banda de Seattle Green River, que se separó en 1987. La mitad de la banda formó Mudhoney, mientras que Gossard y Ament se unieron al cantante Andrew Wood en Mother Love Bone. Siendo una de las primeras bandas de Seattle para firmar con un sello importante, Mother Love Bone se veía al borde de una ruptura cuando Wood muere de una sobredosis de heroína en 1990. Mercury Records quería a Gossard y Ament para grabar con un nuevo cantante, pero el grupo no aceptó.
Después, Ament y Gossard, junto a Mike McCready, empezaron a trabajar en un demo de finales de los 90s. De ahí le pidieron al baterista original de los Red Hot Chili Peppers, Jack Irons, que se uniera a este proyecto, dándole una copia de la cinta. Ironsen ese momento se encontraba trabajando en su banda Eleven, donde también tocaba el chileno Alain Johannes, pero le entregó esa copia a un cantante que conocía en San Diego, Eddie Vedder, quien inmediatamente escribió las letras de las canciones y envió por correo una cinta que incluía su voz. Luego fue invitado a Seattle y el resto es historia.
Y ahora se encuentran promocionando su décimo disco de estudio, “Lightning Bolt”, con un rock más duro y de larga duración, producido por Brendan O’Brien, quien ha trabajado también para AC/DC, Korn, Rage Againstthe Machine, entre otros. Generalmente recibió críticas positivas y debutó en el #1 en la lista Billboard Top 200 y como número 1 igual en más de 50 países.
Entonces, ¿cómo se explica ese fanatismo por Pearl Jam en Chile? ¿Por qué cada vez que vienen es todo un éxito la venta de entradas(ya que al menos 55.000 personas se esperan en el Nacional) y se llenan los recintos donde tocan?Como representantes del espíritu de una generación y dueños de un legítimo sonido noventero han sabido combinar la rabia y la actitud contestataria manteniendo la etiqueta grunge con toques más modernos. Contestatarios porque se han ido en contra de empresas tan gigantes como Ticketmaster, como cuando los demandaron por monopolizar la venta de entradas a conciertos y cobrar precios demasiado altos o la crítica contra la política exterior estadounidense también, en particular contra la Guerra de Irak, materializándose en el tema “World Wide Suicide”, en un nuevo embate reprobatorio a la gestión republicana.
Y con respecto a los shows del grupo, cada concierto es una experiencia única, cuya duración es más bien extensa (2 a 3 horas) y sin repetición de setlist, así que todos los shows son diferentes. Permanecen estéticamente intactos, con la contingencia en el acorde, el grito desgarrado y el riff incansable. Una entrega total de rock & roll vital y sin ambigüedades.