Una tradición del synth pop pisó Chile por quinta vez y por primera trajo un espectáculo que sobresale de las figuras de Neil Tennant y Chris Lowe. Soberbios y concisos, los ingleses dan un giro y reversionan sus clásicos, como tantas veces lo hicieron en diferentes formatos y ritmos.
Miran la vida un paso mas allá, con la misma visión de hace 35 años codificando el pop como una forma de abrir puertas, de ir a bailar, pero teniendo una melancolía innata en sus letras. El amor y el desamor. El recorrido sonoro de los ingleses ha tenido énfasis en Iberoamérica, siempre haciendo guiños a la estética y sonidos.
Hora y media de show y la fila para todo eran eternas. El lugar es ideal para la perfomance pero el sonido se palpita algo disminuido, el cual causó curiosidad en algunos dado que los ritmos bailables se colocan en alta frecuencia. Pero los Pet Shop Boys estaban más preocupados de entregar una presentación de corte soberbia que de reventar tímpanos al ritmo del beat.
Love Comes Quickly es llevada a otro tempo, más calmada y reposada, siendo presentada en reversión del género minimal de forma inédita en Chile. Repaso por su alabado disco Super: los británicos son quienes se han empoderado del beat desde hace décadas, simbolizándose como los dueños de la pista de baile.
El inicio del show comienza tibio. Inner Sanctum, de su último álbum, con Neil Tennant usando un casco que los esconde tras una figura que tapa su presencia, para luego quitársela.
Parte de plasmar un majestuoso espectáculo en vivo, toma parte del desafío de sonar como tal. Los británicos se presentaron con banda y coristas de forma nunca antes vista en nuestro país. Una performance estética-sonora que fue acompañada de un show de luces impresionantes, tal cual como lo configuraron en sus anteriores visitas, realizando un espectáculo al nivel de la gira Pandemonium de 2009 en Movistar Arena.
Amos y señores del synth pop bajo tintes más house y techno: variables sonoras que responden de forma clara y sin mayores especulaciones a lo elegante que desean plasmar. Pet Shop Boys deciden no dar pie atrás si a la hora de innovar se trata. Trayectoria de décadas donde pusieron a UK como un referente del baile, el house y la estética.
Calidad indiscutible. Un lujo verlos en vivo, con la misma prestancia con la cual se han presentado más de 5 veces en Chile. Reversionaron todos sus clásicos y el cover de Elvis Presley cierra su presentación al ritmo del house junto a Pop Kids; bailable y con agudo golpe de ritmo. Si de fiesta se trata, los ingleses son los reyes indiscutidos. Un giro sonoro que fue realizado con solidez y sin escatimar en la avalancha de hits que tienen.
Neil Tennant se referia en el magazine La Vanguardia en 2013, sobre si sigue motivado en presentarse en vivo: “ El contacto con el público es determinante, y eso es lo que explica que nos dediquemos tan intensamente y durante tanto tiempo a las giras. Pero también es verdad que dejaríamos de hacer giras automáticamente si no consideráramos buena nuestra música. Somos lo suficientemente autocríticos como para darnos cuenta de cuándo una cosa es buena, tiene nivel y puede interesar, o de si no da la talla”, explicaba
“Tenemos un catálogo muy amplio de canciones que gustan mucho al aficionado, y podríamos habernos dedicado a vivir de ellas, pero eso, insisto, es algo que no entra en nuestra manera de hacer. Es sobre todo la nueva música que hacemos, los cambios de rumbo sonoros que decidimos, las canciones originales que componemos, lo que da razón a que sigamos como el primer día, con interés e ilusión. Y supongo que los aficionados que van a nuestros directos se podrían conformar con cosas de nuestro repertorio, pero nosotros siempre queremos ofrecer algo nuevo, distinto y lo más original posible. Por eso damos tanta importancia, invertimos tanto, en nuestras giras y espectáculos”, concluyó. Profecía de una cálida noche bajo amenazantes nubes teñidas de coloridas luces infinitas.
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