Por Salvador J. Leiva
Keep You’ tercer álbum de Pianos Become the Teeth fue un completo cambio de folio: de pasar a un post-hardcore con gritos desgarradores registrados en los discos ‘Old Pride’ (2009) y ‘The Lack Long After’ (2011), tres años después llegarían con aquel disco sónicamente pasivo, que se sumergiría en terrenos más cercanos al emo, el post-rock y principalmente las voces limpias, logrando una mezcla dinámica e interesante dentro de lo respecta del circulo de bandas que alberga el sello discográfico Epitaph: pesos pesados de la música punk en general como Refused, Descendents y Bad Religion.
‘Wait for Love’ es el cuarto álbum del conjunto oriundo de Baltimore, donde el nuevo sonido que ya mantienen hace 4 años les ha quedado cómodo. Como si realmente fueran una banda que lanza su segundo disco, siendo este nuevo álbum una extensión más de su sonido.
Después de un tanto comienzo repleto de interesantes patrones de batería con ‘Fake Lighting’, el primer single llamado ‘Charisma’ hace su aparición, desplegando rapidez, con inteligentes guitarras y baterías, volviéndose rápidamente un potencial himno de post-hardcore. El siguiente track ‘Bitter Red‘ sigue la misma línea, aunque un poco más instrumentalmente pasiva. Sin embargo, el track entrega uno de los más dinámicos patrones de batería en el disco.
‘Dry Spells’ entrega más terrenos planos que montañosos y destacables en sus cinco minutos y medio de duración. La mitad de la canción en donde surgen guitarras melancólicas post-rock resulta ser un oasis en medio del desierto. El tracklist se ralentiza con ‘Bay of Dreams’, quizá una de las canciones más aletargadas y poco interesantes en toda la carrera de Pianos. Las melancólicas texturas que la banda intenta realizar en ‘Forever Sound’ son interesantes, pero no hay un segundo movimiento que gatille una explosión de dinamismo en la canción.
El comienzo de ‘Bloody Sweet’ pareciera asimilarse a un tren que va a un ritmo continuo. Aunque la canción promete, los cambios de ritmos terminan por hacerla menos digerible de lo que realmente es. ‘Manila’ juega con intensidades bajas y fuertes, logrando un buen resultado, dejando tras de sí secciones de guitarras y baterías que claramente resaltan. ‘Love on Repeat’ también tiene un espacio un podio de los puntos altos del disco, dejando una estela de emoción en su instrumentación. Aunque el track final ‘Blue’ sea pausado y poco brillante, apela otra vez al sentimentalismo, y es ahí donde Pianos saca el mejor partido con su música.
Quizá ‘Wait for Love’ sea el equivalente al ‘quiero pero no puedo’ del primer semestre de discos del 2018. Luego de un brillante antecesor, se podría inferir que no hubo mucho esfuerzo en reinvención instrumental, o al menos momentos de sorpresa sonora. Luego de escuchar este disco varias veces, pareciera dar la sensación que Pianos Become the Teeth están atrapados en su zona de confort, y todo aquello hace entender que les sienta bien.