“Es la esperanza de la música”, era la frase que más se podía leer y escuchar en el año 2013. Allí, en pleno lanzamiento de “Shangri La”, su segunda producción discográfica, un veinteañero británico conocido como Jake Bugg irrumpía en la escena musical dejando a todos boquiabiertos: colegas, productores, público y sellos. Y es que no era para menos; armado solo de una guitarra y su voz, el prodigioso cantante subía como la espuma a punta de calidad en las listas globales. Es por ello que la expectativa para su tercer trabajo es alta, y al parecer no decepcionará.
“On my One” es el nombre de la nueva apuesta del cantautor británico, la cual será publicada el 17 de junio y está producida por Bugg con la ayuda de Jacknife Lee en tres temas. El título proviene de un dicho de su natal Nottingham, en los midlands (sectores centrales de Inglaterra): “En muchas maneras , resume este disco, ya que todo ha sido por mi cuenta”.
“El blues es mi género favorito. Ya se trate de soul o el hip hop, todo se debe a los temas de blues. Para mí el blues significa que cantas con tus emociones y expresas tu dolor para que otros puedan sentirlo. Esa es la belleza de la música. Por lo menos, me gustaría pensar que lo he logrado con este disco”, explicó sobre el toque de blues que le dará al sucesor de “Shangri La”. “Vi esto como el siguiente paso lógico en mi desarrollo como compositor. Era un reto, pero algo me decía que tenía que hacerlo”, agregó.
“Hay canciones que la gente realmente puede bailar. He estado escuchando Smooth, la emisora de radio británica. Esas canciones de los años 70, había una calidez en ellas que no tiene el pop de hoy en día. Mis compañeros de Clifton [Nottingham] escuchaban hip-hop, si puedo tomar algunos elementos frescos del hip-hop y mezclarlos con la guitarra, sentiré que soy yo. Este álbum es muy diverso, todas las pistas son diferentes, pero espero que todavía haya suficiente para complacer a los viejos fans también”, puntualizó hace unas semanas.
Algo que a muchos les puede caer mal, pero que apunta a una creatividad “más inquieta”. No olvidemos que verdaderos genios como The Beatles y Bob Dylan nunca se estancaron en algún sonido, ni mucho menos un género en particular.
De cualquier forma se trata de la apuesta más ambiciosa de Jake Bugg en su corta carrera. Será el primer álbum netamente producido por él; salvo tres pasajes, estamos en presencia de su verdadero debut como cantautor. No olvidemos que sus dos anteriores trabajos contaron con una importante ayuda tanto en letras como instrumentos.