Situación cotidiana: melómano, acostado en un sillón de preferencia, con los audífonos a máximo volumen contemplando el techo, como si bien se tratara del infinito. En los parlantes se escucha Radiohead, y en la mente los dulces recuerdos del amor y desamor florecen, a la par de crisis existenciales u orientaciones de vida. Paradigma que hace que Thom Yorke y compañía sean probablemente la banda más significante en los últimos 30 años, y que incluso le ocurrió a Serge Pizzorno, mente tras Kasabian.
En una de las tantas entrevistas que concede semanalmente alardeando la potencialidad de su próximo álbum, el músico repasó sus primeras interacciones con los oriundos de Abingdon. “Me encantó ‘OK Computer’, pero cuando salió ‘Kid A’ cambió mi vida. Se filtró en Napster el día de su edición. Un amigo me dio un CD de ‘Everything In Its Right Place’ y literalmente – estoy hablando durante tres días – no escuché nada más. Lo analicé. Me volví loco”, relata en Q Magazine.
“¡Era la mejor melodía que había escuchado! Y cuando el álbum salió fue incesante. Tuvo una gran influencia en mí, en lo que una banda de rock podría ser. Hacer un álbum clásico y luego decir: ‘Nah, vamos a hacer esto ahora,’ Siempre recuerdo eso”, agrega, como bien rescata PyD.
Pregunta del millón: ¿han compartido ambos escenario? La respuesta es negativa; pero podría cambiar en el festival escocés TRNSMT, donde se rumorea la participación de ambos. “Nunca lo he conocido. ¡Dios sabe lo que él haría de nosotros! Espero que sea capaz de ignorar todas nuestras chorradas”, concluye.
Recordemos que su sexta producción ya se encuentra finalizada, restando tan sólo los últimos trabajos promocionales. “Sólo quería hacer un disco de guitarras que fuera relevante e importante. Siempre reaccionamos contra nuestro trabajo anterior. Hice un trabajo de sintetizador masivo experimental en el último disco, así que sólo miré a mi Rickenbacker en la esquina del estudio y pensé ‘eso es lo que voy a hacer”, asegura Pizzorno.
“Es tan extraño porque el año pasado yo estaba haciendo música entonces me casé y el Leicester ganó la liga. El año pasado fue el mejor año de mi vida, pero el mundo entero estaba desmoronándose alrededor. Con todo el mundo muriendo y toda esa locura en todo el mundo, y yo sentado allí: “¡Estoy pasando un buen rato!” Es bastante mental”, enfatiza.