La oscuridad se desplaza como una gota de lluvia en sus melodías: pasajes inquietantes que terminan con un orgasmo progresivo, comandado por la mágica voz de Jónsi mientras la catarsis instrumental se apodera de la atmósfera sin temple alguno. Un recorrido de similar índole en sus ocho producciones, y que los ha posicionado como unos referentes del crudo pero lisérgico sonido islandés, mismo que en 2017 tendría un nuevo hito.
Un teaser colgado hoy por el trío en sus redes sociales nos hace pensar que su próximo registro sería cosa de meses. Múltiples trascendidos van en dicha dirección, y las palabras ‘2017’ y ‘lunes’ refuerzan la teoría. Se explica además, que este lunes se revelaría el misterio, junto con la información detallada de su respectivo tour promocional.
Este periplo tendrá la característica de enfocarse a viejos clásicos del conjunto conjugados lógicamente, con su nuevo material. “Esta vez, además de tocar canciones que se conocen, hemos querido recordar los sentidos de la experimentación , a raíz de, ‘Agætis byrjun’. Con esto en mente, nos complace anunciar que estaremos tocando en festivales el próximo verano, con espíritu de aventura. Todo lo que podemos decir ahora es que va a ser diferente, con nuevas canciones inéditas, un nuevo espectáculo y tal vez algunas otras cosas nuevas”, explicaron el primer semestre de 2016.
Luego, las mentes tras Starálfur hicieron énfasis en que cada vez que se van de gira pretenden que el concepto y enfoque del show sea distinto: “Cada vez que vayamos de gira queremos que sea diferente … y cada vez que es, por lo general, porque tienes un nuevo álbum que deseas que conozca la gente. Puede ser divertido, porque hay que encontrar la manera de volver a crear todas las cosas complicadas que hiciste en el estudio para el escenario. Pero hubo un momento , hace unos años, en que las cosas ya no eran igual. Por eso, dejamos de actuar”.
El último álbum de Sigur Rós data de 2013 con Kveikur. Él, los posiciona en espectro mucho más agresivo, siempre siguiendo su línea de composición pero abandonado su factor emocional. “Escuchar post-rock puede ser una experiencia pasiva, barriendo a sus oyentes en melodía ‘crescendo’ sin realmente adentrarse en ellos. Desafiando este paradigma, Sigur Rós, experimenta una aventura sónica, entregando un sonido más oscuro y más agresivo en uno de sus álbumes más atrevidos hasta la fecha”, expresaba la prensa.
Como bien apunta Ocnos, Sigur Rós nació en diciembre de 1994, formado por el cantante y guitarrista Jón Þór Birgisson (Jónsi) y el batería Ágúst Ævar Gunnarsson. Poco tiempo después se unió al grupo el bajista Georg Hólm, al que Jónsi conocía desde el instituto, y con esta formación acudieron a un estudio de grabación para comenzar a trabajar en lo que sería su primero disco, Von (‘esperanza’).
Tardaron seis horas en grabar su primera canción, fljúgðu (volar). La mandaron a un sello local propiedad de los Sugarcubes, y apareció en una recopilación local para conmemorar el 50 aniversario de la independencia de Islandia respecto a Dinamarca. Sin embargo, el disco tardó 3 años en estar terminado; algunos de los motivos de este retraso fueron la situación económica del grupo (una de sus formas de pagar por el estudio fue pintar sus instalaciones), la estancia del bajista en el extranjero para estudiar cinematografía, y la pertenencia de Jón a otra banda, Bee Spiders, en la que se hacía llamar Johnny B. Para entonces, habían hecho tantos cambios en el disco que apenas se parecía a la idea original que tenían de él antes de grabarlo, llegando incluso a plantearse grabarlo de nuevo desde el principio.
Finalmente, firmaron un contrato con el sello islandés Smekkleysa (Bad Taste), y Von apareció por fin en septiembre de 1997. Este sería el primer paso de su exitosa carrera. Tras ello, llegarían siete álbumes y un reconocimiento mundial que les valió firmar por importantes festivales e incluso editar Heima, un documental gestado en su natal Islandia.