Que Tame Impala sea un proyecto en solitario no es sorpresa para muchos. Tan sólo hacen falta unos segundos de investigación para cerciorarse que, Kevin Parker compone la totalidad de la música, siendo la tarea de ejecución en vivo entregada al resto de músicos de su confianza. “Tocamos como un grupo en el escenario, pero no es la manera en qué sucede en los discos. En el álbum soy sólo yo”, dijo a un diario neozelandés esta semana.
Una conversación que no obstante, tocó un tema nuevo, una apreciación propia de Parker que a muchos causó extrañeza: afirmó que Tame Impala es una banda de covers. “[…] tiene dos vidas. Una es en el disco, que es como un productor y la otra vida es como una banda. Más como una encarnación en vivo donde básicamente Tame Impala es una banda de covers para todos los discos que he hecho”, sentencia.
Sonidos en constante diálogo con la psicodelia sesentera, voces emulando el estilo de John Lennon y guitarras apaciguadas por sintetizadores, tal cual lo realizó Michael Jackson en sus inicios. Sí, se trata de una ambientación con constante retroalimentación a décadas pasadas, pero acaso ¿no es algo que realizan infinitas bandas? No es si quiera necesario salir de nuestro continente para concluir esto. La materia no se crea ni se destruye, sólo se transforma.
Los artistas de apoyo a Parker son Jay Watson en sintetizadores, Dominic Simper en guitarra, Cam Avery en el bajo y Julien Barbagallo en batería; cada uno de ellos con sus respectivos proyectos en paralelo.
Información que llega junto con su ya anunciado receso para 2017. “Realmente no sé qué es lo que va a pasar, porque en el pasado, los ciclos de los discos no habían terminado con un bang o terminado apropiadamente. Como que sólo terminan. Pero esta vez tenemos algo agendado”, afirmó el compositor. Desde el éxito de Innerspeaker en 2010, descansaron sólo a fin de trabajar en nuevos registros.
Su última parada será en febrero próximo, en el marco del festival Laneway en su natal Australia: “Estoy contento que terminé con el festival Laneway. Habrá lágrimas y alegría, y las emociones van a estar altas. Creo que será algo extraño, pero habrá una suerte de satisfacción. Este álbum fue una verdadera revelación para mí. Es gracioso, pero sabía que iba a ser así, por la manera en que hacía las canciones y las producía. Tenía un sentimiento que me iba a llevar a otros lugares”, sentencia. Luego advierte: “Lo que está por venir es un misterio”.
De esta forma, el proyecto tras Elephant, cierra el ‘ciclo’ Currents, un registro sumamente importante su historia: se convirtió en su álbum mejor posicionado en las listas, debutando como número 1 en Australia, número dos en Reino Unido, y n´mero cuatro en Estados Unidos. La placa ha vendido más de 120 mil copias en Norteamérica hasta principios de año. Además, según la crítica unánime, se trató de una de las mejores producciones de 2015. Incluso se ha hecho con los premios ARIA y BPI.
Disco que también dejó huella en Kevin Parker, quien se mostró extenuado tras finalizarlo pero sorprendido por sus resultados: “La verdad es que el disco me agotó. Estoy viviendo una montaña rusa emocional desde que salió. Igual me pasó algo muy raro: en general, cuando termino un álbum, soy incapaz de volver a escucharlo al menos durante un año, porque solo puedo verle los errores. Pero con Currents fue diferente. Pude volver a sumergirme en él solo algunas semanas después de la edición. Es la primera vez que un disco me da tanto placer”, concluyó.”La verdad es que el disco me agotó. Estoy viviendo una montaña rusa emocional desde que salió. Igual me pasó algo muy raro: en general, cuando termino un álbum, soy incapaz de volver a escucharlo al menos durante un año, porque solo puedo verle los errores. Pero con Currents fue diferente. Pude volver a sumergirme en él solo algunas semanas después de la edición. Es la primera vez que un disco me da tanto placer”, expresó.
Recordemos que en la pasada ceremonia de los Australian Music Prize, Kevin le comentó a un periodista de Sydney que ya había empezado a trabajar en el cuarto disco del conjunto. El proceso se lleva a cabo en su propia casa, lugar donde grabó Currents y parte de anteriores producciones; un refugio que si bien no cuenta con tecnología de punta, lo hace sentir en extremo confortable.