Fenómeno o no, The 1975 se ha convertido en una de las bandas que más ha dado que hablar en la industria contemporánea. Bajo una fórmula que combina pop en distintas matices con ciertos toques de rock en un constante código estético de sus componentes, los oriundos de Wilmslow han llegado al tope de las listas de Reino Unido, incluso conquistando cierto sector de la audiencia norteamericana. Producto juvenil que ya configura su tercer álbum.
Ya en semanas pasadas su vocalista Matthew Healy, con la resaca calórica de un adolescente veinteañero en su mirada, anunció a través de Twitter que su nueva incursión en el estudio llegaría el próximo año: “El nuevo The 1975 – 2017”. Ahora se suma un ingrediente más a la fórmula; George Daniel, batería del proyecto, publicó un video en Instagram que muestra, entre sonidos de guitarras tintineantes y fondos de teclados, algunos miembros de la banda entre cables y computadoras con el título “2018”.
Una información que juega con la especulación y trucos publicitarios, mismos que tan bien conocen en la banda en sí. Conjuntamente Healy ofreció una extensa entrevista a The Guardian, donde se autodenominó ‘pretencioso’ y declaró feliz por los grandes límites que estaba alcanzando su música. Una traición a la etiqueta ‘indie’ que alguna vez dijeron portar; los números y cuantiosas cifras son su nuevo motor creativo. La poca madurez les jugó una mala pasada.
“No me disculpo (por ser pretencioso), porque estoy aburrido de los grupos indies muertos de miedo por hacer algo que pueda hacer parecer que tienen aspiraciones, y que afecte a su status quo de banda pequeñita y exclusivista, donde todo el mundo tiene que pensar que cada grupo es tan molón como la otra banda, y no puedes tocar para más de 30 personas y todo el mundo es una jodida lesbiana. Es mucho más pretencioso fingir que no te importa algo”, explica.
“Me agrada la idea de comenzar a trabajar en una habitación y luego ir a través de la humanidad, la idea de que una de mis canciones esté sonando en un coche mientras alguien está teniendo una discusión sobre algo que importe, o una canción sonando cuando alguien tiene ‘ese momento’ de sentirse realmente vivo, quiero eso”, agrega.
En concordancia con dichos cánones, el conjunto se presentará en nuestro país por partida doble: Lollapalooza (1-2 de abril) y Movistar Arena, dos días después de cerrada la séptima edición del evento creado por Perry Farrell. Entradas a la venta por sistema Puntoticket.
Desde sus inicios la banda logró combinar los oscuros y juveniles temas de sexo, amor y miedo con alt-rock etéreo. En 2012 lanzaron su primer EP, “Facedown” y poco después giraron junto a Little Comets. El primer single de su EP debut, “The City”, fue tocado en el show de Huw Stephens en BBC Radio 1 y las energéticas presentaciones en vivo del cuarteto los hicieron queridos por el público, mientras su música comenzó a barrer con los sitios musicales.
A fines de 2012, editaron su segundo EP, “Sex”, y la canción del mismo nombre fue tocada por el influyente dj de BBC Radio 1, Zane Lowe. Al año siguiente, un tercer EP apareció, titulado “Music for Cars”, del que se desprendió el single “Chocolate”, que se metería dentro de Top 20 en el Reino Unido. Su popularidad continuó creciendo y comenzaron a hacer shows por todo el Reino Unido y también fueron invitados a tocar en SXSW en conjunción con un tour por Estados Unidos.
Su álbum homónimo – grabado con el productor Mike Crossey (Artic Monkeys, Foals) – fue lanzado el 2013, logrando el #1 de los charts en el Reino Unido y el puesto 28 en el Billboard 200. En 2016 vuelven al ruedo con I Like It When You Sleep, for You Are So Beautiful Yet So Unaware of It. Los singles “Love Me” y “The sound”, muestra a la banda moviéndose hacia un sonido influenciado por un pop adulto contemporáneo de los 80 y el R&B.