Por Lily Molina
Formada recién hace un par de años, The Last Internationale llega en un periodo de la música donde es más común ver bandas novatas con un estilo más indie o popero que rockero con crítica social y político como lo hace esta banda oriunda de Nueva York. La vocalista y bajista Delila Paz y el guitarrista Edgey Pires fundaron la agrupación, que después contó con la participación del miembro en tour de The Smashing Pumpkins, Brad Wilk, ex baterista de Rage Against the Machine y Audioslave.
Brad Wilk, para quienes lo conocen bien y lo han visto tocar en vivo, es sinónimo de poder. Después de haber tocado para bandas tan intensas como RATM y Audioslave, hasta en Black Sabbath para su último disco, puede hacer lo que quiera, y por una petición de Tom Morello llegó al grupo de Delila y Edgey.
Una muy amistosa Delila, diciendo en cada momento “me encanta Chile”, y dando las gracias por asistir se convirtió en la atracción del espectáculo. La acompañaba en la guitarra Edgey Pires, y para sorpresa de todos, Brad Wilk no fue el baterista como tanto se esperaba. Otro músico acompañaba al dúo en ese show.
Parecía que el público no notaba ese detalle, y temas como “Wanted Man”, “We Will Reign”, y “Killing Fields” fueron recibidos con mucha euforia y entusiasmo. Y uno de sus primeros singles, “Life, Liberty and The Pursuit of Indian Blood” fue celebrado y coreado por todos, mientras Delila le pedía al público repetir con ella el estribillo.
Igualmente, uno de los momentos más emotivos, y que nos hace recordar el último y único concierto de Rage Against the Machine en Chile, fue cuando Delila cantó “El Derecho de Vivir en Paz” del gran Víctor Jara. La vocalista había comentado que era uno de sus músicos favoritos, así que no podía faltar. Entre varias frases en español que mencionaba la frontwoman, prometió volver al país y tocó “1968”, última canción de la jornada.
Es cierto que muchos quedaron insatisfechos por la cancelación del concierto de NOFX en el Lollapalooza, pero esta vez algo negativo como lo recién expuesto se vio recompensado con la venida de una banda que a futuro tiene mucho que aportar. Tiene protagonismo una mujer, las letras tienen contenido relevante que hacen reflexionar y criticar nuestra realidad, acompañado de hard rock y mucha actitud revolucionaria. No por cualquier razón es una de las bandas favoritas de Tom Morello