Simple y directo. A pesar de ser un usuario asiduo a las tecnologías e infinitas gamas que ofrece en cuanto a la creación musical, Trent Reznor se ha mostrado crítico en cuanto al impacto que tienen muchas de ellas. Ya lo realizó en Dear World, una pieza que narra metafóricamente las miserias de una sociedad adicta a los móviles, y ahora lanza dardos en contra de las redes sociales, culpándolas de influir en que el sonido contemporáneo no sea arriesgado, sino más bien “formulaica” y “hecha para complacer”.
“Lo que ha quedado es que ahora todo el mundo es comentarista. Internet le da voz a todo el mundo pensando que a alguien le importa lo que tenga que decir y que tiene el derecho. Creo, en general, que eso ha creado un ambiente tóxico para los artistas y ha llevado a la creación de música muy segura. Los artistas tratan de hacer música para contentar a los creadores de tendencias que les dicen a las ovejas qué les tiene que gustar. Es un círculo vicioso y creo que no es saludable. Y es que no veo que hoy día surja ningún Prince en la escena”, expone en entrevista con Yahoo.
“Veo a mucha gente haciendo mierda predecible, hecha para complacer, de restaurante vegano. Y creo que crea un ambiente en el que la gente está preocupadísima por lo que el resto de gente dirá. Y gente que no ha hecho nada considera que está bien soltar mierda de cosas sobre la que no tienen derecho a hablar. ¿Tienes cuenta en Facebook? A nadie le importa una mierda. No has logrado nada”, agrega.
El músico que conquistó Woodstock 94 también narra cómo se gestó su más reciente materia. “El proceso de ese EP fue muy cómodo para nosotros. Caía en la cuenta, cada vez que entraba en nuestro estudio, que pasaba por delante de un par de guitarras polvorientas que no había tocado desde la última gira porque, llegó un momento en el que decidí que las guitarras estaban pasadas de moda y que ya había hecho eso. Pensé, “Tengo que dedicarme a esta otra cosa. Y no puedo tocar estas cosas. Ya las he hecho. No puedo volver a eso”. Y un día estábamos ahí haciendo el idiota y enchufamos la guitarra y un par de pedales y sin pensarlo mucho, salieron algunas cosas que eran una versión mía un par de años mayor que la última vez que probé eso”, cuenta.
“Daba la sensación de ser fresco porque no la había tocado desde hacía un tiempo. No había oído esos sonidos. Y no había oído esos sonidos de esa cosa nueva que le había enchufado. Era liberador y libre y pasado de moda y agresivo y, “joder, esto es lo que tenemos que hacer”. No lo pensé demasiado. Y eso es lo que dictó el nuevo EP”, concluye.
2017, de vuelta a lo industrial
En una reciente entrevista con Beats 1 Radio, Trent Reznor afirmó que tiene dos grandes planes para Nine Inch Nails el próximo año. De momento, descartó la posibilidad de retomar las giras centrándose netamente en la creación musical —a pesar de tener una fecha pactada en México—.
NIN es considerado un pionero en el movimiento de la música industrial y ha tenido una gran influencia en la evolución de la música electrónica. Sus grabaciones – que incluyen la RIAA de platino – están certificados por Pretty Hate. Machine (1989), Broken (1992), The Downward Spiral (1994) y With Teeth (2005), han revolucionado la producción digital.
La banda ha vendido más de 30 millones de álbumes en todo el mundo, y ha dado a conocer una notable serie de singles, incluso escalando al N° 1 en radios de rock con hits como “The Hand That Feeds,” “Only,” “Every Day Is Exactly the Same” y “Survivalism”. Han recibido dos premios Grammy.