“¡50 años!” gritaba un eufórico Ken Stewart al término de la presentación de los legendarios The Skatalites en su presentación en la 14º versión de Siempre Vivo Fest. La banda, que se formó en 1964 en Kingston, Jamaica, tuvo como núcleo al jazz jamaiquino, quienes abrieron escuela para una fusión de sonidos quienes los tienen como “leyendas” del ska, donde solo han ganado dos premios Grammys. Nombres como Bob Marley y Bunny Wailer grabaron con la banda.
Con disoluciones y problemáticas internas, la banda aparece cerca del 1983, con formación renovada. Pero el “roots” o las raíces que dieron vida a la banda, permanecen pese a los cambios. Pasadas las 19:30 salieron a presentarse con “Latin goes Ska”, dando el primer batatazo a un recinto que se llenaba de humo sativo y las banderas rastafaris flameaban al ritmo de la música.
“Freedom sound”, “Phoenix city”, “Can´t you see” eran parte del paisaje fiestero de la banda que venía a validar el status de leyendas, pero con reminiscencia a su sonido que dio vuelta al mundo y tuvo principal repercusión en Inglaterra. Los jamaiquinos, colocaban la nota alta al son del baile en Siempre Vivo Fest con un particular Ken Stewart vuelto loco y jammeando con su órgano. Particular momento fue cuando el mismo tecladista y uno de los pilares de la banda que llegó a mediados de 1983, fue su paso de baile y el salto característico lo revalidaba como el continuador del legado de una banda inmortal para millones y semillero de muchas bandas.
Doreen Shaffer, una de las históricas dentro de la alineación, pisaba el escenario y la multitud la ovacionó y comenzaba a sonar el cover de The Wailers “Simmer down”, con su particular voz que aún afina y no decae. El viaje en el tiempo es la posibilidad que a las personas les da la música. El groove sonaba a tope y los pasos algunos rude boys se dejaban ver y “Guns of Navarone” eran la guinda de la torta para una hora exacta donde The Skatalites dijo nuevamente presente en nuestro país. Punto aparte sobre el cariño y la acogida que la banda tiene en nuestro país, que los ha traído en innumerables veces y con la misma energía desde su regreso en los años ochenta.