Si el solo hecho de pensar ir a un gimnasio o, trotar cuesta arriba un cerro te aterra, tenemos la solución perfecta para mantenerte en forma y quemar las calorías de más: ir a un festival de música.
Según un cálculo realizado por asistentes al festival Glastonbury, es posible quemar cerca de 3 mil calorías por día. Esto obviamente considerando el tiempo que se pasa bailando (dicen que son unas 8 horas en total) más las grandes distancias entre los distintos puntos del predio (caminatas de hasta 25 km).
Pero la cifra sigue siendo igual de alentadora si eres sólo un observador pasivo: si te quedas parado en frente de los escenarios sin bailar, correr ni mucho menos saltar en promedio quemarás 700 calorías.
Si lo extrapolamos con nuestra realidad salvo las extensas caminatas, deberíamos quemar una cantidad de calorías medianamente similar. Lollapalooza en pleno Parque O’Higgins parece ser el mejor ejemplo…¿o acaso después de un día allá no has llegado a tu casa directo a dormir?
Los conciertos que no se encajan en este tipo de concierto (festival) también aportan a reducir los tan temidos “rollitos” así que ya sabes, a preparar tu polera, zapatillas y ¡a rockear!