Por Lily Molina
Guitarras estridentes, bases rítmicas contundentes y un sonido agresivo con voces desgarradoras, es lo que tendremos en la sexta edición del Lollapalooza Chile junto a The Suicide Bitches cerca de las 3 de la tarde en el Lotus Stage. La banda chilena, que se formó el 2006, tiene a Alberto Hayden en guitarra y bajo, Felipe Arriagada en voz, Pablo Fontecilla en bajo y guitarra, Maxo Soublette en guitarra y Javier Mansilla en batería. Cada uno con profesiones mas bien diferentes a la música. Alberto estudió periodismo y cine, Felipe es ingeniero civil industrial y director de la página POTQ, Pablo es ingeniero también y Javier es artista visual. Y esta heterogeneidad del grupo de alguna manera es la que le da el carácter propiamente tal a The Suicide Bitches.
Con influencias de The Stooges, Soundgarden, Led Zeppelin, Kyuss y Queens of the Stone Age, estos ex compañeros de colegio dicen enfocarse más en la búsqueda de una sonoridad, en este caso stoner, y con letras más bien sencillas y acordes al punk. Si bien en los comienzos de la banda sus sonidos se arrimaban hacia los orígenes del punk fue inevitable el no verse influenciados por los grupos que sonaban mientras crecían. Géneros como el grunge, el punk rock de Nirvana, el garaje que hacían The White Stripes fueron una huella imborrable para los sonidos que querían conseguir. Con el tiempo han evolucionado en un sonido más pesado, más cerca del stoner, como Kyuss, Queens of the Stone Age o Soundgarden. Sin embargo, hoy reconocen dentro de sus nuevas influencias a Puta Marlon o la banda del Sol Naciente, quienes a la hora de componer temas juegan con estructuras y arreglos que están fuera de lo convencional.
Debutaron el 2008 con el EP “Johnny Yen” con muy buenas críticas, lo que más tarde les dio la oportunidad de abrir el show de Stone Temple Pilots en Chile el 2010, cuya presentación fue considerada como una de las mejores aperturas de ese año por la Radio Sonar.
Mucha gente se queja de la aparente falta de innovación que presentan hoy en día las bandas que hacen sus primeras armas en la música. Amparados en la desidia o en la carencia de ideas, exprimen todo el jugo de sus influencias hasta que lo poco que tienen que decir se esfuma en un abrir y cerrar de ojos en melodías originadas muchos años atrás.
Por supuesto, esa es una visión de las cosas. En un mundo donde la dualidad no es apreciado en su plenitud, todo tiene su símil y opuesto –“como es arriba, es abajo”-, y en la anterior descripción musical es acertado conjeturar que, si bien unos fracasan estrepitosamente en hablar desde el pasado, otros sortean el desafío con el temple de avezados veteranos.
Y The Suicide Bitches pareciera que se ajusta a ese tipo de bandas, traduciéndose en el recibimiento a su primer LP, “The Farm of the Suicide Bitches in Heaven” del 2012, lo que permitió al grupo a participar en el Festival SXSW en Austin, Texas. Pero ese no fue el único evento internacional donde tocaron, ya que ese mismo año estuvieron presentes en la primera versión delCBGB’s Festival en Nueva York. La reputación que precede a este festival es inmensa. Mal que mal, el CBGB original -fundado en 1973 en pleno Manhattan- fue el punto en que el punk y el new wave neoyorquinos explotaron con nombres como Ramones, Television, The B-52’s, Blondie, TalkingHeads, Misfits y Joan Jett&TheBlackhearts, entre muchos otros. Un lugar histórico, que fue cerrado en octubre del 2006 y cuyo espíritu ha revivido en el marco de este encuentro multicultural. Y por si fuera poco, también tocaron para la última edición del Maquinaria Festival en Las Vizcachas. Tanto para el Festival SXSW y el CBGB’s Festival, ambos fueron absolutamente auto gestionados. El primero se realizó a través de postulaciones online como toda banda que pretende ser partícipe del festival. Situación que culminó con una positiva respuesta, dejándolos invitados para presentarse en Austin, Texas. Para ello tuvieron que postular a su vez a los fondos de cultura, obteniendo cerca del setenta porciento del financiamiento necesario para el viaje, recaudando el resto a través de fiestas y tocatas.
En la segunda oportunidad, y luego de regalar su reciente LP a quien se le cruzara por delante recibieron un tweet que decía que la canción “ColdWoman” sonaba fuerte en el CBGB, respondiendo de inmediato con completa disponibilidad para tocar en el evento. Al recibir la invitación formal iniciaron otra carrera para recaudar el dinero necesario, en esta oportunidad lejos de los fondos concursables, todo hasta que Felipe, que en ese momento trabajaba en Levi’s, comenzó una campaña y logró presentarles el proyecto consiguiendo el auspicio de la marca.
El 2015 presentaron su nuevo disco “#SEMENATION, con sonidos más stoner, cargados de fuzz y melodías densas, editado por Beast Discos y TuneLess Records, con el primer single “SayMyName”. Un disco que muestra fielmente cómo es la banda en vivo, un show con un caos necesario que es común ver en bandas de los 90’s, de la herencia típica del stoner, con mosh y con alcohol de por medio, como en los viejos shows de rock n’ roll, como un intento por retratar esa época de caos, lo que se ve reflejado en el sonido de #SEMENATION, lo que tomó alrededor de un año en grabarse.“Este disco, siento yo, fue hecho con tiempo y lo quisimos hacer a conciencia, que nada quedara al azar, no solamente en la grabación, aquí incluimos la mezcla, la masterización, el arte, el nombre, todo ha sido darle una vuelta al asunto, al contrario de nuestros anteriores trabajos, que salían más de la guata, sin pensarlo mucho” explica Felipe.
Y Brian Baker, guitarrista de Bad Religion, ente provocativo del punk californiano que nos acompañarán en la segunda jornada de esta edición del Lollapalooza, dice ser fan de los chilenos y los recomienda totalmente. Excusa más que suficiente para decir presente en esta nueva versión del festival.