Por Salvador J. Leiva
La música de estética punk se ha visto tan menospreciada y débil en los últimos años. Debido a su considerable declive, Se le acusó falta de referentes que revitalizaran el género, como así también agotamiento de recursos estilísticos que han sido totalmente sobreexplotados con el paso de los años.
No obstante, una banda venida de Bristol, Inglaterra parece querer cambiar las cosas. Vigentes desde el comienzo de esta década, Idles sorprendió el año pasado con su honesto y crudo debut discográfico llamado ‘Brutalism’, que combinaba elementos del punk rock con ciertos guiños al post punk, donde 13 incendiarias canciones reflejaban los aspectos más deplorables de la sociedad actual. Aquella primera colección de canciones lograría llamar la atención de prensa especializada y auditores por igual.
Y un solo batacazo no saciaría la ambición musical del frontman Joe Talbot y compañía, ya que un año y tres meses después de su debut, saldría a la luz el segundo elepé de Idles, que lleva por nombre ‘Joy as an Act on Resistance’, con 12 canciones más, para que los británicos sigan en boca de todos los melómanos y seguidores de la música punk.
Y, así pues, dando inicio al disco, nos encontramos con ‘Colossus’, una apertura que posee una primera parte completamente tensionada en fills de baterías y guitarras angustiosas, y una segunda completamente veloz y punketa. Aquí, se deja ver claramente acerca de qué va la letra: soy Stone Cold Stevie Austin, soy Fred Astaire, soy Ted Diviase; soy un hombre que lucha contra la toxica masculinidad impuesta por la sociedad.
‘Never Fight a Man with a Perm’ el segundo track, es otra acida critica a los cocainómanos que alguna vez fueron portada de los medios de espectáculos como Charlie Sheen o Michael Keaton, seres arrogantes y totalmente fuera de sí, inmersos en un mundo lleno de excesos.
‘Este copo de nieve es una avalancha’ es lo que vocifera Talbot en ‘I’m Scum’, una declaración total del vocalista de Idles, donde admite ser un tipo de clase baja con ropa de segunda mano, un izquierdista que cree que puede hacer cambios en una sociedad tan conservadora como la británica. Por cierto ‘copo de nieve’ o ‘snowflake’ es una palabra peyorativa para los partidarios de la política de izquierda.
Otro tema de suma importancia se materializa en la siguiente canción, donde el amor y apoyo a los inmigrantes se plasma en ‘Danny Nedelko’, citando el ejemplo de Freddy Mercury, uno de los mayores referentes de la música en el Reino Unido, siendo un inmigrante nacido en Tanzania.
En ámbitos más personales para el vocalista, irrumpen ‘Love Song’ y ‘June’, siendo la primera una canción de amor, pero quizá la canción más honesta de amor que se podría hacer, describiendo un tipo de amor desinteresado, sin necesidad de usar el sexo como el recurso más fuerte en una relación. Y la segunda pieza refleja la realidad más cruda llega a la mitad del disco, donde en Joe Talbot relata cómo fue haber perdido una hija justo antes de nacer.
El tópico de la masculinidad vuelve a aparecer en ‘Samaritans’ donde se menciona la real enfermedad que suele ser tratar de ser un ‘hombre’. Como si fuera una mascara que no te permite tener emociones verdaderas. Aquí Talbot usa la frase de la popular canción de Katy Perry ‘I Kiss a Girl and I liked it’ y la cambia por ‘yo besé a un chico y me gustó’, usando aquel recurso como un ataque directo al falso perfil de hombre que suele ser tan normalizado en la sociedad actual.
Amarse a si mismo, evitar los cánones de belleza y aceptar a los demás parecen ser consignas marcadas en el ADN de Idles, una banda fundamental en los tiempos que corren, que suma y sigue en la carrera por ser la banda del momento, competición que no tiene suficientes contrincantes que igualen al quinteto inglés.
Esta propuesta disruptiva de Idles la podremos ver en el contexto de Lollapalooza este próximo viernes 27 de Marzo.