El estruendo era ensordecedor. Los ecos de su voz aún flotaban en el ambiente, así como los popurrís multicolores. Se trataba de una energía pocas veces vista, tal cual un orgasmo musical: con una debida introducción, clímax y conclusión. Los furiosos acordes de Soundgarden fueron eclipsados por lo que muchos recuerdan como la mejor actuación que ha desfilado por los pastos de Lollapalooza en su versión chilena. Al frente, Arcade Fire se despedía con un ‘hasta la próxima’. Promesa postergada por variados factores y que este año finalmente se cumpliría.
En un video compartido por All Star Weekend de NBA, Win Butler, alma máter del conjunto, reveló que en los próximos meses concretarán un periplo por nuestro hemisferio. “En un 100% haremos un tour por América Latina. Todavía estamos trabajando en los detalles”, lanzó, para luego agregar que “es su lugar favorito para tocar en el mundo”.
En la oportunidad, el conjunto que le cantó a la vida y muerte en Funeral, presentará su aún no anunciada quinta producción a ser editada en algún punto del primer semestre del presente año. “Todas las canciones han sido grabadas. Por el momento todavía estamos mezclando y tratando de decidir qué canciones irán a parar al disco, porque hemos grabado más de lo que necesitamos. Pero casi hemos terminado. No sé cuándo saldrá, espero que pronto. Sé que somos una banda popular, pero siempre nos atenemos a la misma regla: grabamos hasta que sentimos que la música está lista”, reveló Jeremy Gara semanas atrás.
Informaciones que se suman a lo revelado por Tim Kingsbury, quien conversó con la cadena CBC Music desde París, mismo lugar donde están gestando su siguiente gran golpe: “Estamos en la mitad del proceso del nuevo disco y probablemente seguiremos trabajando un par de meses más. El álbum saldrá en algún momento del próximo año”. En la misma entrevista Kingsbury fue consultado del por qué están realizando determinadas presentaciones en vivo en el viejo continente, ante lo que éste replicó: “estamos realizando estos conciertos porque ha pasado un tiempo y es agradable a volver a juntarse en esto. Es una manera de poner un poco de energía extra al proceso de grabación”.
Un sello inconfundible de Arcade Fire que se plasmó en este álbum ya finalizado: tomarse con calma sus grabaciones, concretarlas sólo cuando así lo sientan, y darse el lapsus necesario para armar los bosquejos sonoros de la mejor forma. Un proceso que el mismo James Murphy vivió en primera persona en Reflektor, visitando varios estudios de grabación alrededor del mundo.
Condimentos especiales para esta venidera pieza hay de sobra: Régine Chassagne fue madre, Will Butler consecuentemente padre, y Win Butler se aventura en el underground con una música que día a día gana adeptos. Junto con ello, David Bowie —una influencia permanente en el conjunto— falleció a principios del año pasado, siendo homenajeado por Arcade Fire varias veces.
Esta banda de seis piezas, provenientes de Canadá, ha ganados dos Brit’s Award, dos Grammys y ha editado tres discos en los últimos diez años. Su álbum “Funeral”, editado el 2004, fue nominado a un Grammy por Mejor Álbum Alternativo del año. Él, también, cerró la década siendo escogido por la Revista Rolling Stone como el álbum # 1 de los ’00s. También fue señalado como el Mejor Álbum de la Década por publicaciones como NME, Q, Pitchfork, The Guardian y Mojo.