Si hay algo que se ha transformado en un clásico en Lollapalooza son los corrovers que nos genera este universo musical, en donde convergen figuras nacionales e internacionales como si fuera un mundo paralelo. En esta versión de Lollapalooza Chile tuvimos una sorpresa anunciada en mismo día domingo: un DJ set de Win Butler de Arcade Firejunto al Dj chileno Cosmo Gonik en el Lounge exclusivo del festival.
A las 17:00 hrs en punto se subieron al stand de Cenco Malls 3 integrantes de Arcade Fire -Win Butler, Régine Chassagne y Paul Beaubrun- junto a Cosmo Gonik, quien es el link de la amistad de la banda canadiense con Javiera Parra de hecho. Esta instancia fue completamente sorpresa y revive la noche anterior, en lo que al parecer fue un set exclusivo con Diplo.
Comenzaron en la cima con un sample de “El rey y yo” de Los Ángeles Negros que se transforma en un pequeño rave derivado de hits latinos y por supuesto remixes de “Everything Now”, “Reflektor” con el master original de la voz de David Bowie, y “Rabbit Hole” que de por sí es una experiencia electrónica singular; además de un remix de “Rock the Casbah” de The Clash que fue una parte integral de esta atmósfera.
Ver a la banda acompañada de 2 chilenos -Cosmo y por supuesto Javiera Parra- desarrolando un set electrónico poco convencional para su canon, armando una fiesta en tierras nacionales es un hito íntimo y jovial que se alberga como un crossover inexplicable pero impagable. La energía era inmaculada, mientras todos los mpusicos iban alternando intrumentos de forma espontánea y bailando a más no poder. Tom Delonge fue avistado en el fondo en la mayor parte del set, mientras Régine y Cosmo forman un trencito entre los espectadores, Win Butler bailando con Javiera Parra, instrumentos volando, maracas por doquier, y un sinfin de recuerdos históricos quedarán en nuestra retina.
Con la polémica en sus cabezas y un público que no se aproblemó, Arcade Fire logra crear no sólo un crossover de magnitudes incalculables, sino consolidarse como músicos que independiente de su medio, froma o escenario, poseen una euforia que irradia a traveésde su audiencia. Logran mantener la potencia de su set en forma electrónica y mueven no sólo masas, sino fiestas, mueven energías y mueven la cultura del festival desde lo más íntimo. Esto fue Arcade Fire por partida doble, en dos facetas y dos momentos históricos: entre el fuego y las cenizas Arcade Fire no se detiene.
Ver a la banda acompañada de 2 chilenos -Cosmo y por supuesto Javiera Parra- desarrolando un set electrónico poco convencional para su canon, armando una fiesta en tierras nacionales es un hito íntimo y jovial que se alberga como un crossover inexplicable pero impagable. La energía era inmaculada, mientras todos los mpusicos iban alternando intrumentos de forma espontánea y bailando a más no poder. Tom Delonge fue avistado en el fondo en la mayor parte del set, mientras Régine y Cosmo forman un trencito entre los espectadores, Win Butler bailando con Javiera Parra, instrumentos volando, maracas por doquier, y un sinfin de recuerdos históricos quedarán en nuestra retina.
Con la polémica en sus cabezas y un público que no se aproblemó, Arcade Fire logra crear no sólo un crossover de magnitudes incalculables, sino consolidarse como músicos que independiente de su medio, froma o escenario, poseen una euforia que irradia a traveésde su audiencia. Logran mantener la potencia de su set en forma electrónica y mueven no sólo masas, sino fiestas, mueven energías y mueven la cultura del festival desde lo más íntimo. Esto fue Arcade Fire por partida doble, en dos facetas y dos momentos históricos: entre el fuego y las cenizas Arcade Fire no se detiene.