La memoria pesa y las ansias por revivir las emociones de lo que fue su presentación en Lollapalooza Chile, que dejó en claro que la energía y actitud en el escenario les sobra en exceso a los oriundos de Sheffield, tiene a más de alguno en cuenta regresiva hasta el martes 11 de noviembre.
Si hay algo que puede criticarse a Alex Turner y compañía, es su escasa variación en lo que a setlist se refiere, manteniendo en la mayoría de los casos el mismo puñado de hits concierto tras concierto. ¿Qué pasaría si dejásemos de escuchar el típico “LADIES” y con ello “I Bet You Look Good on the Dancefloor”? ¿la coreada “Fluorescent Adolescent”? ¿o un cierre sin “505”?
Y es que un grupo de la talla de los Monkeys, ya podría prescindir de los temas que alguna vez fueron la clave de su éxito, dando más cabida a un sinfín de canciones que destacan por un trabajo que ha evolucionado a través de sus 5 álbumes de estudio, todo gracias a la genialidad que lidera especialmente Turner, y que los confirma como una de las bandas más prósperas en lo que acontece al actual y, en ocasiones, alicaído panorama musical.
Traer de vuelta “Fake Tales of San Francisco”, uno de los temas principales de su disco debut “Whatever People Say I Am That’s What I’m Not ”(2006) y que son tan esquivos a tocar; una muestra clara de los primeros atisbos de un grupo que se distinguiría de ahí en adelante por la poderosa batería de Matt Helders y la lírica de un Turner que aseguraba en señalar que el “amor no es sólo es ciego, sino también sordo”. “Leave Before The Lights Come On” es otro de los sencillos de esta primera etapa, marcada por la descarga furiosa de sonidos que impulsaban los británicos que en esa época bordeaban unos prematuros 20 años, y que al cuestionarse “¿cómo puedes despertarte junto a alguien a quien no quieres?” conmocionaron a más de un fan. Sin mayor objeción, ambas debiesen volver al listado.
“Balaclava”y “Old Yellow Bricks”, pertenecientes a “Favourite Worst Nightmare” (2007), también podrían ser consideradas como una opción. En la primera, el notorio aporte del bajo y la velocidad que luego se desencadena no deja indiferente a nadie, en tanto en la segunda, los estruendos casi hipnóticos de su final nos hacen recordar los momentos en donde la agrupación recién comenzaba a distinguirse de sus pares.
Adentrándose en plena era “Humbug ”(2009), una de las más provechosas y oscuras hasta el momento, el corte “Dance Little Liar” nos vuelve a llevar por el camino sombrío que fue la constante de ese álbum. Destacar su vibrante comienzo con cada pulso de guitarra, que alcanza su clímax en los segundos en donde lo instrumental toma el protagonismo; un rock más maduro que se desmarca totalmente de la mirada un tanto más juvenil que primó en sus dos trabajos anteriores. El cover a Nick Cave & The Bad Seeds con “Red Right Hand (Crying Lightning Single)”, versión más rápida y destructora que la original, pero que aún así logró mantener la línea del particular estilo de Cave, es otra de las que debería decir nuevamente presente. Siguiendo con los lados B, “Fright Lined Dining Room (Cornerstone Single)” impulsa aún más esa explosión y giro sonoro que fue la llave que les el dio el paso para moverse dentro de las grandes ligas. Sin duda, una apuesta más que interesante.
Son muchos otros los cortes que también podrían ser considerados. Eso es lo que queremos de Arctic Monkeys, más jugadas en lo que a repertorio se refiere, perderle el miedo a despedirse (aunque sea por un tiempo) de lo que fueron parte de sus éxitos. Tal vez, algo que podría ser lamentado por parte de la fanaticada, pero que a larga, aumentaría aún más los buenos calificativos que ya tiene la agrupación. Desplante y talento, dos características que se han mantenido firmemente en todos estos años de carrera, pueden más que la monotonía de querer jugar siempre en terreno seguro.
Arctic Monkeys en Chile + The Hives
- Martes 11 de noviembre Movistar Arena
- Desde las 20:00 hrs
- Entradas a la venta por sistema PuntoTicket