Una de las relaciones más llamativas en el mundo de la música—y para algunos polémica por todo lo que representó— fue la que mantuvieron durante varios años Mick Jagger y David Bowie. Desde composiciones en conjunto hasta un supuesto romance que duró dos años, ambos artistas sabían complementarse de forma perfecta: por una parte estaba todo el histrionismo del líder de los Stones, y por otra la vanguardia y talento en la composición del “Duque Blanco”.
Obviamente la voz tras “Satisfaction” no quedó ajena a la partida de su compañero de labores, y le dedicó sentidas palabras a través de Twitter, plataforma que ocupa en contadas oportunidades. “David siempre fue una inspiración para mí, verdaderamente original. El fue maravillosamente descarado en su obra”, manifestó. A lo anterior, agregó un segundo tuiteo: “teníamos tantos buenos momentos juntos. Él era mi amigo, nunca lo olvidaré”.
Otras personalidades de relevancia que lamentaron la muerte de “Starman” a través de las redes sociales fueron Paul McCartney (“Estoy orgulloso de toda la influencia que dejó en el mundo. Su estrella brillará en el cielo por siempre”); Win Butler (“Adiós amigo. Un montón de lágrimas, y un montón de felicidad por haber pasado por el mismo sistema solar que tú); Jimmy Page (“Bowie era un innovador, con una visión única que le cambió la cara a la música popular); Queens of the Stone Age (“Nos veos en Valhalla ‘Black Star´”), entre otros.
El fallecimiento del músico se comunicó —luego de informaciones emitidas por BBC— en sus propias redes sociales el pasado domingo: “David Bowie ha muerto en paz hoy rodeado de su familia, después de una valiente lucha de 18 meses contra el cáncer. Mientras muchos de vosotros compartiréis la pérdida, pedimos respeto a la privacidad de la familia durante su tiempo de dolor”.
Un hecho aún más doloroso si recordamos que hace tan sólo tres días se editó lo que será su última producción de estudio “★ “(Blackstar). Ella bajo un lenguaje de krautrock y arreglos poco ocurrentes, trata temas como la muerte y el miedo al olvido. Algo que hace totalmente juego con el proceso de producción del álbum (en cuanto a tiempo) y su diagnóstico de cáncer: más de un año.
“Bowie siempre hizo lo que quería hacer, y quería hacerlo a su manera y de la mejor manera. Su muerte no era diferente de su vida — una obra de arte—. Blackstar fue para nosotros su regalo de despedida. Yo sabía desde hace un año que esta era la manera que sería. Sin embargo, yo no estaba preparado para ello. Él era un hombre extraordinario, lleno de amor y de vida. Él siempre estará con nosotros. Por ahora, es apropiado llorar”, explicó su productor de toda la vida Tony Visconti.