Por Lily Molina
La banda americana originaria de Los Angeles, California, fue la responsable de liderar la nueva ola de punk rock americano a comienzos de los años ochenta. En sus canciones mostraban la desesperanza y la furia de la juventud de esa época, inmersa en un sistema del que se sentían ajenos. Su marca registrada es la utilización de melodías que atrapan y su constante búsqueda de nuevos sonidos, desde la psicodelia al heavy metal, pero con un inteligente y agudo uso de las palabras con metáforas y un nutrido vocabulario.
Dejando de lado todas las bandas de hardcore del sur de California de comienzos de los 80’s, BadReligion se mantuvo en el rubro por más tiempo. Desde hace más de una década conservaron su credibilidad undergroundsin la necesidad de ofrecer una serie de álbumes indistinguibles que suenan todos iguales. En lugar de ello la banda refinó su ataque, añadiendo inflexiones de psicodelia, heavy metal y hard rock, así como también una considerable dosis de melodía. Entre su debut en 1982 y su primer disco en un sello importante, RecipeforHate del 93’ se mantuvo vital en la comunidad hardcore, sosteniendo su ejecución musical y continuando con letras complejas y rectamente enojadas.
Fue en el Teatro Monumental, actual Teatro Caupolicán, en 1999 cuando debutaron los angelinos en Chile. Un show significativo tanto para los fans como para el grupo que regresó un par de años después, y así de manera más frecuente presentándose en el Estadio Chile o Estadio Víctor Jara, la Pista Atlética del Estadio Nacional y nuevamente en el recinto que los recibió por primera vez, el Teatro Caupolicán el 2011. “Esperamos estar de vuelta muy pronto” espetaba Greg Graffin aquella noche, promesa que cumplieron al volver el 2014, con True North para promocionar.
Hay una línea muy fina entre perfeccionar un sonido muy específico que puede definir a una banda y crear música redundante y rancia. Durante más de 30 años, Bad Religion ha demostrado que la edad es solo un número, y sin descanso produjeron material legendario. La última oferta de la banda, True North, sirve como una culminación y retrospectiva de su dilatada historia.
La canción con el titulo del disco inicia el registro con una melodía instantánea que nunca podría ser confundida con ningún otro grupo que con Bad Religion. El ritmo urgente converge con la armonía en aumento del coro, lo que hace recordar a Recipe for Hate, catalogado por la mayoría como el mejor lanzamiento con el sello del grupo, Epitaph. “Land of Endless Greed” continúa este tema, con el vocalista Greg Graffin dándose impulso para entregar solo la llave correcta.
True North encuentra continuamente a Bad Religion no solo aceptando su pasado, sino que acogiéndolo íntegramente. “NothingtoDismay” expone todo lo amado sobre el sonido de la agrupación del crossbuster. La cadencia de marcha se complementa con la entrega vocal insistente de Graffin en los versos, llevándolo a los coros y solo de guitarra. Aparte de la producción, el tema podría ser confundido fácilmente como una canción del No Control.
Muchos ven a TheProcess of Belief como el regreso no oficial de Bad Religion. Esto marca no solo el regreso de Epitaph Records, sino que también reintegra al guitarrista fundador Brett Gurewitz, cuya relación sobre componer con Graffin es nada menos que una leyenda. True North comparte una sensación similar de rejuvenecimiento, pero empuja más directamente desde el pasado de una manera muy demostrativa. Tanto “The Island” como “Pastis Dead” inmediatamente recuerdan a Against the Grain y su sucesor Generator. “Robin Hood in Reverse” toma prestado de StrangerthanFiction con el comentario social directo de Graffin y el arsenal vocabulario siempre presente.
La dispersión en el disco representa momentos de una dirección y sonido nuevo. “FuckYou” , con influencias folk, legitimando una canción que podría ser fácilmente descartada puramente por el titulo. “Dharma and theBomb” recuerda las primeras influencias de la banda con una reminiscencia de melodía siniestra de Agent Orange o DeadKennedys.
True North es nada menos que una celebración de Bad Religion como un elemento permanente en la historia de la música, y tal vez lo más importante, un testimonio de una historia atemporal de influencia y versiones épicas. Nada sale sin estilo o como de auto servicio. Y por eso se podría decir que es el mejor lanzamiento del grupo en los últimos 10 años, que con el tiempo obtendrá una mayor apreciación en el catálogo global. Claramente ningún seguidor de BadReligion espera que la banda se termine, aunque si True North fuera su último trabajo sería, sin duda, el final perfecto. Pero el punk sigue vivo y no envejece, así que para la última jornada del Lollapalooza, a las 4:15pm en el ItaúStage podremos seguir disfrutando de una de las bandas más relevantes en la historia del punk rock.