El frío invierno se hacía presente con creces la noche del miércoles en la capital, no así al interior del Domo San Diego, lugar en donde se viviría el esperado debut de la banda británica Basement en Chile.
La rabia de Asamblea Internacional del Fuego calentó de sobremanera los motores de la jornada. Las letras contestatarias enlazadas con el post-hardcore hicieron prender a los presentes que poco a poco llenaban el segundo piso del espacio, y que a su vez, respondían con fervor cada melodía de la banda nacional. Una presentación que vendría a entregar pequeños adelantos de lo que estaríamos ad portas de presenciar.
Luego de probar por ellos mismos sus instrumentos, Andrew Fisher, Alex Henery, Ronan Crix, James Fisher, Duncan Stewart se tomaron el escenario de San Diego pasadas las 21:30 horas. Con un inicio potente y sin dejar a nadie indiferente, el quinteto británico no escatimó en rodeos para desplegar lo mejor de su breve discografía, y por su puesto, mostrar parte de “Promise Everything” (2016), razón principal de su visita a latinoamérica.
La conexión entre la agrupación y el público local fue inmediata. Saltos desenfrenados, crowd surfing de los fanáticos y la energía desplegada sobre el escenario, fueron parte de la tónica que se mantuvo a lo largo de la jornada. Era fácil perder el control entre los empujones y las melodías desgarradoras, y que se pudo observar claramente en el entusiasmo desmedido de los presentes, que en muchas ocasiones se subieron al plató para saltar hacia el público, abrazar a los músicos o cantar junto a Andrew, sucesos que parecía no importar demasiado mientras no interrumpiera en el trabajo de los oriundos de Suffolk.
A pesar de que la presentación no duró más allá de una hora, la catarsis vivida hizo del show de Basement un gran debut en tierras chilenas. Whole, Pine, Fading y Covet, fueron parte del set de 14 canciones, que, debido a la efervescencia del público local, obligó a la agrupación a incluir una canción más y aprovechar, además, de cantarle “Happy Birthday” a su vocalista sobre el escenario.
Un show corto pero que contó con lo preciso, cumpliendo con las expectativas y catapultando la larga espera que realizó Basement para pisar suelo sudamericano.
Por Luz Venegas.