A sólo horas de la histórica elección presidencial estadounidense entre Hillary Clinton y Donald Trump, la artillería por parte de sus adherentes y detractores se dispara sin previo aviso. Fuera de investigaciones de la poderosa FBI o denuncias de funcionarios públicos, el mundo de la música ha jugado un rol clave, en específico oponiéndose férreamente a la candidatura del multi-millonario empresario por considerarlo una persona sin cultura con tintes de xenofobia. Así, son reconocidos los nombres que han disparado en su contra, siendo Billie Joe Armstrong, alma mater de Green Day, el último en realizarlo.
En la última edición de NME, el histriónico guitarrista comparó a Trump con Adolf Hitler, criticando su forma de abarcar seguidores de “raza blanca y clase obrera”: “Ese es el problema allí mismo. Hay un nacionalismo blanco bajo el radar desde hace mucho tiempo. Pero ahora Trump ha sido capaz de hacer que la gente ataque y culpe a las minorías y es realmente confuso. Con una misoginia flagrante al mismo tiempo”, afirma.
Va un paso más allá. Cuenta que parte de su familia en Oklahoma es partidaria del representante republicano, desconociendo política alguna de él: “Hay miembros de mi familia de Oklahoma que son grandes partidarios de Trump. Y no hay una respuesta clara sobre por qué lo están apoyando porque él ni siquiera tiene políticas”.
“¡Excepto por un maldito muro! Eso nunca va a suceder, dadme un descanso. Sabes, amigo, sólo creo que ha sido una manipulación masiva. Tus abuelos han sido secuestrados por Fox News, que están recibiendo su información del National Enquirer y de periódicos que están diciendo: ‘Hillary Clinton adoptó a un bebé alienígena’. No te estoy tomando el pelo. ¡Como un alien del espacio exterior! Están dándole la vuelta a todo, hacer cualquier cosa para destruirla”, concluye como bien puntualiza PYD.
Pero no se trata de declaraciones al aire, por el contrario: Revolution Radio, su nuevo álbum editado el pasado 7 de octubre, recoge como influencia principal los cambios sociales, el odio, y la xenofobia que se vive en el continente del norte. “Va de la cultura de los tiroteos masivos que ocurren en América, mezclados con los narcisistas media sociales. Esta rabia sucede, pero también ahora se está filmando, y todos estamos bajo vigilancia. Para mí, eso es muy retorcido”, explica Joe Armstrong .
Un trabajo que pasó por la minuciosa lupa de Rob Cavallo, eterno productor del conjunto, y la de miles de seguidores que vieron el definitivo resurgir de los oriundos de Berkeley: “Déjeme decirle, que son simplemente fantásticos. Él está absolutamente en la parte superior de su performance. Los fans pueden estar seguros de que cuando regresen, la música será increíble”, afirmó a fines de 2015.