Por Salvador J. Leiva
Garrett Clarck Borns, más conocido como BØRNS es un cantante y compositor que hace música cercana al synth, indie y electro, combinando todo con pop. A principios de año su segundo álbum titulado ‘Blue Madonna’ fue publicado, contando con colaboraciones de la archiconocida Lana del Rey y canciones repletas de falsettes y completa producción. Y es exactamente la primera canción del disco donde hace su aparición la cantante gringa. ‘God Save Our Young Blood’ fácilmente podría ser una canción de Lana del Rey, por su minimalismo innato y su coro de pop radial. Algo más orgánico instrumentalmente hablando resulta ser el siguiente track llamado ‘Faded Heart’, donde Garrett saca a relucir toda su capacidad vocal. ‘Sweet Dreams’ pareciera ser una simple canción de indie-pop al principio, pero todo se vuelve más brillante al momento que el coro entra en ejecución, con soñadores sintetizadores y otra buena performance de Clarck.
‘We Don’t Care’ es una pieza simplona de pop que coquetea con sonidos del medio oriente, que debe estar entre lo más bajo del disco. ‘Man’ por otro lado es un track muy sinth-pop que resulta ser casi bailable. En la mitad del disco llega ‘Iceberg’, siendo un inteligente y bien armado track que juega con diferentes texturas sónicas, siendo uno de los puntos altos del álbum. ‘Second Night of Summer’ también resulta ser un dinámico ejemplo de synth-pop, esta vez con una pulcra y bien lograda orquestación. ‘I Don’t Want U Back’ en seguida se muestra más sintética por el uso de auto-tune y su marcada estructura pop, pasando casi desapercibida.
Después de un delicioso interludio (‘Tension’) que en verdad tenía mucho potencial para ser una canción completa por su onda bailable, llega ‘Supernatural’, otro momento destacable del elepé, siendo una canción movediza e impredecible, que tiene de todo: sintetizadores y orquestaciones fuera de serie. La pieza que le da nombre al disco también posee la participación de Lana del Rey, que se desempeña en los coros, aunque en realidad la canción no logre hacer mucho en sus cortos dos minutos y monedas de duración. El fin del disco queda a cargo de ‘Bye-Bye Darling’, una balada de piano que tiene aires a tiempos gratos del pasado.
Considerando injusta la calificación que Pitchfork le dio al segundo trabajo de BØRNS (5.7), la pura verdad es que aunque no sea un disco completamente regular, hay momentos bastante destacables en varias partes de esta colección de 12 canciones llamada Blue Madonna. Garrett es sin duda, un artista en ascenso.