Las alarmas se encendían, la incredulidad se apoderaba de todo un planeta. La madrugada del 10 de enero el Facebook oficial de David Bowie anunciaba lo impensado: a causa de un cáncer que lo aquejaba —y llevaba en completo hermetismo —, el ícono del rock británico dejaba la existencia terrenal. A cuestas una nutrida discografía que transitó por tantos géneros como facetas tenía. Una actividad particularmente alta en sus últimos cinco años, y que dejó dos largaduraciones y un musical junto con tareas varias inconclusas; mismas que lo posicionaron una vez más en la cúspide de la industria. Periodo que fue materia de un documental precisamente estrenado al cumplirse el primer aniversario de su muerte.
La dirección de ‘David Bowie, los últimos cinco años’ cayó en Francis Whately (autor de ‘Bowie: Cinco años’) retratando los últimos años del mito a través de imágenes de archivo y entrevistas que nunca han visto la luz. Los focos estarán en el éxito de ventas The Next Day (2013); su último álbum Blackstar (2016), y el musical Lazarus, basado en el tema que abrió su último trabajo (sic) y que muchos críticos vieron premonitorio de su final.
“Con acceso total a sus amigos más próximos y sus colaboradores, esta película es un inolvidable tributo a una de los grandes iconos de la modernidad. También será una oportunidad para volver sobre las canciones más conocidas de Bowie a través de las relaciones que se establecen entre sus últimos trabajos y todo lo anterior. Whately vuelve sobre Bowie tras el éxito de ‘Cinco años: David Bowie’ (2013), y mantiene que, a pesar el espíritu camaleónico del artista, el final se rige por los tres grandes temas que ha repetido a lo largo de toda su carrera: alienación, muerte y fama. ‘David Bowie, los últimos cinco años’ estará disponible en vídeo bajo demanda”, explica un comunicado de prensa. Puedes verlo en este enlace.
Un nuevo hito para un año totalmente ‘Bowie’. Meses atrás se editó un box set de lujo que contiene —además de toda la discografía ya conocida, junto con demos y rarezas— un disco totalmente inédito. Un lujo para los fans que atesoran cada una de las piezas de Bowie, mismas que narran uno de los episodios más importantes de la música contemporánea.
En realidad The Gouster, nombre del registro, es algo así como una versión previa de su disco Young Americans de 1975. Pertenece a su etapa neo R&B y su título hace referencia a un código de vestimenta usada por los adolescentes de Chicago en los años sesenta que revela el orgullo y “cool” que podían llegar a ser.
El disco contiene varias canciones que acabarían en “Young Americans”, incluyendo la que le da el título el Lp, pero en otras versiones e inéditas como la canción de 1972, “John I´m Only Dancing Again”.
Tony Visconti, productor del álbum, ha dicho que por entonces les gustaba mucho el programa “Soul Train”. Además de eso, está el hecho de que Bowie hasta entonces solo había pegado de manera underground en USA, por lo que un disco de estas características, y un cambio de imagen, le venían muy bien para entrar definitivamente en el mercado norteamericano.
“A David le entusiasmaba el soul como a mí. Éramos fans de la serie de televisión “Soul Train”. No éramos ‘jóvenes, dotados y negros’, pero queríamos hacer un álbum de soul brutal, algo bastante loco, pero pioneros como The Righteous Brothers estaban allí antes que nosotros”, explica.
Esta segunda caja barca desde 1974 hasta 1976 y se espera que sea igual de extensa que la primera de 2015, Five Years. La misma cubre los años de Diamond Dogs, David Live, Young Americans y Station To Station.