Courtney Barnett es una de las embajadoras que el mundo de las guitarras y el indie rock tiene en la época actual. Con una marchita lírica y un acento australiano levemente marcado, ha constituido un reinado de rock independiente emocional y catártico. En su debut “Sometimes I Sit and Think and Sometime I Just Sit” (2015) ya había hecho una declaración de principios mediante afectuosos cortes sobre ansiedad y falta de autoestima, y con la música que le ha seguido no ha hecho más que solidificar ese legado.
Su sofomoro sigue un trabajo colaborativo con Kurt Vile el cual vio expandidos sus límites como compositora, sin embargo no pudo evitar dejar al auditor con ganas de un producto netamente propio. Allí es donde cae “Tell Me How You Really Feel” (2018), un larga duración que combate la constante angustia de la adultez. Rodeado de una incómoda narrativa tan carismática como para reflejar el pensar de cada millenial sobre el planeta.
Desde la introducción los lentos y sucios acordes de la guitarra de Courtney en “Hopefulessness” caen en un tono enfáticamente melancólico. Sin adentrarse completamente en la tristeza, sus cuerdas en escala mayor permiten al álbum sentirse como un viaje animado y energético, pero en su bella atmósfera captura el terror de quedarse perdido en la soledad y rabia: “Tú sabes lo que dicen / Nadie nace para odiar / Lo aprendemos en algún lugar del camino”.
Las dulces progresiones típicas de la australiana se hacen constantes y presentes durante gran parte del trayecto que significa el álbum. “City Looks Pretty” se conduce mediante una guitarra chirriante y una adictiva estructura de verso-coro. “Need a Little Time” se envuelve en notas menores junto a una apenada Courtney cantando sobre no sentirse lo suficientemente buena. En sus versos la autora toma todos los clichés de las canciones de quiebre y los vuelve contra ella. Sin nadar en un mar de poesía, sus letra reflejan afectivamente la intimidad de la compositora. Una chica quebrada abriendo su corazón.
La adorable ironía de que canciones con progresiones tan positivas como “Cripping Self Doubt and a General Lack of Confidence” hablen abiertamente sobre la falta de autoestima. Courtney vocifera su incapacidad de entender lo que ocurre a su al rededor, y en su confusión compone un corte tan cercano como hipnótico. “Dime cómo de verdad te sientes” es lo que expresa antes de llegar a un potente estribillo.
Aún cuando Courtney no innova en su música, logra traer consigo una serie de cortes íntimos y energéticos. La narrativa detrás de sus acordes la posicionan como una de las artistas más completas y destacables del último tiempo, y si bien todavía tiene mucho camino por el que seguir, con los pocos álbumes que tiene bajo el brazo no ha hecho más que sembrar un espectacular futuro.
En la contenida producción de cada corte se esconden canciones simples y directas. Lo suficientemente adictivas como para nunca perder tu atención, y lo idóneamente divertidas como para tenerte volviendo a ellas cada cierto tiempo. “Tell Me How You Really Feel” es una descripción vívida de lo que significa ser un adulto joven en el siglo 21, y peor aún, ser un ser humano buscando la forma de sobrevivir cada día que esté por venir.
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